El próximo 22 de abril da comienzo la segunda edición del Curso Básico en Cuidados Paliativos, organizado por la Fundación para la Formación de la OMC en colaboración con la Fundación La Caixa, creado con objetivo de promover el cambio de actitud del profesional sanitario ante la enfermedad terminal y la muerte, reconociendo los cuidados paliativos como la respuesta profesional, científica y humana a las necesidades de los pacientes en fase terminal y sus familias
Madrid, 11 de abril de 2013 (medicosypacientes.com)
Tras el éxito de la primera edición, la FFOMC ha puesto en marcha esta segunda fase que aún mantiene el plazo de inscripción abierto para este programa formativo que se desarrollará mediante una metodología on-line a través del Campus Virtual de la OMC, plataforma de gestión, seguimiento y autoedición para la formación a distancia y contará con un amplio fondo documental. Todos los textos de este “Curso básico de Cuidados Paliativos”, han sido diseñados para que puedan ser útiles también a aquellos profesionales que establecen su primer contacto con los Cuidados Paliativos.
La dirección científica de este curso corre a cargo del Dr. Marcos Gómez Sancho, Director de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital Dr. Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, Ex Presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC, así como del Dr. Javier Rocafort Gil, Ex Presidente de la SECPAL y Director Médico del Centro de Cuidados Laguna de Madrid.
La FFOMC impulsa este programa formativo consciente de la importancia que tiene la formación de los médicos para el desarrollo de los cuidados paliativos y la creciente demanda social hacia esta atención específica en la que se ven involucrados, en mayor o menor medida, todos los servicios hospitalarios, así como la Atención Primaria.
Aunque existen especialidades más susceptibles de abordar este tipo de atención (tales como oncología, radioterapia, medicina interna, hematología, cirugía y urgencias), es evidente la necesidad de concienciar y establecer puentes con todos los servicios hospitalarios y con la Atención Primaria. Para ello es fundamental, primero, la formación de todos los profesionales sanitarios y, segundo, el desarrollo de programas específicos de cuidados paliativos con profesionales capacitados con posibilidad de intervención en todos los niveles asistenciales.
En los últimos tiempos se ha producido un cambio radical en la demanda social, que ha identificado el desarrollo de los cuidados paliativos como un elemento cualitativo esencial del sistema de salud. Aunque implantar unidades o equipos de cuidados paliativos requiere medidas formativas y cambios organizativos, se ha demostrado ampliamente cómo mejora la satisfacción de pacientes y familiares con un coste mínimo.
En unos momentos de racionalización de costes, mantener o expandir los programas requiere que los cuidados paliativos demuestren que pueden mejorar los resultados clínicos específicos en pacientes y familias, es decir, que sea más eficiente para ambos recibir cuidados paliativos en comparación con la atención convencional, no aumenten el coste y que la atención sea más adecuada. Y esta evidencia existe ya en la experiencia concreta de los distintos programas de atención que se vienen desarrollando en España desde principios de los años 90.
Las personas en situación terminal tienen necesidades específicas que incluyen la correcta valoración y tratamiento de su sintomatología (dolor, náuseas, estreñimiento, disnea, etc.), el abordaje de los problemas emocionales, la adecuada comunicación con el enfermo y también, el soporte e información adecuado a la familia. Para todo ello, es necesario que el Sistema Nacional de Salud tenga en cuenta estos aspectos y que se organice para poder hacer frente a estos nuevos retos asistenciales.
Se debe borrar la expresión “ya no se puede hacer nada”, ya que la experiencia de nuestros equipos de Cuidados Paliativos ha demostrado que se puede dar respuesta a situaciones que antes se daban por perdidas; simplemente basta con considerar cómo mueren los pacientes y cómo podrían haberlo hecho.