Javier Ortega es editor de Almuzara, la editorial que publicará la obra ‘El Señor de Peñallana’ del médico y escritor Dr. Ángel Cabezas ganador del VIII premio de novela Albert Jovell de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC). Javier Ortega, también jurado del premio, pone en valor, en esta entrevista, al ganador del premio: “el autor representa el ideal del médico que integra en su persona distintos saberes para su comunidad”
‘El Señor de Peñallana’ del médico escritor Dr. Ángel Cabezas es la obra ganadora del VIII premio de novela Albert Jovell de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) y que será publicada por la editorial Almuzara próximamente.
Desde su experiencia, ¿qué puntos fuertes tiene la obra ganadora ‘El Señor de Peñallana’ para ser la elegida en el VII Premio de Novela Albert Jovell FPSOMC?
Son muy numerosos, felizmente. El Señor de Peñallana entronca con una tradición muy querida por los lectores, la que combina la novela histórica con la novela de aventuras. Así, podemos adentrarnos en un periodo crucial de la historia de España, conocer algunos de sus entresijos y, al mismo tiempo, solazarnos con las múltiples peripecias que acontecen al protagonista y a su coro de amigos en escenarios realmente exóticos y variados. Habría que añadir asimismo el reconocimiento que en pasajes concretos de la obra se hace de la profesión médica, a la que se enaltece de manera implícita.
¿Qué opinión le merece el autor, el Dr. Ángel Cabezas, que compagina su labor de médico con su afición como escritor?
Durante el proceso de edición de la obra he tenido el placer de conocerle y tratarle, y debo decir que la experiencia no ha podido ser más grata. He descubierto a una persona de extraordinaria calidad humana, que blasona con sano orgullo de su profesión y que, al mismo tiempo, y como algo que se antoja el fruto natural de lo anterior, tiene en la literatura una verdadera pasión, pues para él es un medio de comunicar con los demás y hacerles partícipes de sus inquietudes más hondas. Representa, pues, el ideal del médico al que nada le es ajeno, parafraseando la célebre cita de Terencio, y que integra en su persona distintos saberes para, de ese modo, ser más útil y benéfico para su comunidad.
¿Este premio impulsará su carrera?
La experiencia así lo demuestra. Aquellos ganadores de este certamen que no eran con antelación autores reconocidos, consagrados, han visto cómo su proyección se ha acrecentado con la obtención del premio Albert Jovell. No en vano es ya la octava edición, y el certamen va alcanzando una trayectoria muy estimable.
¿Qué significa para Almuzara haber publicado durante ocho años las novelas ganadoras de este premio?
Para Almuzara supone una doble satisfacción: de un lado tener la posibilidad de publicar obras de calidad, con el potencial de seducir y atraer a la lectura a un espectro muy variado de lectores; de otro, colaborar con la Organización Médica Colegial, en concreto con la Fundación para la Protección Social, es motivo de orgullo por el prestigio que la OMC atesora muy justamente y por todo lo que aporta de manera cotidiana a nuestra sociedad. No podemos, por tanto, sentirnos más honrados.
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