La mayoría de las personas no dan a conocer que tienen infección por VIH porque temen sufrir presiones y discriminación en el trabajo. Recientes estudios demuestran que la discriminación y estigma afectan directamente a la salud física y psicológica de las personas afectadas
Madrid, 1 de diciembre 2009 (medicosypacientes.com)
La Coordinadora Estatal del VIH-sida (CESIDA) denuncia, con motivo del Día Mundial del Sida, el 1 de diciembre, que 30 años después de la aparición de los primeros casos de sida, las personas que viven con VIH y sida siguen sufriendo constantes situaciones de discriminación y estigma en los ámbitos laboral y social.
En este sentido, también ha elaborado un manifiesto, presentado por la actriz Eva Hache, en el que llama a la población y a las autoridades a tratar de erradicar esta situación. En el manifiesto, leído por el periodista Iñaki Gabilondo, la actriz Shangay Lilly y Rafael Torres, miembro del equipo de prevención de la asociación COGAM de Madrid, se recoge que estamos asistiendo a ?una reiterada vulneración de los Derechos Fundamentales de las personas afectadas por el VIH y el sida, donde en ocasiones se incumple la oportunidad de acceder a los derechos sociales básicos, como son los servicios sociales, sanitarios, formativos, laborales, de participación y de ocio, así como acceder en igualdad de condiciones a una vivienda o contratar un seguro por el simple hecho de vivir con VIH, patología que sigue estando asociada a comportamientos no bien vistos o fuera de lo normalmente establecido?.
CESIDA, en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid y subvencionado por el Ministerio de Sanidad y Política Social a través del Plan Nacional del Sida, ha puesto en marcha el programa Clínica Legal para ofrecer asistencia y asesoramiento jurídico para personas con VIH. 4 de cada 10 consultas a este servicio se refieren a posibles vulneraciones de la Ley de Protección de Datos. A pesar de que la ley exime a los trabajadores de facilitar datos sobre su salud que no interfieran en el ámbito laboral, según Santiago Pérez Avilés, presidente de CESIDA ?a muchas personas con discapacidad se les exigen datos médicos que van más allá de su discapacidad para rechazar a aquellos con VIH-sida?.
Para dar respuesta a estas situaciones discriminatorias, también se está llevando una campaña de concienciación a través de manifestaciones artísticas por toda España cuyo lema es Exprésate, VIH-sida, conocer antes de juzgar, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad y Consumo, por medio del Plan Nacional del Sida.
Un estudio realizado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) realizado el pasado mes de febrero destacaba que el 58,8% de la población confiesa que se sentiría incómoda si algún compañero de colegio de sus hijos estuviera infectado por VIH. Un 40,1% confirma que cambiaría de centro educativo si pudiera. Por otro lado, el 18,8% declara que no mantendría ningún tipo de relación con alguien con VIH y el 42,2% sí mantendría una amistad con alguien infectado. Sólo un 6,5% apostaría por una relación de pareja estable.
33 millones de afectados
En el mundo existen 33 millones de personas que viven con VIH y sida, siendo más del 50% mujeres con edades comprendidas entre los 15 y los 49 años. Como refleja el manifiesto de CESIDA, ?el 45% de las nuevas infecciones afecta a jóvenes entre los 15 y los 24 años, y tampoco se está logrando disminuir, sino que se incrementa la transmisión de madres a hijos pese a que existen herramientas para controlar ese tipo de transmisión?. El manifiesto también confiesa que aunque el futuro es esperanzador en cuanto a tratamientos, ?continúan existiendo personas para las que estas nuevas oportunidades son casi inaccesibles, ya sea porque la evolución de la enfermedad ha generado un deterioro físico importante o por encontrarse en una situación de exclusión y marginación social que les dificulta un acceso en igualdad de condiciones?.
Para CESIDA, la incorporación de la cirugía reparadora para la lipoatrofia facial en el SNS ha supuesto un paso adelante para dar respuesta a las situaciones de estigma y discriminación. No obstante, considera necesario un seguimiento por parte de las ONGs del proceso de desarrollo de las Administraciones Públicas para cumplir con el compromiso adquirido por el Ministerio de Sanidad y Política Social así como proporcionar toda aquella información necesaria para las personas con VIH para que puedan acceder a esta prestación con la máxima rapidez posible.
