sábado, mayo 18, 2024

Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España

InicioHistoricoCada minuto de retraso en la resucitación tras paro cardíaco, reduce un...

Cada minuto de retraso en la resucitación tras paro cardíaco, reduce un 10% las posibilidades de supervivencia

La estrategia a seguir establece que las maniobras de RCP básicas deben iniciarse en menos de cuatro minutos y las maniobras de RCP avanzadas deben comenzarse antes de que pasen 8 minutos, para conseguir unas posibilidades aceptables de supervivencia

Valladolid, 10 de junio 2009 (medicosypacientes.com)

Las paradas cardiorespiratorias se pueden dar tanto en el ámbito extrahospitalario como intrahospitalario. «Los estudios demuestran que en el ámbito extrahospitalario la prevalencia oscila entre un 0,30 y un 0,40 por cada mil habitantes y año. De ellos, el 15% consigue llegar al hospital, y sobreviven cerca del 5%, por lo que el porcentaje es bajo. De los que llegan al hospital la supervivencia varía entre el 15 y 30%», afirma el doctor Juan López Messa, director del Plan Nacional de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) que acaba de celebrar en Valladolid su Congreso Nacional.

Asimismo, el especialista debe tener claro el momento adecuado en que debe efectuar su labor. Por ello, «por cada minuto que pasa sin que a una persona se le realicen maniobras de resucitación, las posibilidades de supervivencia bajan un 10%. La estrategia a seguir establece que las maniobras de RCP básicas deben iniciarse en menos de cuatro minutos y las maniobras de RCP avanzadas deben comenzarse antes de que pasen 8 minutos, para conseguir unas posibilidades aceptables de supervivencia. Si se producen demoras, las posibilidades pueden ser muy inferiores», concluye el especialista.

«Todas las UCI que traten pacientes por paro cardiaco recuperado tienen que tener un protocolo específico con una serie de objetivos para manejar a los mismos, siempre después de haber valorado la parte metabólica (concentración de oxígeno y tensión arterial) y la parte hemodinámica de los pacientes», señala el especialista.

Asimismo, el especialista debe valorar las posibles secuelas que le queden al paciente. «Las secuelas más comunes son las neurológicas, que van desde el estado vegetativo hasta dificultades de la comprensión, relación o motricidad. Aunque las más comunes son las secuelas neurológicas, también pueden darse secuelas cardíacas», afirma el doctor López Messa.

Recuperación tras un paro cardíaco

Cuando se produce la recuperación de una parada cardiorespiratoria los intensivistas son los encargados de llevar a cabo los cuidados de estos pacientes, puesto que cuando salen de una parada cardiaca y son remitidos a una UCI, esta debe estar preparada a través de la protocolización y estructuración de sus actividades.

«Se entiende por resucitación la recuperación de una persona que podría considerarse que ha muerto y que mediante unas maniobras vuelve a la vida», explica el doctor López Messa. Tras la recuperación del paro cardiaco, aunque el concepto terapéutico originario era el de «cuidados post-resucitación», en la actualidad el concepto ha cambiado y «se consideran cuidados post-paro cardiaco, porque cuando una persona ha sufrido un paro cardiaco ha padecido una agresión brutal ya que todos los órganos se han quedado sin riego. Al recuperar artificialmente la circulación se desencadenan mecanismos que producen unos trastornos en el organismos muy importantes, por la propia reactivación de la circulación o por el efecto de falta de riego a esos órganos», afirma el doctor López Messa. Y es que, los cuidados después del paro van encaminados a intentar disminuir el daño sobre los órganos que se han visto más afectados, fundamentalmente corazón y cerebro.

«Dentro de la SEMICYUC tenemos un grupo orientado a la formación en temas de resucitación, que es el Plan Nacional de RCP. Liderado por el doctor Higinio Martín Hernández, este grupo se ha encargado de elaborar una serie de recomendaciones, teniendo en cuenta que la parada cardíaca puede deberse a varias causas, respiratoria o cardiaca, principalmente. Si el problema ha sido puramente cardiaco, hay que hacer un cateterismo cadiaco lo antes posible. Si el paciente está en una situación de afectación neurológica después del paro, hay que llevar a cabo la técnica de hipotermia moderada terapéutica», indica el doctor López Messa. Aparte de eso hay medidas guiadas para monitorizar trastornos de la tensión arterial, de la saturación de oxígeno. Y, si el paciente lo requiere, otras medidas circulatorias, ventilatorias, etc.

Enlaces relacionados:

Relacionados

TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más populares