Tras conocerse la propuesta de la ministra de Sanidad, Ana Mato, a las comunidades autónomas, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) de este miércoles, de excluir de la financiación pública una lista de más de 400 fármacos de uso común para obtener un ahorro neto para el Sistema Nacional de Salud de más de 440 millones de euros, el secretario general de la OMC, el doctor Serafín Romero, ha manifestado ante los medios de comunicación que “ante necesidades terapéuticas concretas el médico debería poder prescribir algunos de los fármacos que se excluyen de la financiación pública”
Madrid, 28 de junio 2012 (medicosypacientes.com)
“Entendemos que lo que se pretende con esta medida de ‘desfinanciación’ de algunos grupos terapéuticos es retirar una serie de principios activos, de uso común, indicados sobre todo para el tratamiento de síntomas, los cuales, dada la situación económica financiera en la que nos encontramos, podrían seguir estando en el arsenal terapéutico, pero sin financiación pública”. Así lo ha expresado el secretario general de la Organización Médica Colegial, el doctor Serafín Romero, después de que se conociera la propuesta de la ministra de Sanidad, Ana Mato, a las comunidades autónomas, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) de este miércoles, de excluir de la financiación pública una lista de más de 400 fármacos de uso común para obtener un ahorro neto para el Sistema Nacional de Salud de 440 millones de euros.
Lo que a juicio del doctor Romero también debe contemplarse, en un desarrollo posterior, “es que hay casos en los que estos síntomas también pueden estar asociados a patologías concretas, ante los cuales estos grupos terapéuticos deberían poder seguir siendo financiados por parte de la Administración. Por otra parte, hay patologías especiales para las que va a seguir siendo necesario prescribir algunos de los fármacos incluidos en la lista, estén o no financiados”.
En este sentido, como ha asegurado el secretario de la OMC, “vamos a pedir que este tipo de fármacos puedan seguir siendo financiados para patologías especiales, como es el caso de algunos mucolíticos indicados para la bronquiectasia o para la EPOC, laxantes de utilidad en pacientes con patologias neurológicas o para el tratamiento de efectos secundarios de medicamentos, etc.”.
Una situación probable que se puede producir, a su juicio, es que el ciudadano inste al médico a que le recete algún fármaco “semejante”, pero que esté financiado, como ha sucedido tiempo atrás con el famoso “medicamentazo”. Esto puede hacer que se produzca un efecto paradójico y aumente el gasto en una primera etapa post implantación.
“De cualquier forma –ha recordado- es el Consejo Interterritorial es el que tiene la última palabra porque hasta ahora es una propuesta del Ministerio de Sanidad, siendo finalmente las CC.AA. las que van a determinar lo que va a pasar en cada una de ellas, porque al final son las que pagan el medicamento. Desde la OMC estaremos pendiente y denunciaremos las inequidades que se puedan producir”.
Finalmente, el doctor Romero opina que esta decisión del Ministerio de Sanidad debería ser consensuada en todo el ámbito nacional ya que difícilmente los profesionales que estamos asistiendo una perdida brutal de nuestras retribuciones, a unos despidos injustificados y aun futuro incierto de nuestras nuevas generaciones no comprenderíamos que algunas comunidades fueran contracorriente de este tipo de medidas.