El presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Cesáreo García Poyatos, nos habla en este artículo de esta cualidad que favorece la relación médico-paciente, sin olvidar el papel esencial que también juegan los familiares. Cuando el factor humano está presente y de forma destacada en esa relación, el resultado es una atención de mayor calidad y más cercana con los enfermos
Madrid, 4 de abril 2010 (medicosypacientes.com)
?Médicos y Pacientes? les ofrece este artículo del Dr. Cesáreo García Poyatos, presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, publicado en la revista del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, ?Andalucía médica?.
LA EMPATÍA ES UNA DE LAS CUALIDADES MÁS VALORADAS EN EL MÉDICO
En la relación médico-paciente-familiares el profesional debe ser consciente de que los dramas morales son tan reales como los fenómenos físicos y su importancia es mucho mayor, puesto que la enfermedad supone una necesidad, un sufrimiento, que implica al propio cuerpo y a la intimidad de la propia persona. En la mayoría de las ocasiones no solo afecta al enfermo, sino también a sus familias.
La relación médico-paciente-familiares debe ser de cordialidad, de confianza, en la que el factor humano predomine sobre lo profesional. Como en todo trato humano el principio de solidaridad debe ser el denominador común.
En enfermo y sus familiares deben tener claro a lo que se enfrentan, si así lo desean, y deben solicitar toda clase de aclaraciones y explicaciones sobre la enfermedad. El enfermo debe saber, y necesita saber, independientemente de su nivel cultura, el devenir y las expectativas que se ciernen sobre su proceso.
El Médico debe proporcionar toda la información de manera clara, univoca y entendible para la persona que tiene ante él, siempre y cuando el paciente desee saberlo y así lo solicite.
Como profesionales de la gestión sanitaria deberíamos ofrecer a los pacientes la oportunidad de comentar las cuestiones o las dudas que le surjan tras la oportuna explicación, con el fin de asegurarnos una correcta interpretación de la información y reducir la confusión o ansiedad que produce el desconocimiento.
Debemos conseguir una armonía entre las tres partes protagonistas en la relación médico-enfermo-familiares. Estos últimos están cobrando actualmente gran protagonismo y los médicos debemos esforzarnos para incorporarlos en la toma de decisiones y en todo el proceso explicativo que sea necesario y ser conscientes de las limitaciones que les supone, al no ser expertos en medicina, la búsqueda de información en Internet o en cualquier otra fuente de información.
Con todo ello lo que pretendemos es una atención de mayor calidad y más cercana a nuestros enfermos.
Cesáreo García Poyatos, presidente del Colegio de Médicos de Córdoba