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Miguel Aguirre, médico cooperante: “La información es fundamental para poder realizar un trabajo adecuado”

Miguel Aguirre, licenciado en Medicina y cirugía, está estrechamente comprometido con la cooperación a través de la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de Bangassou, que él preside, y que trabaja en proyectos sanitarios y sociales de esta región localizada en la República Centroafricana. El doctor Aguirre aborda en esta entrevista su labor al frente de esta Fundación, los problemas y necesidades a las que allí se enfrenta, y destaca la importancia de la información para poder realizar trabajos adecuados en terreno, como los que el lleva a cabo en África

Madrid, 25 de octubre de 2012 (medicosypacientes.com)

Miguel Aguirre, licenciado en Medicina y cirugía, está estrechamente comprometido con la cooperación a través de la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de Bangassou, que él preside, y que trabaja en proyectos sanitarios y sociales de esta región localizada en la República Centroafricana. El doctor Aguirre aborda en esta entrevista su labor al frente de esta Fundación, los problemas y necesidades a las que allí se enfrenta, y destaca la importancia de la información para poder realizar trabajos adecuados en terreno, como los que el lleva a cabo en África

Médico de Familia, miembro de la Comisión Técnica de la FRCOMS, Vocal de la Comisión de Cooperación y Solidaridad del Ayuntamiento de Córdoba y ponente en seminarios y cursos sobre solidaridad y cooperación en la Facultad de Medicina de Córdoba y colegios profesionales, Miguel Aguirre habla también del trabajo que realiza la Fundación Red de Colegios Solidarios de la OMC a favor de los médicos con herramientas de ayuda como el Registro Nacional de médicos voluntarios y cooperantes

¿Cuál fue su principal motivación para embarcarse en este proyecto?

En nuestra familia somos nueve hermanos y muchos de ellos estamos trabajando en la sanidad, como médicos, farmacéuticos, ATS o auxiliares, por lo cual esto ya era una motivación. Si a esto se añade que tenemos un hermano que es misionero comboniano desde hace 32 años y que desde siempre nos hemos sentido identificados con su trabajo misionero y sus necesidades, es otra razón extra. Además en 1998 lo nombraron Obispo de la Diócesis de Bangassou en R. Centroafricana con lo cual, lo que entonces era ayudar para la misión donde trabajaba, a partir de entonces se trasforma en trabajo para toda una Diócesis. Y es así como se crea en 2012 la Fundación Bangassou, como forma de canalizar las ayudas que llegaban para la Diócesis de Bangassou en RCA.

Cuéntenos un poco sobre la región… ¿Qué características poblacionales,  geográficas y económicas destacaría?

La República Centroafricana, situada en el corazón del continente Africano, tiene el tamaño de una vez y media España, pero solo con 3.500.000 habitantes. Es un país muy inestable ya desde su independencia en 1960 con continuas guerras por el poder y el control de la zona que cuenta con un potencial importante en minas de diamantes, uranio y pozos de petróleo. Desde 1993, año en que fue elegido presidente Angel-Félix Patassé hasta el  momento actual, ha habido nueve levantamientos armados, entre golpes de estado y motines. El último golpe comenzó el 25 de octubre de 2002 y terminó en febrero de 2003. El triunfo rebelde partió en dos al país, una zona leal al presidente y otra rebelde. Esta situación de inestabilidad no ha hecho más que agravar la situación de desamparo en que se encuentra su población, olvidada por los políticos locales, con un nivel de pobreza extremo, malnutrición, falta de recursos sanitarios y con un  índice muy elevado de población que ha contraído  el SIDA, favorecido por la falta de información y de medios.

Una consecuencia del elevado nivel de mortandad del SIDA (100%), entre otras, es el gran número de niños huérfanos y desamparados que va dejando a su paso, a los que se les niega la posibilidad de recibir formación y un sustento mínimo. Centroáfrica es el  3º país más pobre del mundo, con grandes riquezas naturales que están siendo expoliadas por las grandes multinacionales a cambio de muy poco. Algunos datos: Esperanza de vida al nacer: 42,7 años, seropositividad al VIH: 20 % de la población, mortalidad por SIDA: 100 % (muchos huérfanos), número de habitantes por médico: 21.342, número de habitantes por ATS: 16.159, tasa de habitantes por cama de hospital: 800, tasa de alfabetización: 53,9 %. Dentro de  este contexto, la Diócesis de Bangassou, al este del país, regida por Mons. Juan José Aguirre Muñoz, con una extensión  comparable a toda Andalucía, sin teléfono, sin un solo kilómetros asfaltado y sin luz eléctrica, tiene además sus propios problemas, pues al hacer frontera con Congo, Sur Sudan y Chad, con conflictos militares, recibe una gran afluencia de refugiados y desplazados y, para colmo, se ha introducido por el Congo una guerrilla ugandesa, el Ejercito de Liberación del Señor(LRA), que está haciendo estragos en la región con saqueos y raptos de jóvenes para adiestrarlos e incorporarlos a su ejército. A pesar de todo, se han puesto en marcha distintos proyectos  destinados a la población de la Diócesis de Bangassou, para fomentar la educación, la mejora de las condiciones sanitarias y la protección social.

¿Cuáles son las necesidades médicas más urgentes de la población?

Cualquiera que nos podamos imaginar. En general, no tienen asistencia médica de ningún tipo solo las que les ofrece el Hospital Regional de Bangassou, por llamarlo de alguna manera, pues está en un estado lamentable tanto higiénica como sanitariamente y en el que cobran por todo a una población, ya de por sí muy empobrecida y sometida a todo tipo de enfermedades, entre las que destacan el SIDA, la malaria, enfermedades parasitarias, gastroenteritis, de trasmisión sexual y oportunistas y un largo etcétera de enfermedades tropicales. Como forma de atender a la población, la Diócesis, con la ayuda de la Fundación Bangassou y de entidades públicas y privadas tanto de España como de otros países ha puesto en marcha varios proyectos sanitarios muy importantes. Como son: Una leprosería y un taller para hacer aparatos ortopédicos adaptados a los leprosos; un laboratorio de análisis donde se realizan las analíticas más básicas; consultas y dispensarios de pediatría donde se atienden a los niños y se hacen campañas de vacunación, un centro de acogida de enfermos en fase terminal de SIDA, donde se les acoge, se les cuida y se les da la alimentación y medicinas que necesiten; la construcción de dos quirófanos, uno en Bangassou y otro en Nzacko a donde periódicamente acuden equipos quirúrgicos a operar las patologías más prevalentes y que no se pueden tratar en la zona por no contar con los medios para ello; la construcción de farmacias rurales para el abastecimiento de medicamentos a las poblaciones cercanas; la construcción y puesta en marcha de dos maternidades, una en Bangassou y otra en Ñackari que atienden a las parturientas en condiciones  sanitarias aceptables tanto para la madre como para el niño y la construcción de un centro de sensibilización y detección del SIDA .

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta un médico en Bangassou?

Fundamentalmente se enfrenta al clima, a las enfermedades tropicales, la falta de medios técnicos y secundariamente a la barrera del idioma. El clima es tropical con un alto índice de humedad, un 98 % y temperaturas constantes de 35 grados. Esto te hace que estés constantemente sudando lo que dificulta tu trabajo cotidiano y puede alterar tu estado de ánimo. Debes resolver muchos problemas que se te plantean con audacia e improvisación pues  al no tener los medios técnicos que aquí usamos debes de suplirlos como puedas  y principalmente con mucha imaginación y esfuerzo personal para conseguir el mejor diagnostico posible. El no conocer las enfermedades tropicales y el idioma, es casi un reto insalvable y muchas veces somos más una carga que una ayuda, por lo que debemos escoger con cuidado el sitio al que queramos ir y que al mismo tiempo se ajuste mejor a nuestras condiciones.

¿Qué recomendaciones daría a un médico cooperante y voluntario que viaja por primera vez a esa región?

Que tenga conocimientos del idioma, para no tener que involucrar a otras personas, así como del país y las enfermedades más prevalentes en el mismo. La información es fundamental para poder realizar un trabajo adecuado. Que se ponga todas las vacunas recomendadas y que tome todas las precauciones necesarias para desarrollar su trabajo con seguridad y sin riesgos innecesarios que puedan dificultar o poner en peligro el resto del proyecto.  Que trabaje en equipo, ayudando a sus compañeros y que “aparque” durante el tiempo que vaya a estar allí, sus frustraciones y problemas, que donde va bastantes tienen ya. Que no se crea ni un salvador ni un héroe. Solo es un cooperante más. Que busque solo su recompensa personal y la satisfacción por el trabajo bien hecho.

Por último que respete y valore la opinión de las personas que están trabajando en el sitio adonde va, pues su presencia será temporal y ellos están permanentemente allí. Es fundamental que registre su experiencia en el  Registro Nacional de Médicos Cooperantes y Voluntarios de la Fundación para informar de su perfil y ayudar a la detección de necesidades y posterior trabajo en prestaciones que desarrolla la Fundación.

¿Qué tipo de formación considera adecuada para enfrentarse a la situación local de la Región y en general en la República centroafricana?

 Los médicos que van de España a RCA y a Bangassou tienen una formación excelente y una  buena práctica diaria que les ayuda a solucionar cualquier problema que se les pueda plantear, pero deberían de completar todos estos conocimientos con la realización de cursos de formación en medicina tropical que no le son facilitados en casi ninguna de las Facultades de Medicina de España. Incluso cuando las campañas son de cirugía general y ginecología en muchas ocasiones se encuentran con patologías desconocidas para ellos y tienen que recurrir a los sanitarios locales para que les ayuden en los diagnósticos. En general con una buena predisposición por aprender y ganas de trabajar así como una gran exigencia personal por hacer bien las cosas, se soslayan muchas de las dificultades y problemas que puedan ir apareciendo.

¿Cómo participan los profesionales médicos y sanitarios locales en este proyecto?, ¿hay algún tipo de programa de formación o de intercambio de experiencias con los sanitarios locales?, ¿hay alguna colaboración por parte del gobierno de muy aquel país?

Del gobierno de país no recibimos ayuda de ningún tipo y todas las campañas que se realizan son a costa de la Diócesis y de la Fundación Bangassou. El gobierno da el visto bueno y la autorización, previa presentación de las titulaciones correspondientes, para que puedan trabajar en el país.

Nosotros ponemos la logística, el personal sanitario que se desplaza y el material necesario para la realización de la campaña que, o bien se trasporta en el momento o, si el volumen es grande (sueros, material fungible etc.), se envía previamente en los contenedores de ayuda humanitaria que la Fundación manda anualmente a Bangassou. Una vez allí, el personal auxiliar, lo pone la Diócesis que cuenta con enfermeros titulados auxiliares y celadores para el resto de las tareas. Durante la estancia de los equipos, siempre se invita a médicos del Hospital regional a que colaboren en las campañas aprendiendo nuevas técnicas. Posteriormente y al final de las campañas se les dona para su hospital el remanente de material que haya quedado. En la próxima campaña de cirugía y ginecología, irá también una matrona, pues al estar terminada la maternidad podrá dar cursos de seguimiento de embarazo y preparación al parto y formará a profesionales de allí para que puedan atender a los partos con mayor conocimiento y seguridad.

Organizan cuatro campañas quirúrgicas al año (general, ginecología, oftalmología y traumatología) Si pudieran instalar una campaña más ¿cuál sería?

Indudablemente sería una campaña para operar tumores tiroideos (benignos y malignos) pues allí esta patología es muy prevalente por el tipo de agua que beben, sin fluorar, y por el tipo de alimentación a base de mandioca pobre en proteínas y con un alto contenido en arsénico. La dificultad para esta campaña es grande pues no tenemos allí el equipo de anestesia necesario para realizar este tipo de intervenciones ya que normalmente son bocios o tumores muy evolucionados que afectan y desplazan a otras estructuras por lo que se necesitan unos medios técnicos muy especiales.

Mientras no hay comisiones quirúrgicas ¿qué tipo de atención sanitaria tiene la población?

En Bangassou, afortunadamente, cada día hay más personal local cualificado. Aparte de los cooperantes que viven allí, ya sean religiosos o laicos, que son sanitarios, ATS o médicos y que desarrollan su trabajo a diario en las consultas o atendiendo a los pacientes ingresados, la Diócesis se preocupa de que aquellos alumnos que tienen cualidades para estudiar una formación en alguna rama sanitaria, lo hagan y para ello los becan para que vayan a estudiar a la Facultad de Medicina en la capital, Bangui, o a las escuelas de enfermería. La condición es que después dediquen unos años a ejercer su profesión en Bangassou, cobrando un sueldo digno y teniendo la posibilidad de quedarse definitivamente a trabajar allí.  De esta forma conseguimos mantener una actividad y una atención sanitaria permanente, reservando los casos más problemáticos para cuando se realizan las campañas sanitarias. 

¿Qué ha significado la creación del Registro Nacional de Profesionales Médicos Cooperantes y Voluntarios en la cooperación médica?

Ha significado que muchos compañeros médicos que tenían una gran inquietud por trabajar como cooperantes en algún momento de su vida profesional, puedan hacerlo. Gracias al registro podemos saber que perfiles profesionales viajan al terreno, cual es el panorama actual, las necesidades de nuestros profesionales y su realidad. La Fundación, gracias a esta  información, está ya trabajando en prestaciones para la comunidad médica, desde la prestación del seguro médico para aquellos médicos voluntarios a quienes sus organizaciones no pueden facilitarles un seguro, hasta programas de formación, asesoramiento, asistencia y demás que, según me consta, están en proceso de desarrollo.

Además existe la Fundación, que ha puesto a disposición de los profesionales una Bolsa de Médicos. Con este registro, todo médico que quiera cooperar solo tiene que entrar, aportar sus datos personales y profesionales y decir cuando, como o donde estaría dispuesto a colaborar, de forma que se pueda acceder fácilmente a su curriculum y a su disponibilidad en un momento dado.

Se les han abierto de una manera fácil y sencilla, la posibilidad de contactar con organizaciones que trabajan en el campo sanitario y que muchas veces necesitaban profesionales para realizar sus actividades y se encontraban con el gran hándicap de que no sabían dónde buscar.

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