La discriminación de la sanidad penitenciaria es ?ilógica e ilegal? y supone una ?doble discriminación, para pacientes y para médicos?, según se ha puesto de manifiesto en la ?I Jornada de Sanidad Penitenciaria? celebrada en la OMC para dar a conocer a la sociedad esta parcela de la sanidad que es la gran desconocida. En las conclusiones de esta jornada se ha destacado que “la sanidad penitenciaria debe ser una prioridad política, por ética y por ley?
Madrid, 18 de marzo 2010 (medicosypacientes.com)
Clausura de esta primera
jornada para dar a conocer la
sanidad penitenciaria.
En el transcurso de la ?I Jornada de sanidad Penitenciaria? celebrada en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC) en Madrid, se ha abordado ?entre otros temas- la problemática de la enfermedad mental en el ámbito psiquiátrico. En este aspecto se ha destacado que las prisiones se han convertido en el receptáculo de los pacientes psiquiátricos y que los centros penitenciarios psiquiátricos no tienen cabida en nuestro ordenamiento jurídico y a pesar de ello siguen existiendo.
Del total de población reclusa de nuestro país (76.215 en la actualidad), un 20 a 25 por ciento padece algún tipo de enfermedad mental y la tarea asistencial con estos pacientes debe ir encaminada a conseguir una mejora que les permita reincorporarse a la sociedad, para lo cual sería necesario poder contar con la misma ayuda especializada de nuestro Sistema Nacional de Salud; los recursos actuales destinados a este tipo de pacientes se están mostrando insuficientes. Además, la aplicación judicial de la medida de seguridad sólo debería aplicarse en los casos estrictamente necesarios y hay que tener en cuenta que dicha medida de seguridad se fundamenta en la peligrosidad criminal del sujeto y es este un término jurídico, no médico.
Por su parte, los profesionales de enfermería de prisiones, también presentes en esta jornada, se han dado a conocer como un colectivo muy reducido ?apenas 400 en toda España- y desconocido; un colectivo además muy heterogéneo por las características propias de cada centro penitenciario.
Finalmente, el presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), Julio García Guerrero, ha mostrado la realidad de la sanidad penitenciaria, la cual lleva un camino paralelo al del SNS y esto supone una clara discriminación.
En su repaso de los motivos históricos que han mantenido esta situación, recordó que la no cotización de los presos a la seguridad social llevó a que recibiesen las prestaciones sanitarias como beneficencia a través del cuerpo médico de prisiones. Sin embargo nuestro ordenamiento jurídico señala que ?tienen derecho a una atención médico-sanitaria equivalente a la del resto de la población? y la Ley General de Sanidad ordena que toda la sanidad debe quedar integrada en el SNS algo que en este caso concreto aún no se ha producido.
Las diferencias en cuanto a recursos disponibles, jornada laboral y número de guardias, retribuciones, formación o carrera profesional (en donde la mayor parte de los puestos son de libre designación), etc., son evidentes. Además, repasando el Código Deontológico de la Organización Médica Colegial, se observan aspectos de difícil cumplimiento muchas veces; baste decir, por ejemplo, cómo el artículo 4.3 dice que ?la principal lealtad del médico es la que debe a sus pacientes?.
Por todo ello, la transferencia e integración es la única vía de solución por lo que reclama que ?en un plazo no superior a un año vayan adelante los decretos de transferencia para conducir a su integración efectiva en los respectivos servicios de Atención Primaria?.
En la clausura de la jornada, el representante Nacional de Administraciones Públicas de la OMC, Antonio Fernández-Pro, destacó la importancia de que esta jornada ?sea un referente de la sanidad penitenciaria de ahora en adelante?, y el secretario general de la OMC, Serafín Romero, expresó su deseo y compromiso de contribuir a un mejor conocimiento de esta parcela de la sanidad, pero sin olvidar que ?tenemos una sanidad penitenciaria a la cabeza de las mejores? lo que no quita para que sea necesario dar a conocer cuáles son sus problemas y tratar en consecuencia de solucionarlos.
Al final de la jornada se han hecho públicas las siguientes conclusiones, cuya redacción final será llevada al Pleno, y posteriormente a la Asamblea General de la OMC, para su aprobación.
Conclusiones
- Las Autoridades Sanitarias deberían cumplir con la legalidad vigente -como es la Ley General de Sanidad, la Ley Orgánica 16 /2003 de Calidad- y promover la integración de la Sanidad Penitenciaria en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Esta es una reivindicación antigua, ya plasmada en el Congreso de la Sociedad de Sanidad Penitenciaria y de momento solo cumplida en la Comunidad Catalana.
- La atención sanitaria de la población reclusa podría no ser equivalente a la población en general por una serie de deficiencias que se resumen como: incumplimientos de convenios en las Comunidades Autónomas, insuficiencia de plantillas, altos costes de la atención sanitaria en prisión, estructura jerárquica que debilita la independencia de los médicos y problemas derivados de la seguridad de los establecimientos.
- A pesar de los problemas y deficiencias detectadas, la sanidad penitenciaria goza de buena salud -se trata a los pacientes con criterios equiparables a los reconocidos fuera de la misma- no obstante todos los profesionales de la sanidad penitenciaria pensamos que la integración en el Sistema Nacional de Salud aportaría más recursos y mayor calidad asistencial.
- Las dificultades que se observan en el proceso de integración son de voluntad política, que sí parece que existió en el año 2003 con la Ley de Cohesión, aunque el entusiasmo inicial se vino abajo. Se desarrollaron ponencias técnicas en Comunidades Autónomas en el año 2004 que quedaron paradas y actualmente la Subdirección General de coordinación Sanidad Penitenciaria ha propuesto crear equipos de trabajo para coordinar y desarrollar el modelo asistencial que se llevará a cabo cuando se produzca la integración.
- Pedimos la integración de la Sanidad Penitenciaria en los sistemas autonómicos de salud, considerando que esto debe ser una prioridad política por ética y por ley. Por lo tanto debe formar parte de la cartera reivindicativa de organismos como la Organización Médica Colegial y por ende los Colegios de Médicos Provinciales, ya que todos deben de velar por la calidad de la profesión médica tanto para los enfermos como para los profesionales de la Medicina.