Los 27 Estados Miembros, a través de sus ministros de Sanidad, se han comprometido a acordar a qué porcentaje de población se vacunará en cada país a partir del próximo mes de octubre y cuáles son los grupos de riesgo a los que habrá que dar prioridad
Madrid, 10 de junio 2009 (medicosypacientes.com/Europa Press)
Los ministros de Sanidad de la Unión Europea han pactado una “estrategia común” a definir antes del próximo mes de julio relativa a la vacunación contra la gripe A, que se producirá a partir del próximo mes de octubre para evitar que cada país actúe por su cuenta y envíe mensajes contradictorios a los ciudadanos. Concretamente, el compromiso de los 27 Estados Miembros se ciñe a acordar a qué porcentaje de población se vacunará en cada país y cuáles son los grupos de riesgo a los que habrá que dar prioridad. La decisión se basará en las recomendaciones que presenten los expertos de aquí a julio y no en criterios “políticos”, tal como explicó la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, al término de la reunión que mantuvieron los máximos responsables sanitarios europeos ayer martes en Luxemburgo.
“No podemos lanzar un mensaje a nuestra población de que por un lado en un país se esté vacunando al 100 por cien y en el otro al 15 por ciento. Tenemos que hacer un esfuerzo de coordinación y basado en criterios de salud pública”, según palabras de la ministra de Sanidad.
Definición de “grupos más vulnerables”
Por lo que se refiere a la definición de los grupos más vulnerables, Jiménez explicó que los expertos “todavía no se ponen de acuerdo”, ya que hay diferencias respecto a la gripe estacional, que afecta especialmente a niños y mayores. En contraste, la gripe A no está teniendo una “incidencia especial” sobre las personas mayores y los científicos creen que las que pasaron la gripe de los 50 podrían estar inmunizadas. Otros grupos de riesgo serán los profesionales sanitarios o las fuerzas de seguridad del Estado.
Por otra parte, la ministra de Sanidad aseguró que la mayoría de los Estados miembros apuestan por una “compra centralizada” de la vacuna en la UE, sobre todo “para que un solo país no haga un acopio de una determinada cantidad de vacuna que evite que un país más pequeño con un porcentaje menor de población para vacunar quede a la cola para poder acceder a dicha vacuna”.
En este sentido, pidió a la Comisión Europea que trabaje con las farmacéuticas para lograr un “precio aceptable” para las vacunas y evitar que no haya diferencias entre los Estados miembros.