La implantación de la receta electrónica es ya mayoritaria en la sanidad pública española, ya que casi el 77 por ciento de los medicamentos se prescriben en este formato, lo que ha permitido reducir entre un 15 y 20 por ciento las consultas
Madrid, 27 de enero de 2015 (medicosypacientes.com/EP)
Así se desprende del último informe sobre “e-Salud” aprobado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que se celebró recientemente, que muestra como cada mes se prescriben 62 millones de recetas en formato electrónico.
El Ministerio reconoce que este avance y la consiguiente reducción de las consultas aporta mayores garantías de seguridad para el paciente, algo en lo que coinciden los médicos de familia, los grandes beneficiados de esta medida.
“Los que más ganan son los pacientes”, según ha reconocido el presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Josep Basora, ya que permite a los médicos un mayor control de la medicación y ver que no hay contraindicaciones con otros fármacos.
Asimismo, en el caso de los pacientes crónicos les evita visitas “innecesarias” a las consultas, ya que pueden ir retirando sus tratamientos directamente en la farmacia.
Pero la implantación de la receta electrónica también conlleva ventajas para los médicos de familia, asegura Basora, ya que ha supuesto una reducción “enorme” de burocracia en sus consultas, que les permite “priorizar en otros temas donde la Atención Primaria puede ser más resolutiva”.
El presidente de semFYC reconoce que en algunas comunidades en la que está más implantado este sistema –hasta 11 autonomías están por encima del 74 por ciento en este modelo de prescripción– el descenso de las consultas ha sido incluso mayor y roza el 35 por ciento.
“Nos permite hacer más de médico”, según asegura, admitiendo no obstante que, aunque tienen más tiempo en las consultas, lo acaban llenando. “No viene tanta gente, pero a los que vienen les podemos aportar valor añadido”, defiende Basora.
Por ello, urge a todas las comunidades a implantar este sistema en su totalidad y incorporar nuevos mecanismos que mejoren la conexión con los hospitales y permita resolver los problemas que se producen actualmente cuando a un paciente se le prescribe o debe adquirir un medicamento en una comunidad distinta a la que reside.
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