Tal como ha apuntado su presidente, el doctor Carlos González-Vilardell, “en una venta sin receta de este fármaco no se sabe si una persona está tomando una pastilla al mes o una media de 20”, además de recordar que, como medicamento, “no es inocuo y puede generar graves efectos secundarios en personas con alguna patología de base”
Sevilla, 9 de octubre 2009 (medicosypacientes.com/ Europa Press)
La dispensación de la píldora anticonceptiva de emergencia, conocida popularmente como ?del día después? ?debería hacerse, cuanto menos, con una historia clínica de por medio y tras una entrevista con un profesional, ya que ante la venta sin receta de este fármaco no se sabe si una persona está tomando una pastilla al mes o una media de 20?. De esta manera opina el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, el doctor Carlos González-Vilardell, a quien la adquisición de esta píldora en las farmacias, sin receta médica, le parece una medida con una gran suma de inconvenientes.
A su juicio, se trata de una “auténtica barbaridad que se pueda comprar libremente y cuantas veces se quiera en una oficina de farmacia”, tras argumentar que “no deja de ser un fármaco que, como tal, no es inocuo y puede generar graves efectos secundarios en personas con alguna patología” de base, sin pasar por alto el riesgo de aumento de las enfermedades de transmisión sexual, ante el consecuente descenso del uso del preservativo que puede llevar aparejado.
Desarreglo hormonal
Durante un desayuno informativo en el Club Antares de Sevilla, González-Vilardell comentó que “esta clase de píldoras no deja de ser una ‘bomba hormonal’ que provoca un importante desarreglo hormonal”. Junto a los vómitos y mareos que este fármaco recoge en su prospecto, el presidente del Colegio de Médicos aludió también a los “graves problemas” que este desajuste hormonal puede conllevar “en personas que ya sufren problemas de coagulación, hepáticos, renales o vasculares, entre otros”, enumeró.
“No es algo inocuo como se ha querido hacer ver desde algunos sectores, ya que hasta una simple aspirina o ibuprofeno puede ocasionar hemorragias digestivas por un mal uso o en personas con patologías de base”, prosiguió González-Vilardell, quien zanjó la cuestión tras asegurar que “la única sustancia inocua que existe es el agua”.
Con todo, descartó que la entidad colegial sevillana vaya a emprender iniciativa alguna contra esta medida ministerial, si bien defendió la objeción de conciencia, y abogó por que su dispensación “vuelva a estar sujeta a la prescripción de un profesional facultativo”.
Finalmente, y en cuanto a la posibilidad de que parte del colectivo de farmacéuticos pueda acogerse a la objeción de conciencia, recordó que dicha premisa “es un derecho constitucional reconocido” y recalcó que, recientemente, se ha constituido en Madrid una asociación de objetores de conciencia.