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Entrevista con el doctor Marcos Gómez Sancho, presidente de la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado, de la OMC

«Los valores de postmodernidad que se llevan ahora no ayudan en absoluto a las personas enfermas». «El Código Deontológico es sagrado para un médico, se lo tiene que saber y tenerlo siempre muy presente»

El especialista en Medicina Paliativa Marcos Gómez Sancho ocupa la presidencia de la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado de la Organización Médica Colegial (OMC) desde el pasado mes de febrero de 2009. El doctor Gómez Sancho tiene ante sí uno de los principales retos que se le puede presentar a una Comisión de estas características como es la revisión y actualización del Código Deontológico, cuya última versión data de 1999. Este experto se muestra muy ilusionado frente a esta magnánima tarea que espera tener finalizada para mediados de 2010. Precisamente, el presidente de la Deontológica de la OMC considera el Código como una de las principales herramientas para hacer frente a la crisis de valores tradicionales que vive la Medicina como reflejo de la sociedad en la que se haya inmersa, y que, en su opinión, están siendo sustituidos por otros, en el caso de los propios médicos, que en nada ayudan a las personas enfermas. Madrid, 24 de junio 2009 (medicosypacientes.com)

Marcos Gómez Sancho, presidente
de la Comisión Central de Deontología
de la OMC.

-¿Cuáles fueron los principales motivos que le empujaron hacia la presidencia de la Comisión Central de Deontología de la OMC?

-Una vez concluida mi etapa como presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, cargo en el que permanecí durante las dos legislaturas correspondientes, solicité incorporarme voluntariamente a la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, ya que consideré que desde ese ámbito podría seguir siendo útil tanto a la OMC como al conjunto de la profesión. El hecho de dedicarme profesionalmente desde hace 20 años a algo tan extraordinario como son los cuidados paliativos, donde la ética y la deontología juegan un papel decisivo, fue lo que realmente me motivó a pertenecer a esta Comisión. Al año de mi llegada a la misma se produjo la conclusión del mandato de mi predecesor, el excelente doctor Rogelio Altisent, y se me propuso presentarme como candidato para sustituirle. Decidí aceptar el reto con gran honor, y a partir de ahí, trabajo todo lo posible para mejorar la deontología entre los profesionales médicos.

-A su juicio, ¿cuál es la principal razón de ser de esta Comisión Central?

-Muchas veces, los médicos nos limitamos excesivamente a cumplir con nuestras obligaciones asistenciales, estamos muy funcionarizados, por otra parte, tenemos mucho miedo a los juzgados, nos defendemos con Medicina defensiva, y, desde mi punto de vista, la Comisión Central de Deontología funciona como un foco de resistencia ante situaciones de este tipo. Nuestra intención es la de luchar con todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición, a través de la Organización Médica Colegial, para contrarrestar esa corriente tan perjudicial de nuevos valores que nada tienen que ver con los tradicionales del buen médico humanista español de todos los tiempos.

-La crisis de valores a la que alude ¿empuja, a su vez, a una crisis de la deontología médica?

-La Medicina no deja de ser un reflejo de la sociedad en la que está inmersa. En la sociedad actual parece ser que los «valores ya no tienen valor». Cualidades como la honradez, la sinceridad, la prudencia, el trabajo, la responsabilidad han caído en un absoluto descrédito, y son sustituidos por otros valores de la postmodernidad, como el económico, la apariencia, la presencia física, la eficacia, la eficiencia, la competitividad ?., que, desde mi punto de vista, por ejemplo, no ayudan en absoluto a las personas enferma. Frente a esta crisis de valores tradicionales del buen hacer médico reitero que tanto desde la OMC como desde su Comisión de Deontología se están ofreciendo puntos de resistencia activa para intentar contrarrestarlos. La buena noticia, en este sentido, es que a través de nuestro trabajo estamos obteniendo unos resultados muy satisfactorios que van a dar su fruto, a partir de documentos importantes como el de ?los valores de la Medicina del siglo XXI? en la Universidad, en la Atención Sanitaria y en la Investigación, que han sido muy bien recibidos por los médicos y que gozan de una amplia difusión.

-¿Se puede decir que ello constituye uno de los principales desencadenantes de la anunciada reforma del Código Deontológico de la OMC?

-Como es bien sabido, el Código Deontológico es la ?Biblia? que rige la actuación de los profesionales médicos españoles, su importancia escapa de toda duda. Sin embargo, el que manejamos en la actualidad data ya de hace 10 años y ése es mucho tiempo para una materia de carácter ética y deontológica, porque a lo largo de una década han pasado muchas cosas, por ello es necesario y urgente actualizarlo.

-Éste es, precisamente, uno de los compromisos adquiridos por el nuevo presidente de la Organización Médica Colegial, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, según anunció en su toma de posesión,?

-Efectivamente, el actual presidente de la OMC, el doctor Rodríguez Sendín, tiene entre sus principales objetivos la reforma del Código y que le conceda esa importancia, a mi juicio, dice mucho a su favor. A partir de ahí, la Comisión Central de Deontología nos hemos marcado este compromiso como uno de nuestros proyectos clave e inmediatos. Nuestra intención es tener listo el nuevo Código para mediados del año 2010, con el convencimiento de que vamos a sacar adelante un trabajo excelente. No en vano, ya hemos iniciado los trabajos, tenemos repartidas las tareas en cuanto a la revisión de cada capítulo, y se va a trabajar intensamente en su renovación acorde con los cambios que ha experimentado la Medicina desde el punto de vista ético y deontológico, y que son muy significativos.

-Se ha referido a la repartición de las tareas de trabajo. Además de los miembros de la Comisión Central de Deontología, ¿quiénes van a participar en la reforma de este Código?

-Pese a que es una labor propia de la Comisión Central de Deontología de la OMC, vamos a hacer partícipes a las Comisiones Deontológicas de todos los Colegios Provinciales y de todos los Consejos Autonómicos, a través de sus aportaciones y de sus ideas sobre aspectos que consideren que deberían ser plasmados en el nuevo Código. Estoy convencido de que sus aportaciones pueden ser realmente importantes porque muchas de ellas versarán sobre aspectos inéditos no contemplados hasta ahora. Evidentemente, también contamos con el apoyo incondicional de la Comisión Permanente de la OMC y de la Asamblea General, que será la encargada de su aprobación definitiva.

-¿Está de acuerdo en afirmar que el trabajo que requiere dicho Código estrechará las relaciones y coordinación entre las distintas Comisiones Deontológicas Central, Autonómicas y Provinciales?

-Concretamente, otro de nuestros principales objetivos es el de lograr la máxima coordinación entre Comisiones Deontológicas colegiales. Una de las acciones implantadas para llevar a cabo este fin son unas Jornadas anuales que reúnen a todas las Comisiones. Ya se han celebrado dos ediciones, en Guadalajara y en Madrid, y la tercera, que está en camino, tendrá lugar en Baleares. Asimismo, estamos planteando la posibilidad de encuentros periódicos entre los presidentes de estas Comisiones con el fin de estrechar la colaboración y aunar criterios en materia de ética y deontología.

-Se ha referido a las Jornadas de las Comisiones Deontológicas. Precisamente, en la última, celebrada en Madrid, se destacó entre sus conclusiones la mejora del perfil de los integrantes de las mismas ¿qué opina al respecto? ¿es otro de los retos a afrontar por la Comisión que preside?

-Cuando hay elecciones en un Colegio provincial y se renueva la Comisión de Deontología, por lo general, aunque sus integrantes son seleccionados por su perfil y por su reconocido prestigio, lamentablemente, no siempre cuentan con una formación sólida en materia de ética y deontología. En este sentido, desde la Comisión Central Deontológica también queremos colaborar poniendo en marcha un programa de formación destinado a las Comisiones Deontológicas de las entidades colegiales. Éste es otro de los objetivos que nos hemos marcado y que, en estos momentos, estamos estudiando con premura dado que está prevista la renovación de un importante número de Comisiones Deontológicas en breve.

-Ya que hablamos de formación, ¿qué opinión le merece la preparación que recibe el médico de a pie sobre estas materias?

-Concretamente, este aspecto ha sido motivo de una jornada de análisis celebrada recientemente en Badajoz, promovida por su Colegio de Médicos, que ha dado lugar al documento ?Compromiso de Badajoz?, firmado entre los decanos de las Facultades de Medicina y las Comisiones de Deontología de los Colegios de Médicos de España, con el fin de incorporar las materias de ética y de deontología en la Universidad. Por tanto, si hasta ahora no ha estado generalizado su estudio en las Facultades (a pesar de que forma parte de los contenidos en la asignatura de Medicina Legal), a partir de ahora lo va a estar porque está integrada en los nuevos planes de estudio.

-¿Cree que, realmente, el médico colegiado ve utilidad en estas Comisiones de Deontología? ¿Sabe utilizarlas convenientemente en momentos oportunos?

-Lo que es cierto es que las Comisiones de Deontología imponen un tremendo respeto entre los colegiados, incluso, más que el propio Colegio, y es algo que me parece bien, al igual que entiendan que el Código Deontológico es sagrado, se lo tienen que saber, tenerlo siempre presente y actuar conforme a él. Es importante recordar que los médicos nos exigimos a nosotros mismos mucho más de lo que nos exigen las Leyes. La Deontología va mucho más lejos que el Derecho y nuestra capacidad y también nuestra obligación de autorregulación debe de ser sagrada. Sin embargo, también es verdad que las Comisiones Deontológicas tenemos la responsabilidad de ser cercanas a los colegiados, por ello estamos ideando nuevas formas de acercamiento como puede ser, por ejemplo, la edición de una especie de manual con muchos casos prácticos para que el médico pueda ilustrarse en ese sentido. También sería bueno que desde cada Colegio provincial se organizaran actividades dirigidas a los colegiados para formarles, informarles y capacitarles en aspectos deontológicos imprescindibles.

-Para finalizar, ¿dista mucho la deontología concebida en España de la del resto de Europa o las de otros países occidentales?

-Como es lógico y natural, cada país tiene sus propios Códigos de Deontología, sin embargo, la sensación que tengo, como conocedor de la deontología diseñada tanto en países occidentales como en otros iberoamericanos, es que no hay excesivas diferencias entre unas y otras. Precisamente, uno de los miembros de nuestra Comisión, el doctor Eliseo Collazo, acaba de finalizar una tesis doctoral dedicada a Códigos Deontológicos, en la que se plasma una visión muy amplia a nivel internacional.

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