El secretario general de Sanidad, el doctor José Martínez Olmos, clausuró la Jornada “Balance de una pandemia anunciada: la Gripe A”, promovida por la Organización Médica Colegial. El reprentante del Ministerio de Sanidad valoró positivamente la celebración de un evento de estas características, en el que se evaluó, desde distintas ópticas, la situación generada y en el que se dió voz a todos los agentes involucrados, de una manera u otra, en la gestión de esta crisis de salud pública de primera magnitud. Martínez Olmos analizó la actuación tanto de la Administración, haciendo también alusión al papel de la OMS y al de los profesionales médicos
Madrid, 30 de abril 2010 (medicosypacientes.com)
Momento de la intervención del doctor
Martínez Olmos, acompañado del presidente
de la OMC.
El broche a esta intensa jornada de análisis sobre la Gripe A, promovida por la Organización Médica Colegial, lo puso el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, quien con mucho interés realizó ?una reflexión en primera persona?, pero ?desde la doble vertiente de experto en salud pública y de autoridad sanitaria española?, tal como expuso ante los asistentes a la misma, sobre el proceso de gestión de la crisis de la Gripe A. Tal es el interés del doctor Martínez Olmos por este tema que, incluso, como comentó en un momento de su intervención, se ha propuesto la elaboración de una tesis doctoral sobre este fenómeno de carácter global en el que, como indicó, “han confluido, como nunca, toda una serie de elementos sociológicos. El mundo global en el que vivimos actualmente le ha dado una complejidad a la gestión de la pandemia”.
Ilustró la gestión, en su opinión, “modélica de la Gripe A en España porque se han tomado decisiones acordadas más científicas que políticas”, con una serie de ejemplos tales como que, a la hora de la compra de las vacunas contra la Gripe A, “nuestro país ha sido el único que ha hecho una previsión basada en el conocimiento, sobre cuántas vacunas teníamos que comprar”. “Teníamos -añadió- la instrucción de la OMS de comprar dos dosis por persona, porque al ser una vacuna que todavía no se había probado, cabía la duda de que fuera necesaria una dosis de recuerdo, y cuando se hizo la reserva del número de vacunas a comprar, se hace sobre la base de una instrucción de la OMS, y no todos los países hicieron lo que hicimos nosotros, la previsión que hicimos fue de comprar una dosis para el porcentaje de población basado en los criterios de grupos de riesgo, lo que nos permitió a diferencia de otros países redefinir la compra. Así, de 18 millones de vacunas que podríamos haber comprado, sólo adquirimos 13 millones”.
En este orden de cosas, recordó la oposición del Gobierno español al cierre de fronteras, en su momento, a la aviación de México, cuando otros países también lo hicieron, puesto, que “técnicamente, no tenía fundamento al estar el virus ya extendido”, sin pasar por alto, la decisión de desarrollar el curso escolar con total normalidad, que tampoco coincidió con las decisiones de los Gobiernos de otros países.
Desigualdad, problema de primer orden
Para el secretario general de Sanidad, uno de los principales problemas que se esconden tras pandemias de este tipo es el de la desigualdad en el mundo, que se traduce en que una situación de estas características se viva de muy distinta manera en un punto u otro del planeta, al igual que ha sucedido con respecto a la vacunación, algo que, a su juicio, “realmente preocupa y que no ha quedado resuelto”.
A su criterio, es preocupante que ante una nueva situación de este tipo “no se puedan poner a disposición de todos los ciudadanos las armas que la ciencia médica ha desarrollado, tales como detección precoz, antivirales, o las propias vacunas para todo el que las necesite, y eso -insistió- no ha quedado resuelto”. De ahí, el interés, en su opinión, de que exista una Organización Mundial de la Salud.
Papel de la OMS
En ciertos aspectos, el doctor Martínez Olmos considera “impecable” el papel desempeñado por la OMS. “Se constata la aparición de un nuevo virus para la humanidad, del que todas las personas son suceptibles de infectarse y que, incluso, puede producir la muerte, y lo lógico es activar todos los mecanismos a nuestro alcance, ante una situación complicada. Si luego, la situación ha evolucionado con menor gravedad, mejor para todos”.
No obstante, y como recordó, la propia OMS está en un proceso de autoevaluación que hará pública, y, es a partir de sus resultados cuando realmente se podrá juzgar su papel.
Mientras tanto, como instó, “si alguien piensa que la OMS ha tenido interés, no tiene que decir que ha tenido interés, sino que el que acuse que presente pruebas, porque acusaciones tan graves requieren pruebas, de lo contrario podemos estar contribuyendo a generar un descrédito a un Organismo tremendamente importante para el futuro de la humanidad”.
No obstante, el secretario general de Sanidad, reconoció que ciertas actuaciones de la OMS pueden ser mejorables, como, por ejemplo, en materia de comunicación. “Creo que la OMS pudo mejorar y puede mejorar en comunicación. A mi me hubiera gustado enterarme de cosas directamente por la Organización y no por la prensa. Ahí tengo un ejemplo de algo en que tiene que mejorar la OMS como es la comunicación directa con los Gobiernos. No es razonable que el secretario general de Sanidad se entere de cosas por la prensa, teniendo como tiene que tomar decisiones como autoridad sanitaria”.