Las obras se pueden contemplar hasta el 31 de mayo, realizando un recorrido por las nuevas instalaciones de la sede colegial cántabra
Santander, 18 de enero 2011 (medicosypacientes.com)
El escultor Vera.
El Colegio de Médicos de Cantabria acoge hasta el día 31 de mayo una muestra de esculturas del médico-artista, José Antonio Andrés Vera. La exposición se puede contemplar realizando un recorrido por las nuevas instalaciones de la sede colegial cántabra. El autor de las esculturas es médico de familia-artista con una gran virtud en sus manos para moldear la madera y jugar con el volumen de las obras.
José Antonio Andrés Vera nace en Zaragoza en 1956, en donde realiza estudios de Medicina en la Universidad de la capital aragonesa. En esa época se dedica a la fotografía artística siendo socio de la Sociedad Fotográfica de Zaragoza y participa como reportero gráfico para un periódico local, por amor a la fotografía de gentes. Tampoco deja de lado algún ejercicio con la pintura y con la escultura con diversos materiales.
Sin embargo, no realiza ningún estudio relacionado con las artes, siendo totalmente autodidacta; como dice el autor, ?las artes plásticas se aprenden principalmente con la vista y con las manos, con un cierto toque de curiosidad por la experimentación y una apuesta por jugar con las sensaciones y eso tan confuso y peculiar para todos que es la belleza?.
Cuando comienza a ejercer su profesión de médico en Tenerife, es cuando inicia su contacto más continuo con la escultura y más concretamente con la madera como materia plástica para jugar con el volumen. Allí comienzan sus primeras actividades públicas con exposiciones varias, que luego continuará en la península.
Para el escultor, su actividad diaria está dividida entre la medicina y la escultura, sin embargo son complementarias en su vida y que ?ambas tienen un poco de rutina y un mucho de creación, que es lo importante?.
Actualmente reside en Riaño de Ibio, Ayuntamiento de Mazcuerras, en donde trabaja como médico rural y desarrolla su actividad artística integrado en su entorno natural acorde con su intimismo y sensibilidad.
Para el médico-escultor, la madera tiene algo de fascinante. La considera como ?algo vivo, no sólo por su origen en un ser vivo: el árbol?, sino por aquello que perdura en ella, con el movimiento de sus vetas, sus texturas y colores, su calidez y sensualidad, su aroma y su brillo, su tacto. En definitiva, porque el autor quiere que sus obras no sólo se contemplen sino que se palpen y se acaricien.
Para Andrés Vera, la escultura en su tridimensionalidad ?ha de necesitar del sentido del tacto, para su integración sensorial?. Su tratamiento es siempre artesanal, lento y tranquilo, con el objetivo de invitar a una contemplación y maduración prolongada de cada obra y por eso su autor reconoce que en cada obra hay algo de él.
En ocasiones trabaja con piezas deterioradas por la intemperie, con un proceso escultórico previo del tiempo y de la naturaleza, para alternarlo con la acción de la mano del hombre. Son de destacar algunas obras realizadas a partir de traviesas viejas de ferrocarril. Trabaja con maderas nobles, algunas del país como el roble, el castaño, el tejo, el fresno, la sabina, el cedro, el enebro, el nogal, etc?y también con maderas importadas de origen tropical, como la caoba, la cereceida, la jatova, entre otras.
Se adjunta información sobre las exposiciones de Andrés Vera.
