El Dr. Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha intervenido en la XVI tertulia médico jurídica de PROMEDE, Profesionales de la medicina y del derecho, denominada “Responsabilidad de las administraciones sanitarias en los contagios profesionales en la pandemia de la COVID-19”, en la que ha reivindicado que la “medicina sea considerada como profesión de riesgo y no solo por la COVID-19”
La inauguración del acto ha corrido a cargo de Juan Abarca, consejero delegado de PROMEDE; Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, y Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). Tras la apertura del encuentro, numerosos expertos analizaron la responsabilidad de las administraciones sanitarias en los contagios profesionales en la pandemia de la COVID-19; entre ellos Ricardo De Lorenzo, asesor jurídico del CGCOM.
En su intervención el Dr. Tomás Cobo ha abordado “dos aspectos importantes que nos afectan directamente como profesionales sanitarios que son la consideración de la COVID-19 como enfermedad profesional y la Medicina como profesión de riesgo”. “Conseguimos que, durante la pandemia, la COVID fuera considerada como contingencia sanitaria, y en la prórrogas sucesivas de la pandemia. Sin embargo, todas las Administraciones siguen considerando a la COVID-19 como una enfermedad común con efectos económicos de accidente laboral. Esto está generando que haya múltiples denuncias para el pago del sustento de los profesionales sanitarios y médicos”, ha explicado el Dr. Cobo.
Tal y como ha explicado, la medicina debe ser considerada como una profesión de riesgo. “No solo por la COVID-19 o porque en algún momento de nuestra carrera profesional vamos a tener que ir a países en vías de desarrollo, sino porque en nuestro día a día estamos en riesgo, expuestos a radiaciones ionizantes y no ionizantes, sometidos a la inhalación de gases anestésicos, como en mi caso, como anestesista, a agentes infecciosos como tuberculosis, hepatitis… y hay que tenerlo en consideración”, ha asegurado.
Asimismo, en su opinión también hay que tener en cuenta la “penosidad laboral en el ejercicio profesional y las guardias a lo largo de los años”. “Si tenemos en cuenta todas las guardias que hacen los sanitarios a lo largo de su vida son años de vida en el hospital como para tener los beneficios de una profesión de riesgo”, ha añadido.
Por su parte, Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, ha puesto en relieve la «inseguridad que vivieron muchos profesionales sanitarios, sobre todo durante el principio de la pandemia». «Tuvimos que utilizar bolsas de basura como batas, reutilizar Epis, material defectuoso que genero contagios, etc. La salud de los profesionales se vio expuesta y la gestión ha dejado mucho que desear», ha explicado. 
En su intervención, Ricardo De Lorenzo, asesor jurídico del CGCOM ha trasladado “el posicionamiento de la corporación médica, que ha sido, desde el primer momento, que el contagio por la COVID-19 es una contingencia profesional».
En este sentido, ha explicado que “la correcta calificación para aquellos trabajadores que pudieran haberse contagiado en su puesto de trabajo o que hubieran estado expuestos a personas infectadas sería la de enfermedad profesional, como establece el Tribunal Supremo». De hecho, tal y como ha manifestado, países como Francia o Italia ya consideran la COVID-19 como enfermedad profesional.
