El presidente de la OMC replica en este artículo, publicado también en el suplemento “A tu Salud” de La Razón, las críticas del Dr. Juan Abarca y resalta el papel de la corporación como un espacio ético y democrático de libertades profesionales y directivas al servicio de los pacientes y del SNS “abierta a cualquier debate sociosanitario de interés venga de donde venga”.
Madrid, 14 de mayo de 2015 (medicosypacientes,com)
La OMC, es la casa de todos los médicos, trabajen donde trabajen.
El Sistema Nacional de Salud (SNS) distribuye riqueza y disminuye los efectos de la pobreza, el llamado triple subsidio: de sanos a enfermos, de ricos a pobres y de jóvenes a ancianos. Y el SNS no es propiedad de nadie, porque es de todos; ni nadie se puede arrogar ser su dueño o ponerlo en peligro con juegos irresponsables. Y la Organización Médica Colegial como consecuencia de sus principios fundamentales ha asumido como objetivo institucional y como compromiso deontológico defender un sistema sanitario público justo y de calidad para nuestros pacientes y conciudadanos.
Representamos por igual a los 230.000 colegiados, a los que ejercen en la sanidad pública y en la privada. Médicos que por cierto no se deben confundir con los intereses empresariales y mercantiles de la empresa sanidad privada.
Los médicos que trabajan como asalariados, contratados por servicio, para una aseguradora, o en su propia clínica, consulta o centro sanitario, tienen los mismos compromisos éticos y profesionales que los que actúan como empleados públicos; y han demostrado que en su inmensa mayoría buscan la mejor asistencia, aspiran a mantener y desarrollar sus competencias técnicas, y a mantener intacto el vínculo de fidelidad hipocrática con los intereses de sus pacientes.
Esto no siempre es fácil, porque la “sanidad privada” ha ido cambiando con los años a “sanidad comercial”, en la medida en que el ánimo de lucro se ha ido apoderando del capital empresarial, o ha infiltrado la conciencia de bastantes médicos empresarios, alejándoles del profesionalismo y acercándoles al taylorismo y trato asimétrico con otros colegas empleados en sus centros. Para estos médicos precarizados y con frecuencia maltratados por aseguradoras y empresas, la OMC debe ser capaz de ser su casa y refugio para dignificar la profesión.
El objetivo irrenunciable del SNS son los resultados en salud de pacientes y poblaciones por encima de cualquier otra consideración y la atención equitativa a los ciudadanos en toda España. Mientras que el objetivo de la sanidad privada, salvo aquellas sin ánimo de lucro, incorpora inevitablemente el beneficio económico. Por eso consideramos que la sanidad privada comercial no puede sustituir ni gestionar la sanidad pública y menos arrancar trozos de la misma, y asumir responsabilidades de asegurar y garantizar el derecho a la salud, ya que esta responsabilidad esa irrenunciable por parte de los poderes públicos y las autoridades sanitarias.
La OMC es por principios un espacio ético y democrático de libertades profesionales y directivas al servicio de los pacientes y del SNS. Por ello no negamos la casa de los médicos a ningún debate sociosanitario de interés venga de donde venga y especialmente si quienes lo promueven, como en este caso, son médicos incluido algún economista medalla de oro de la propia OMC, como en el caso de la reciente presentación de un libro sobre la regeneración de la sanidad pública en nuestra sede. Otra cosa diferente es que gusten mas o menos los contenidos y propuestas del mismo lo que evidentemente no es cosa nuestra.
Nos preocupa la situación actual de la profesión médica y de los profesionales sanitarios: sus condiciones y medios para desarrollar una buena práctica asistencial, tanto en la sanidad pública como en la privada… , por cierto maltratados y explotados en ambas ? pero esto para otro día-; y ésta conciencia amplia de defender al médico y dignificar a la profesión es para nosotros el norte y guía de nuestras actuaciones en estos tiempos complejos que vivimos.
Porque con la sanidad pública y el buen profesionalismo aseguramos que no nos dejamos a nadie atrás; ni en la cuneta. Lo prioritario en los servicios públicos es la eficacia, la calidad y la seguridad antes que el beneficio y la eficiencia.
Ante el impacto de las políticas económicas, laborales, sociales, y de dependencia, debemos activar el contrato social implícito para rescatar a la gente más necesitada Este es el contenido profundo del pacto que hemos querido alcanzar con la administración desde el Foro de la Profesión Médica; y esta es también nuestra frustración por el escaso fruto obtenido.