La pandemia por el virus SARS-COV-2, causante de la COVID-19, es la mayor catástrofe a nivel mundial desde la II Guerra Mundial. El 10 de enero de 2021, el número de casos confirmados de COVID-19 y de muerte a nivel global (88.120.981 y 1.914.378, respectivamente; Organización Mundial de la Salud) y en España a 8 de enero de 2021 (2.050.360) y 51.874, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social Profesionales – Situación actual Coronavirus), no solo son extraordinariamente elevados sino que serán, desgraciadamente, superados por los de la semana próxima
La única forma efectiva de prevenir una enfermedad por un nuevo virus, especialmente por virus respiratorios como el SARS-CoV-2, es a través de la vacunación de la población. Máxime cuando, además, no disponemos de medicamentos con actividad antiviral que sean eficaces para reducir la mortalidad en los casos graves ni para impedir que casos leves progresen a casos graves. Esta situación no es nueva, especialmente en las enfermedades virales. Baste recordar que la mortalidad y las secuelas graves que producen virus como los del sarampión o el de la poliomielitis, han desaparecido en los países en los cuales prácticamente toda la población susceptible se vacuna, como ocurre con el calendario vacunal en la edad infantil en España.
Los avances científicos extraordinarios que se han conseguido desde mediados del Siglo XX han permitido que desde diciembre de 2020 dispongamos de vacunas muy eficaces y seguras, dos de las cuales, actualmente, han sido aprobadas para uso humano por la European Medicine Agency (Treatments and vaccines for COVID-19 I European Medicines Agency. En España, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha desarrollado la ‘Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España’, actualizada el 18 de diciembre de 2020 (Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social – Profesionales Estrategia de vacunación COVID-19 en España. La vacunación en España comenzó el 27 de diciembre de 2020 y, en datos del MSCBS, se han distribuido 743.925 dosis de vacuna, de las que se han administrado 277.976 dosis, lo que supone el 37,4% de las disponibles, con un rango entre las Comunidades Autónomas, Ceuta y Melilla del 14,3% al 75,2%, siendo en Andalucía del 49,5% (Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social Profesionales – Estrategia de vacunación COVID-19 en España, acceso 10/1/21).
En este contexto, marcado por la situación sanitaria de extrema gravedad causada por la pandemia de COVID-19, la existencia de vacunas preventivas autorizadas por la European Medicine Agency como agencia regulatoria de la Unión Europea, y la existencia de la ‘Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España’, el Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla (RICOMS) quiere, en el ejercicio de sus responsabilidades profesionales, instar a:
1. Los ciudadanos, a recibir la vacuna frente a la COVID-19, en el marco de la ‘Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España’, con confianza plena en las autoridades sanitarias y en la European Medicine Agency, como elemento esencial de protección individual y colectiva de la población española. Debemos confiar plenamente en las vacunas, con su probada y bien conocida capacidad de prevenir enfermedades, así como en los avances de la ciencia que han permitido en un corto espacio de tiempo disponer de vacunas frente a la COVID-19. Y no hacer caso de algunas informaciones falsas en contra de las vacunas que circulan por las redes sociales, pues la autorización de su uso en seres humanos se realiza tras un análisis científico riguroso, como se hace con todas las vacunas y los medicamentos.
2. Las autoridades sanitarias, desde el Gobierno de España en primer lugar, máximo responsable de la organización sanitaria frente a una pandemia con las enormes consecuencias de la COVID-19, y también a los de todas las CC.AA. como provisoras de los cuidados sanitarios, a considerar con el máximo nivel de prioridad la vacunación de la población, en el marco de la citada »Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España’, con un nivel de organización muy elevado y eficiente.
3. Los dispositivos eficientes de vacunación, para que funcionen al máximo de su capacidad incluyendo los días festivos, dado que la COVID-19 no hace distinciones de fechas, pues las personas enferman, y fallecen una elevada proporción de los hospitalizados, todos los días de la semana.
4. Ofrecer toda la colaboración del RICOMS, en aquello que se juzgue necesario, para alcanzar en el plazo más breve posible la inmunización de la población frente a la COVID-19, mediante las vacunas disponibles.
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