Médicos y Pacientes entrevista a la Dra. Luisa González, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid y aspirante a la presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), cuyas elecciones se celebrarán el próximo 27 de febrero
¿Qué le ha motivado a presentarse a este cargo?
Despertar el ánimo corporativo y reavivar nuestros nobles ideales, porque nos jugamos nuestra identidad como médicos.
¿Cuáles son los principales objetivos para la legislatura a la que aspira?
- Impulsar el reconocimiento del gran valor social que representan los colegios de médicos.
- Colaborar en la construcción de una organización eficaz, moderna y pluralista.
- Ser instrumento al servicio de una institución fuerte, que cumpla sus funciones públicas en la regulación de la profesión, para el prestigio del médico.
- Ganar el afecto y la confianza de los médicos; que les ilusione participar en la actividad colegial en todos sus ámbitos.
- Ser puente facilitador de alianzas con la administración, la universidad, las sociedades científicas, los sindicatos y los colegios.
Ante la circunstancia excepcional de pandemia en la que se encuentra el país y especialmente los facultativos ¿Cómo valora el papel de la corporación durante el año de pandemia?
Considero que se han hecho esfuerzos encomiables y bien intencionados, sin embargo, han sido lentos, reactivos e insuficientes.
La unión y el compañerismo profesional han existido pero no ha tenido una traducción en resultados. Ha faltado dinamismo, energía, ganas de remangarse, mojarse y bajar a la arena.
¿Cuáles son las líneas de trabajo que debe de seguir el CGCOM ante la situación derivada por la COVID19?
Los tiempos que vivimos reclaman una respuesta urgente y un cambio extraordinario. Ha llegado la hora de renovar y dinamizar operativamente la organización, para ser de verdad eficaces en el servicio a los médicos.
Modernizar los cauces de comunicación interna y externa, integrando voluntades para transmitir un mensaje contundente en contenidos y directo en la forma de aplicarlo.
Una línea de actuación ineludible es dar visibilidad al papel de la mujer en la Medicina del siglo XXI, impulsando la conciliación y la defensa de un trabajo digno.
Recoger el testigo del gran legado de los que nos han precedido, adecuándolo a las nuevas realidades profesionales y a los retos acuciantes que la sociedad nos plantea.
Por concretar más, creo que la pandemia nos ha dejado enseñanzas valiosísimas que debemos aplicar hoy y en el futuro. Hemos aprendido que podemos optimizar los recursos y salvar más vidas: asegurando la protección de la salud del personal médico; unificando y compartiendo los criterios de ingreso; reconociendo las unidades de críticos y semi-críticos para realizar una contabilidad real de la capacidad del sistema sanitario; trabajando en la humanización de la asistencia como el acompañamiento a pacientes y familiares, y por último poniendo en valor la actuación de los profesionales que han demostrado su dedicación y competencia.
¿La estructura de la corporación o su funcionamiento necesita mejoras? ¿Cuáles?
Lo que mi candidatura aporta es novedoso e ilusionante. Lo resumo en cinco efes: Facilitadora de cambios y relaciones, estableciendo alianzas para equiparar con Europa el prestigio profesional y el reconocimiento social. Reducir la burocracia interna y en la actividad asistencial, así como erradicar la precariedad de los contratos, que evite la fuga de especialistas que tanto nos cuesta formar.
Flexible,con un estilo nuevo, fresco, moderno e integrador, porque necesitamos una reforma profunda de los modelos de gestión, dejando entrada a la autogestión de los médicos. Conseguir un Medicina que esté joven e ilusionada, para recuperar el afecto y la confianza de los colegiados.
Fuerteante la Administración, para que la OMC sea de verdad el aliado de las autoridades sanitarios de modo que nos posicionemos a la altura de nuestra función pública. No es posible hacer una buena política sanitaria sin contar con los médicos.
Firmeen el desarrollo y la defensa de la Deontología Médica, convirtiéndola en el eje real de la vida profesional, al servicio de la comunidad. Cuidar con esmero las comisiones de deontología invirtiendo en formación para consolidar la enseñanza de nuestro de código de conducta en la Universidad y en la práctica clínica.
Por último, femenina como la medicina actual, impulsando políticas efectivas de conciliación de la vida laboral y personal, es urgente negociar un nuevo marco laboral que flexibilice las jornadas y permita compatibilizar la actividad asistencial con la docencia y la investigación.
¿Qué servicios cree que se deben o pueden mejorar y/o incorporar?
Debemos avanzar en la digitalización, tanto en las bases de datos de colegiados que deben ser completas y actualizadas, como en los servicios que se prestan. En este sentido resulta muy operativo y adaptado a la realidad virtual que nos envuelve, disponer de herramientas accesibles y potentes para móviles y tabletas. Una buena APP de los colegios acerca enormemente la institución a los médicos.
Hay que mejorar la formación que se imparte desde los colegios, los cursos deben quedar grabados y estar disponibles para toda la colegiación. Debemos aspirar a ser agencias acreditadoras de la formación. También hay que trabajar en el acceso libre, fácil, gratuito y directo de los colegiados a la literatura científica. El colegio debe ser un ejemplar proveedor de la formación y la evidencia científica, para esto son imprescindibles las alianzas con la Administración y la Industria.
Incorporar una bolsa de trabajo especializado en el ámbito médico, que sea punto de encuentro entre la oferta y la demanda. Aportar herramientas y recursos que sean útiles para ayudar a desarrollar la carrera profesional. Suministrar información práctica para el aprovechamiento de las distintas etapas de la vida profesional.
Dar a conocer las actividades y documentos importantes elaborados por los comités científicos de los colegios, así como por los comités de profesionalismo y de áreas específicas como la salud mental, la salud de la mujer y el adulto mayor.
Hemos de trabajar intensamente en todo aquello que haga ganar el afecto de nuestros colegiados, deben sentir que el colegio les aporta lo que necesitan y que es su casa, porque se ven identificados, defendidos y acompañados.
¿En qué campo debe de centrarse más la actividad de la corporación los próximos años fuera de la COVID?
Diálogo continuo con la Administración, en una relación horizontal, porque hemos de lograr mejoras que pongan en valor la figura del médico, elevando la prioridad del criterio médico en la práctica clínica, evitando la mercantilización de la sanidad que pone excesivo peso en la presión de producción asistencial con enfoque económico. Gerente y director médico deben estar al mismo nivel, porque sólo así el médico será revalorizado en su justa medida y el enfermo obtendrá el mejor beneficio. Esto claramente deberá tener un impacto en acelerar los procesos relacionados con la carrera profesional y en garantizar tiempo para la formación, la docencia y la investigación. La formación continuada es un alimento imprescindible para la vida clínica y tiene que ser garantizada por la organización.
La pandemia ha puesto de manifiesto el enorme beneficio que supone romper los compartimentos estancos entre las especialidades en la práctica clínica, esto ha permitido maximizar la capacidad de atención a pacientes cuando el sistema se ha visto desbordado. Hay que fomentar por tanto las relaciones entre las especialidades y agilizar la creación de las nuevas especialidades que han surgido con el desarrollo científico y asistencial.
¿Qué destacaría de la labor que desempeñan las tres fundaciones con las que cuenta el CGCOM?
Las tres Fundaciones han experimentado una evidente modernización en los últimos años, pero necesitamos que los colegiados las conozcan mejor. Es fundamental poner empeño en explicar, de un modo más cercano, que la actividad de las fundaciones beneficia enormemente a la profesión.
En el caso de la Fundación para la Protección Social necesitamos negociar con más energía el PAIME con los Gobiernos autonómicos, dado que la Administración Sanitaria debe implicarse y compartir la responsabilidad en la atención del médico enfermo, por la cuenta que le trae a la sociedad.
Hemos de promover con mayor visibilidad la atención a los médicos senior, que han dejado la vida en la profesión y a veces se sienten poco reconocidos en la práctica. Por ejemplo, me duele ver que los médicos jóvenes no veneran a sus mayores cuando les atienden en urgencias. En esto debemos mejorar mucho. Me gustaría que los colegas que se jubilan se sintieran mucho más orgullosos de la atención que reciben de su corporación.
La Fundación para la Formación está dando grandes pasos que me gustaría impulsar mediante alianzas con los Consejos Autonómicos de Colegios de Médicos. La finalidad es tejer la red de formación continuada para profesionales de la medicina más potente de España. Debemos ser los líderes de la formación, acogiendo todas las buenas iniciativas y sobre todo haciendo sinergias con los Colegios Provinciales que tienen actividades excelentes que deberíamos compartir con el resto. La OMC debe ser un lugar donde quien tenga un buen proyecto formativo pueda recibir apoyo para llevarlo a cabo con el soporte requerido. Y sin duda alguna, en esto debemos ayudar a otros países de habla española.
Los médicos están sujetos al Código de Deontología Médica que está en proceso de actualización. De este libro de cabecera para los profesionales ¿qué principios y valores destacaría y cuáles habría que incorporar?
Destacaría todos y cada uno de los principios del Código de Deontología Médica vigente. La actualización no puede llevarnos del análisis a la parálisis por ser excesivamente exhaustivo. Hay que profundizar en lo que ya no es operativo y traducirlo a un lenguaje actual y moderno sin perder los valores por el camino.
Es ilusionante y reafirma nuestra identidad recordar que no hemos hecho Medicina para colaborar con lo que no es Medicina y nunca podrá serlo. Está en juego la esencia del profesionalismo, la relación de respeto y confianza que nos une a nuestros pacientes. No podemos romper este vínculo, este compromiso, que es seña de identidad de la nobleza de la profesión.
Desde 2008 la corporación ha creado un cuerpo de doctrina centrado en el profesionalismo médico, ¿qué opinión tiene al respecto?
Es imprescindible potenciarla si queremos lograr los objetivos arriba mencionados. Conozco bien el progresivo impulso que desde la OMC se ha dado al Profesionalismo, en los últimos 20 años. El prestigio del Profesionalismo y la Deontología han crecido de forma evidente entre los médicos jóvenes y eso es muy esperanzador y positivo. Ahora necesitamos hacer pedagogía para explicar que estamos comprometidos con la sociedad, por vocación, como se está demostrando en la pandemia. Somos una pieza clave para la sostenibilidad del sistema sanitario, aunque a veces parece que algunos no lo quieran entender, pero la OMC logrará que este mensaje llegue a los gobernantes de forma directa y con resultados.
En el plano internacional la corporación cuenta con un peso cada vez más relevante ¿En qué organizaciones y asuntos debe hacer hincapié?
Sin duda, resulta esencial establecer lazos con vocación de continuidad con las organizaciones homólogas y con la UEMS, para fortalecer nuestra institución y facilitar la formación continuada. Nuestro horizonte debe estar en Europa ya que es el aliado natural en nuestra meta de prestigio y reconocimiento social, con traducción efectiva en la jornada laboral y en la remuneración profesional digna. La fisonomía internacional que tiene actualmente la profesión exige reforzar los nexos de unión y canales comunicativos con el continente americano.
La participación en la cooperación con países en vías de desarrollo es una línea de trabajo fundamental que es muestra de la generosidad que nos mueve y nos compromete. Hemos de poner todo el empeño para que sea una realidad tangible.
El CGCOM impulsó que la Asociación Médica Mundial hiciera una declaración sobre la Relación Médico-Paciente para que fuera declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ¿Cómo valora esta iniciativa transversal del Foro de la Profesión Médica y cuáles deben de ser los siguientes pasos a seguir?
La valoro como una iniciativa excelente que propongo continuar, defender y promocionar. El primer paso debe ser darla a conocer a los médicos porque sin duda será un recordatorio intangible de los ideales que nos unen.
¿Qué mensaje le diría a los que van a decidir estas elecciones para convencerles de que usted es la mejor opción?
En primer lugar les diría que traten de elegir al mejor candidato de forma libre e independiente, decidiendo en conciencia lo que los colegiados verían con buenos ojos y evitando atarse a los intereses personales que el tiempo haya podido construir.
Soy muy consciente de la pluralidad y diversidad que existe en la colegiación. Es un trabajo ineludible que seamos capaces de convertir nuestra corporación en un ejemplo de deliberación y democracia, sin luchas internas agotadoras y estériles. Vamos a cuidar a nuestros colegas porque queremos cuidar a nuestros pacientes. Asumo el vértigo de esta tarea, no puede haber vencedores y vencidos.
Presidir la OMC es una gran oportunidad y estoy firmemente convencida de que puedo liderar este cambio con energía y determinación.
