El próximo 6 de junio se celebra el Día Mundial del transplantado. A finales de 2008, alrededor de 62.000 pacientes en la UE esperaban un órgano, mientras que entre 2005 y 2008 en los países de la UE se registraron un total de 34.454 donantes, de los cuáles 6.182 son españoles
Madrid, 4 de junio de 2010 (medicosypacientes.com)
Uno de cada cinco donantes europeos es español o vive en nuestro país, ya que representa el 18 por ciento de las donaciones totales, aunque la población nacional sólo representa el 9,4 por ciento de toda la UE, advierte el Ministerio de Sanidad y Política Social para quien estas cifras demuestran la “generosidad” de los ciudadanos españoles.
Sin embargo, “es un número de donaciones insuficiente para cubrir las necesidades de una población”. De hecho en Europa cada día fallecen 12 personas a la espera de un trasplante, puesto que los órganos disponibles sólo permiten cubrir el 46 por ciento de las necesidades.
A finales de 2008, alrededor de 62.000 pacientes en la UE esperaban un órgano, mientras que entre 2005 y 2008 en los países de la UE se registraron un total de 34.454 donantes, de los cuáles 6.182 son españoles.
Actualmente, en Europa existen enormes diferencias a la hora de abordar la escasez de órganos. La actividad de donación de personas fallecidas oscila entre un donante por millón de población, como es el caso de Bulgaria, y 34,4 donantes por millón de población como ocurre en España.
En cuanto a la donación de vivo Chipre encabezaba el ránking europeo de trasplante renal de donante vivo, con 48,6 trasplantes, seguido de Holanda (25,1), Inglaterra (15,3) y Suecia (14,8), mientras que en los países del área mediterránea la actividad era muy discreta.
No obstante, el ministerio, que este miércoles celebra el Día Nacional del Donante de Órganos, organizado por la Federación de Asociaciones de Enfermos Renales (ALCER) y otras asociaciones de pacientes trasplantados, recuerda que la situación “podría incrementarse de forma sustancial” con la aplicación de la Directiva europea sobre calidad y seguridad en la donación y trasplante de órganos, aprobada recientemente por el Parlamento Europeo.
Sanidad recuerda que puede ayudar a España a impulsar la donación de vivo y propone iniciativas para igualar la actividad de este tipo de donación, mucho más desarrollada en el norte de Europa que en el sur, entre los distintos países.
La directiva otorga una especial protección a estos donantes y recuerda que esta debe ser siempre voluntaria y no remunerada. Asimismo, obliga a efectuar un seguimiento adecuado del donante vivo tras la donación y a comunicar cualquier problema que pueda desarrollar. “Estas medidas, junto con el resto, contribuirán a evitar el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes en Europa”, explican.
Cuando se aplique esta normativa, 500 millones de personas mejorarán su acceso a los trasplantes, que aumentarán tanto en cantidad como en calidad. Según los cálculos de la Organización Nacional de Trasplantes, solamente con el desarrollo del Plan de Acción, el número de donantes en los 27 países de la UE podría incrementarse en un 89 por ciento. Con este aumento, cada día 143 pacientes europeos podrían beneficiarse de un trasplante, frente a los 76 actuales, lo que representa poder salvar diariamente la vida de 67 personas más.
La directiva, que recoge un Plan de Acción que se desarrollará entre 2010 y 2015, y ha sido diseñada a semejanza del modelo español de trasplantes, será de obligado cumplimiento para los 27 Estados Miembros de la Unión Europea.
Asimsimo, garantiza la trazabilidad de los órganos en toda Europa e incluye el desarrollo de programas de garantía de calidad en el proceso de la donación, pretende impulsar y potenciar el intercambio de órganos dentro de los distintos países de la UE, optimizando los recursos disponibles.
En este aspecto, destaca la creación de un sistema de notificación y alerta de efectos adversos, y registros de actividad trasplantadora. “Hasta ahora, la disparidad de criterios en los requisitos de calidad y seguridad entre los distintos países de la UE ha sido un obstáculo para el intercambio de órganos en Europa e incluso con terceros países”, advierte.