El editorial del último número de la revista del Colegio de Médicos de Granada analiza el momento actual de estas instituciones en nuestro país y las razones que justifican su existencia ?insustituible en el marco de una sociedad civil avanzada y participativa?
Madrid, 12 de mayo 2011 (medicosypacientes.com)
En el último número de la revista ?Opinión médica?, editada por el Colegio de Médicos de granada, cuyo presidente es el Dr. Javier de Teresa, se dedica el editorial a realizar un análisis de la situación actual, retos y razones que justifican la permanencia de estas instituciones en la sociedad:
EDITORIAL
Si bien todos los años son importantes en la vida de una persona o de una institución, es cierto que algunos son especialmente críticos para el devenir del presente o del futuro. Y este 2011 va a tener una importancia capital para la Medicina en todas sus facetas. El pasado 2010 fue un año duro y complicado para la sociedad española, inmersa en una crisis económica que ha golpeado a toda la sociedad (incluyendo el sistema sanitario) y que nos ha dejado un panorama de incertidumbre en el que creemos que podemos ser muy útiles y valiosos, reafirmando nuestro esfuerzo y nuestro compromiso, de los cuales ya hemos dado muestras más que sobradas.
Seguimos apoyando firmemente al Sistema Público de Sanidad, porque creemos en él, porque pensamos que el primer bien de una sociedad es su salud. La accesibilidad al sistema; la igualdad en el trato; la cooperación en la gestión de unos recursos que se han visto mermados ?y que cada vez tienen que dar para más-; la investigación en todas sus vertientes; la carrera profesional, cualificación, validación y formación continuada, etc.; son distintas caras de una misma realidad en la que los profesionales de la Medicina tenemos mucho que decir y mucho que aportar. Ya lo hemos hecho, lo estamos haciendo, y queremos seguir haciéndolo en el futuro.
Pero no sólo pensamos en el sistema público, sino también en la Medicina privada, y en la formación de las nuevas generaciones de médicos, y en las sociedades científicas, y en la integración de las asociaciones de pacientes, y en todo lo que pueda significar una mejora o un peligro para el desempeño de nuestra profesión que redunde en la salud de los ciudadanos.
Los Colegios de Médicos hemos sabido evolucionar y responder a las demandas de la sociedad del siglo XXI. El nuevo profesionalismo médico significa el compromiso con la competencia, la integridad, la moralidad, el altruismo y la promoción de un cien social preferente como es la salud; forma parte del contrato social implícito entre los Colegios de Médicos y la propia sociedad, y representa la base de su legitimación social. Viene a dinamizar la deontología y ética profesional, no a sustituirlas, sino a completarlas poniendo al día sus principios y normas y transmitiéndoles un impulso de mayor y más activa responsabilidad ante los ciudadanos. En las próximas Jornadas de Comisiones de Deontología Médica que tendrán lugar en Granada, se presentará el nuevo código de Ética y Deontología Médica, revisado y actualizado por la Comisión Central de Deontología Médica.
Además, las estructuras colegiales nos hemos adaptado a las nuevas leyes derivadas de las normativas europeas, mejorando nuestro funcionamiento y accesibilidad por parte de profesionales y usuarios, en un proceso que tan solo acaba de comenzar.
Por ello, el futuro de la colegiación obligatoria universal de los médicos es un tema de especial preocupación en estos momentos. Recientemente el Dr. Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, declaraba: ?hemos revisado de nuevo todos los elementos que nos permiten defender a ultranza el mantenimiento de la colegiación como universal para toda la profesión médica?. La colegiación universal es un bien social, constituyendo un beneficio no sólo para los propios médicos sino también para los ciudadanos, de ahí su clara e irrenunciable justificación ética y social, además de su contribución a articular un tejido profesional, cívico y social insustituible en el marco de una sociedad civil avanzada y participativa.
Tal y como afirmó el Dr. Rodríguez Sendín: ?si llegara a producirse una desregulación de la profesión médica, no quedaría en España ningún órgano que a nivel estatal, salvo el Ministerio de sanidad, se preocupara de intentar tomar decisiones orientadas exclusivamente a proteger el sistema. Si lo que se pretende, en definitiva, es introducir la desregulación de la profesión por razones económicas, evidentemente, se va a producir el efecto contrario, es decir, un inmediato aumento del gasto sanitario, junto al riesgo de perder un órgano que se preocupa de la racionalización de los comportamientos del colectivo al que representa?.