La Agencia de Salud Pública de Cataluña ha presentado la guía ‘Recomendaciones para la prevención de la transmisión vertical del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que tiene como objetivo reforzar la prevención de la transmisión vertical de este virus.

Los avances producidos a lo largo de las últimas dos décadas en el ámbito de la prevención de transmisión de madres a hijos han permitido disponer de fármacos y protocolos muy efectivos, aunque, según los expertos, falta un uno por ciento residual de mujeres que lo contagian a sus bebés y que también podría evitarse.

«Aunque no se ha producido ningún incremento en esta vía de transmisión de madre a hijo, dado que el tratamiento es muy efectivo y la praxis del personal sanitario es correcta, aún existe un pequeño porcentaje de madres infectadas que están transmitiendo la infección durante el embarazo o en el momento del parto a sus hijos, debido sobre todo a que se trata de mujeres que no saben que están infectadas. Por ello, es necesario reforzar la prevención a través de los equipos de los programas atención sexual y reproductiva, así como de los servicios de ginecología y obstetricia», según el director del programa para la Prevención y la Asistencia del Sida de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Albert Giménez.

No obstante, a juicio del director del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CEEISCAT), Jordi Casabona, la prevención de la transmisión vertical ha sido uno de los «pocos éxitos» que se ha tenido en esta comunidad en relación con la prevención de la transmisión del VIH.

En este sentido, ha recordado que la tasa de esta vía de transmisión en la comunidad autónoma era superior al 31 por ciento en 1991 y que, en aquel momento, no se conocía que el uso de fármacos antirretrovirales durante el embarazo y el parto podía evitar una gran proporción de infecciones. Sin embargo, ha proseguido, los estudios realizados, primero con zidovudina y más tarde con combinaciones de fármacos, dieron lugar a una «drástica reducción» de la tasa de transmisión materno-filial.

«La transmisión vertical es un ejemplo paradigmático de la necesidad de contar con intervenciones eficaces, pero sobre todo con programas que puedan implementarlas de forma efectiva. Por ello, factores como la inmigración hacen imprescindible mantener el nivel de alerta», ha comentado Casabona. Por otra parte, se ha creado el protocolo de actuación en la sala de partos que se colgará en todas las estancias de este tipo de la comunidad con el objetivo de que los profesionales puedan resolver cualquier duda respecto a las decisiones que deben tomar a la hora de atender a mujeres que van a dar a luz, tanto si son seropositivas como si se desconoce su situación serológica respecto al VIH.

«La urgencia del momento, la carga asistencial y la rutina diaria pueden dar lugar a situaciones en las que a los profesionales no les sea fácil consultar lo que deben hacer en cada momento», ha señalado la doctora del servicio de Ginecología y Obstreticia del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, Anna Suy, para zanjar asegurando que este cartel debe ser de «recordatorio para que a cualquier mujer se le haga un ‘test’ rápido en el momento del parto si no ha estado bien controlada durante el embarazo».