?Los médicos latinoamericanos carecen de cobertura social que les ampare cuando sufren alguna incapacidad para seguir ejerciendo a excepción de las ayudas que las estructuras profesionales pueden brindarles en sus correspondientes países?
El presidente de CONFEMEL,
Douglas Léon.
-Han pasado cinco años de la constitución del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) ¿qué valoración hace la CONFEMEL de esta organización?
-Para los integrantes de CONFEMEL, el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas representa la integración de nuestros países iberoamericanos y del Caribe con la Península Ibérica, ampliada ahora con los países de habla portuguesa. No puede pasarse por alto el importante papel que ha jugado en el impulso al FIEM el Consejo General de Colegios de Médicos de España. Mi aspiración, para estos dos años casi de mandato es ir consolidándolo, y ampliarlo a más países.
-Desde su punto de vista ¿hacia dónde debe avanzar el FIEM?
-A partir de su fundación, el FIEM se ha ido cristalizando a lo largo de estos años, por tanto, ahora lo que nos queda es afianzar cuestiones sobre la formación del médico, las inquietudes gremiales, sociales, académicas, que podamos tener los directivos de las distintas estructuras profesionales a las que representamos. Hay que ir dando pasos para orientar el contenido de las reuniones del Foro hacia una temática más específica y profunda en relación al trabajo del profesional médico.
-El programa diseñado para este IV Encuentro del FIEM está muy enfocado a problemas del día a día del médico ¿qué temas destacaría por su mayor relevancia?
-En este IV Encuentro del FIEM hay temas importantísimos para nosotros que, con mucha certeza, los organizadores de esta Jornada han incluido en el programa científico. Uno de ellos es el concerniente a la parte social de atención al médico tanto en la salud como en la enfermedad y también a sus familiares. Por lo general, el médico latinoamericano carece de cobertura social que le ampare cuando sufre alguna patología o accidente a excepción de las ayudas que las estructuras profesionales pueden brindarles en sus correspondientes países.
-La colegiación universal es otro de los temas clave para el que España va a solicitar el apoyo de sus homólogos iberoamericanos ¿cómo se plantean Vds. esta cuestión?
-La colegiación o la agrupación gremial es importante para todos. Para el médico que se afilia porque va a pertenecer a un grupo que le va a defender y no es lo mismo que ir de forma individual y tener que enfrentarse el solo a su empleador, no es lo mismo que contar con el respaldo de una entidad profesional. Por otra parte, si un colegio o un gremio no está bien organizado se convierte en presa fácil y corre el riesgo de que pueda sufrir abusos por parte de los empleadores que, por lo general, suelen ser los gobiernos o capitalistas dueños de instituciones que ponen precio unilateralmente sin consideraciones al salario, al sueldo o a los complementos que pueda recibir un profesional.
-La ética y la deontología son dos pilares fundamentales para la profesión médica ¿le concede la CONFEMEL un espacio importante a ambas?
-Estos temas de la profesión son importantes para la CONFEMEL. Nosotros también hacemos el juramento hipocrático, aunque en algunos países se tiene alguna otra modalidad, pero siempre por delante está la defensa del paciente procurando que el médico nunca desvíe estos objetivos. Hay que cuidar la moralidad médica, es uno de los objetivos básicos de CONFEMEL Tenemos que dotarnos de todas las herramientas posibles para salvaguardarla, de tal forma que podamos defendernos de este tipo de circunstancias y estar atentos para que no pueda darse ninguna mal interpretación de alguna acción del médico en cuanto a su moral en el trato con el paciente.
-¿Cómo son las relaciones en los países iberoamericanos entre la profesión médica y los correspondientes Gobiernos?
-En los países iberoamericanos es difícil la relación entre las direcciones médicas y los Gobiernos y con los políticos, por muy amistosos que éstos sean. Al médico lo suelen considerar como algo utilitario, e individualmente, alguno se puede prestar a ello. De cualquier forma, no es fácil ejercer de médico en Latinoamérica, primero resulta costosa la preparación y formación y luego más difícil el ejercer. Muchos hospitales están desabastecidos de recursos en cuanto a fármacos y a material médico-quirúrgico, y ejercer en esas condiciones se hace muy cuesta arriba. Por muy predispuesto que el médico esté para curar al enfermo y salvarle, pero los resultados son directamente proporcionales a los recursos que pueda manejar. Por otra parte, la relación con los gobiernos también se hace difícil porque son los empleadores. No obstante, en nuestro gremio no existe la política partidista sino la política gremial, en defensa del médico y en defensa del paciente.
-¿Cuáles son, en su opinión, los retos del FIEM?
-Hay que ir afinando puntos de vista de cara a una institución macro.Hay que tratar de llegar a acuerdos concertados a través del diálogo entre todos nosotros para funcionar como una institución que sigue creciendo y que va a dar buen fruto en el futuro en beneficio del médico, de Iberoamérica, e, incluso, más allá.