El Foro de Médicos de Atención Primaria, tras analizar la evolución en la elección de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en el actual proceso de adjudicación de plazas MIR, considera que las escasas elecciones realizadas de las plazas de Médico de Familia son una manifestación más del abandono que está sufriendo el primer nivel asistencial por parte del Gobierno central y las comunidades autónomas
El porcentaje de plazas de esta especialidad que han sido seleccionadas hasta el día de hoy es muy inferior al de los procesos de años anteriores. Esta falta de interés por parte de los futuros especialistas demuestra que la Medicina Familiar y Comunitaria ha quedado relegada a un segundo plano y mucho tiene que ver el hecho de que el propio Ministerio de Sanidad y las Consejerías de Sanidad de las CCAA no la hayan dotado de los recursos necesarios e imprescindibles para potenciarla durante la evolución de la pandemia por COVID, dejando que su labor -que ha sido esencial durante todo este tiempo, con la contención de casi el 90% de los casos- se haya convertido en un trabajo farragoso, contrarreloj y agotador, nada atrayente para los futuros médicos y que nada tiene que ver con la verdadera naturaleza de la especialidad, que es la que la convierte en esencial para asegurar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Igualmente afectada se ve la especialidad de Pediatría en su labor en Atención Primaria, ya que, si bien sus plazas en la oferta a los MIR quedan cubiertas rápidamente, solo un 25% de los médicos ya especialistas desarrollarán su especialidad en Atención Primaria, cuando se estima que sería necesario llegar a un 60% para poder cubrir las necesidades actuales y el futuro relevo generacional de estos profesionales.
Esto, unido a la no continuidad por parte del Ministerio de la aplicación y seguimiento del Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria, a la no existencia de medidas destinadas a solucionar los problemas reales de la Atención Primaria, la no valoración de su función esencial en la actual pandemia y la próxima jubilación de miles de médicos y pediatras de Atención Primaria, hace peligrar enormemente a la especialidad y lleva, inevitablemente, a pensar en la intención de un total abandono por parte de la Administración hasta su inexistencia, con las graves consecuencias que eso conlleva para el Sistema Nacional de Salud y la atención sanitaria a los ciudadanos.
Hablamos de una especialidad que actualmente es la que va a hacer frente, de nuevo y en peores condiciones, al aumento de casos COVID que precisarán, en su gran mayoría, de control y seguimiento desde Atención Primaria, algo a lo que no se da la importancia correcta, ya que la gravedad de la pandemia no debe medirse solo en el número de ingresos hospitalarios sino en la extensión de la misma y su riesgo de contagio, factores cuyo control hasta ahora ha recaído prácticamente en un 90% sobre los profesionales de los Equipos de AP y así va a continuar haciéndolo.
Desde el Foro insistimos en que la Atención Primaria es esencial, como viene demostrando durante la pandemia, y lo es más como base de un Sistema de Salud eficaz, algo demostrado y difundido por la OMS y las instituciones sanitarias internacionales, que en España queda solo para pronunciamientos públicos sin actuaciones de políticos y gestores.
Se trata de una especialidad que, correctamente valorada y dotada, supone una de las mas completas, satisfactorias y bonitas a las que el médico en formación puede acceder, siendo parte así del nivel asistencial más importante para asegurar la salud y la calidad asistencial de toda la población y colaborando a asegurar un relevo generacional en este necesario nivel asistencial, básico para la atención sanitaria a todos los ciudadanos.