El Colegio de Médicos de Castellón (COMCAS) apoya a los nefrólogos y al personal sanitario de los centros de diálisis periféricos de la Comunidad Valenciana, respaldando sus reivindicaciones en aras de conseguir una igualdad de condiciones en la puntuación dentro de la bolsa de sanidad para sus trabajadores sanitarios. Este apoyo se enmarca siempre dentro de la legalidad y por la equidad en el sector.
Los centros periféricos, que sostienen aproximadamente el 70% de los tratamientos dialíticos en la Comunidad Valenciana, operan bajo contrataciones privadas. Sin embargo, la esencialidad de sus servicios es indiscutible, ya que la Seguridad Social no cuenta con los medios necesarios para atender toda la demanda existente, como apuntan los afectados en un comunicado reivindicativo. En la provincia de Castellón, por ejemplo, cinco centros periféricos brindan soporte dialítico al 93% de los pacientes, destacando la labor de Nefrovall (82 pacientes), Villarreal (97), Cedicas Castellón (172), Oropesa (38) y Vinaròs (80).
La atención que estos profesionales proporcionan es fundamental para el bienestar de los pacientes con necesidades de hemodiálisis. En Castellón, Valencia y Alicante, estos centros son el pilar de la atención dialítica, y es imprescindible que se reconozca la contribución de su personal con una puntuación adecuada que refleje su experiencia y compromiso.
La disparidad en las condiciones de contratación y puntuación a la hora de concursar ha sido un tema de preocupación constante. A pesar de que las empresas que gestionan estos centros están sujetas a condiciones impuestas por la Seguridad Social, el personal sanitario que desempeña su trabajo en los mismos se ve en desventaja en comparación con sus homólogos en la sanidad pública. Esta situación ha llevado a movimientos reivindicativos, como el ocurrido en 2020, donde se logró un avance significativo en la puntuación, aunque aún insuficiente.
El Colegio de Médicos de Castellón aboga por una revisión de las políticas actuales para asegurar que las condiciones de trabajo y la valoración de la experiencia profesional sean justas para todos los trabajadores sanitarios, independientemente de si su contratación es pública o privada. Este cambio no solo beneficiará a los profesionales de la salud, sino que también repercutirá positivamente en la calidad de la atención que reciben nuestros pacientes.
Por ello, instamos a las autoridades a tomar medidas concretas para rectificar esta disparidad y garantizar que la dedicación y el esfuerzo de estos trabajadores sean reconocidos de manera equitativa en nuestro sistema de salud.
