Expertos consideran que los pacientes están insuficientemente informados sobre sus derechos y sobre cómo éstos se deben ejercer sin llegar a amenazar o a agredir a los profesionales que cumplen con el importante papel de cuidar de la salud
Cádiz, 2 de noviembre 2009 (medicosypacientes.com)
La agresión es un factor de inhibición del profesional y de desgaste personal. Para poder actuar de manera eficaz contra las agresiones a profesionales sanitarios es fundamental conocer los patrones de conducta en las situaciones de conflicto, y desarrollar las habilidades necesarias para manejarlas. Con el objetivo de dotar al profesional de estrategias propias para que pueda hacer frente a esas situaciones, el Colegio de Médicos imparte desde mañanamartes 3 de noviembre y hasta el próximo jueves el curso ?Habilidades de comunicación con el paciente violento?.
Como ha explicado Carmen García Moya, coordinadora del curso, ?no todas las agresiones tienen el mismo origen, aunque todas ellas responden a la creciente pérdida de valores y a una falta de respeto al profesional sin tener en cuenta que, a veces, trabaja en un sistema que no responde a las exigencias del usuario en el momento y de la forma en que lo demanda?.
La experta considera insuficiente la información sobre los derechos del paciente y sobre cómo se deben ejercer sin llegar a amenazar o a agredir a los profesionales que cumplen con el importantísimo papel de cuidar de la salud.
La opinión del usuario sobre el sistema sanitario se valida cada día en miles de consultas en las que intervienen multitud de factores personales y emocionales que hay que tener en cuenta. ?Por eso ?explica Carmen García Moya- consideramos tan necesaria la formación en habilidades de comunicación. El desarrollo generalizado de estas habilidades permitiría diluir los conatos violentos que forman parte de la sociedad y de la dinámica de la vida en que vivimos?, reflexiona.
Respecto a los contenidos del curso que imparte el Colegio de Médicos gaditano, una buena formación sobre los costes personales que conlleva la agresión, el acoso o la intimidación, y lograr un estado de opinión acorde ayudarían al profesional sanitario a superar su resistencia a denunciar.
Poner límites
Hay habilidades de comunicación que no por ser básicas dejan de ser fundamentales. Una de ellas es el arte de escuchar, ?entendiéndolo como la capacidad no sólo de recoger información sino de recoger además la emoción del otro?, como ha explicado María Benigna Díaz Ovejero, ponente del curso. Otra habilidad fundamental en la que se basa el curso es la empatía, o entender que el otro tiene sus razones para comportarse de una forma u otra, ?lo que no significa que haya que aceptar ese comportamiento?, precisa.
Durante el curso, los asistentes van a poder desarrollar estrategias que les preparen para poner límites a lo que el usuario les demanda y que les permitan conseguir sus objetivos con el menor coste emocional posible.