La Dra. M.ª Isabel Moya, vicepresidenta primera de la Fundación para la Protección Social de la OMC, valora, en este artículo de opinión, el Servicio Telemático de Apoyo Psicológico a estudiantes de Medicina (SAPEM) para la salud mental de los futuros médicos
Los estudiantes de Medicina son un colectivo de riesgo para problemas de salud mental. Así de preocupante suena esta afirmación, lamentablemente muy documentada y que tiene una explicación multifactorial. Se esgrime la abrumadora carga académica a la que deben enfrentarse y la presión constante por alcanzar estándares elevados, presión, por cierto, que arrastran desde la etapa anterior de bachillerato y del acceso a las pruebas universitarias. La Medicina cada vez es más compleja, contiene más información, más disciplinas, que deben incluirse en un auténtico maratón académico con extensos horarios de estudios y prácticas.
A medida que los estudiantes avanzan en su formación, se sumergen en entornos clínicos donde enfrentan situaciones médicas reales. El contacto con pacientes, las decisiones de vida o muerte, el sufrimiento visto de cerca y la responsabilidad creciente pueden ser difíciles de gestionar y generan un estrés adicional. La exposición a situaciones emocionalmente intensas puede afectar la salud mental de los estudiantes, que transitan por una etapa clave del ciclo vital de la vida en la que se está consolidando la identidad adulta y a la que se añade una identidad profesional marcada por el esfuerzo y el servicio a los demás.
De esta manera, el malestar psicológico, la ansiedad, el estrés y la fatiga son compañeros comunes en este viaje académico, y su gestión se convierte en una destreza crucial para el éxito académico y el futuro profesional. El estado de salud mental de los estudiantes de Medicina debe suponer una preocupación vital para los médicos de hoy, para las organizaciones que los representan y para los docentes y gestores sanitarios ya que impacta de lleno en la calidad asistencial y la seguridad del paciente. También, no lo olvidemos, porque es una obligación ética y de coherencia profesional.
Los colegios de médicos, como pilares fundamentales en la formación y desarrollo de los médicos y médicas y de la protección del ejercicio de la medicina y de la salud de la sociedad en general, desempeñamos un papel esencial en garantizar el bienestar emocional de nuestros futuros médicos.
Por ello, para cuidar el bienestar integral de nuestros estudiantes, desde la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial y de la mano de otras entidades como el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina y la Fundación Mutual Médica, pusimos en marcha hace un año el Servicio Telemático de Apoyo Psicológico a estudiantes de Medicina (SAPEM). Más de 700 estudiantes se han puesto en contacto con este servicio telemático y cerca de 200 se encuentran ya recibiendo el servicio y apoyo, unas cifras que evidencian la necesidad e idoneidad de esta ayuda.
Desde la profesión médica estamos absolutamente comprometidos con la implementación de programas que promuevan la conciencia sobre la salud mental y desestigmaticen la búsqueda de ayuda. Junto a estos programas de apoyo específicos para la salud mental de los estudiantes, desde la fundación de todos los médicos, hemos puesto en marcha también talleres formativos en las facultades de Medicina para proporcionar un entorno que fomente la comunicación abierta sobre la salud mental.
En lugar de centrarse únicamente en la respuesta a la crisis, la profesión médica lleva tiempo enfocada en la prevención, promoción y autocuidado de la salud de sus compañeros y compañeras. Así, la educación sobre la gestión del estrés, la importancia del equilibrio entre trabajo y vida personal, y el acceso a recursos que promuevan la resiliencia ayudarán a los estudiantes a desarrollar habilidades que los acompañarán durante toda su carrera, una filosofía que se refleja en el slogan de la campaña #EmpiezaPorTi.
Desde la Fundación, a través de las alianzas necesarias, queremos ser el motor de cambio para la creación de una cultura de cuidado y apoyo entre los estudiantes, porque la salud mental de los estudiantes de Medicina es un aspecto crítico de su formación y desarrollo como profesionales de la salud, un aspecto que también va a influir en su calidad de vida y en la calidad de la atención médica de nuestros pacientes. Tenemos la responsabilidad no solo de ordenar la profesión o potenciar la formación médica continuada, sino también de velar por el bienestar emocional de quienes serán los cuidadores del mañana. Al abrazar este compromiso, la Organización Médica Colegial contribuye no solo a la formación de médicos competentes, sino también a la construcción de una comunidad médica más fuerte y resiliente en su conjunto.
