La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, de la que se cumplen ahora 25 años, da contenido y desarrolla el precepto constitucional que consagra el derecho a la protección de la salud como uno de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. Es, sin duda, una de las leyes clave de la democracia como destaca en este artículo la secretaria de Bienestar Social del Partido Socialista, Marisol Pérez. Desde su punto de vista, una de las mayores aportaciones de esta normativa ha sido sustituir la caridad y el paternalismo por derechos, vinculando la protección sanitaria a la condición de ciudadano
Madrid, 25 de abril 2011 (medicosypacientes.com)
Marisol Pérez, secretaria de
Bienestar Social del PSOE.
Hoy, 25 de abril, se cumplen 25 años de la aprobación de la Ley General de Sanidad (LGS). Esta norma, que crea nuestro Sistema Nacional de Salud, fue promovida y aprobaba por el Gobierno Socialista presidido por Felipe González, siendo uno de los legados más importantes que nos dejó y, sin ninguna duda, una de las leyes clave de nuestra democracia.
Los socialistas nos sentimos especialmente orgullosos de esta ley. No en vano, con la misma se puso en marcha uno de los pilares fundamentales del Estado de Bienestar, garantizando el derecho de todos los ciudadanos al acceso equitativo a servicios sanitarios de calidad y a la corrección de las desigualdades sociales. Con un objetivo prioritario, sustituir la caridad y el paternalismo por derechos, vinculando la protección sanitaria a la condición de ciudadano.
Después de 25 años de existencia todos creíamos que estos derechos habían quedado tatuados en el ADN de nuestro país. Que una cuestión tan básica como es el derecho de todos los ciudadanos a ser atendidos por el sistema sanitario público para solucionar sus problemas de salud, sin tener que pagar dos veces por ello, es tan incuestionable que alcanza la categoría de axioma. Sin embargo, en las CCAA donde gobierna el PP está poniendo en práctica medidas que ponen en peligro este derecho tan fundamental que hemos conseguido con el trabajo de varias generaciones.
Pero puede que lo peor no sea lo que ya están haciendo, sino las propuestas que ocasional y puntualmente, como un ?gota a gota?, nos van llegando de distintos responsables políticos de la derecha.
En las últimas semanas estamos asistiendo a un debate público, alentado por dirigentes del Partido Popular, sobre la supuesta necesidad de introducir medidas de copago en las prestaciones sanitarias públicas. Es cierto que, al menos por el momento, no han querido decir claramente cuáles son sus intenciones, como con casi todo, pero si hacemos un repaso a su hoja de servicios creo que hay motivos para la preocupación.
Con respecto a estos planes de copago, hay que hacer una serie de consideraciones. La primera, que los ciudadanos ya pagan por la sanidad a través de los impuestos en función del principio de progresividad fiscal, así como por los medicamentos, concretamente el 40% del precio de los mismos. La segunda consideración es que el copago es profundamente injusto porque extendería la desigualdad entre los españoles y rompería la equidad, afectando de manera más acusada a las capas de población con menos recursos y a aquellas que más necesitan el sistema público de salud, como es el caso de los ancianos, pensionistas o enfermos crónicos. No podemos dejar la decisión al ciudadano ante una dolencia de asistir o no por tener que pagar una tasa. Se puede y se deben aplicar otras medidas que faciliten la contención del gasto sin castigar a los ciudadanos, ni romper el modelo. Esas medidas que tan acertadamente ha dado en denominar nuestra Ministra Leire Pajín, como ?coahorro? en lugar de ?copago?.
No debemos ignorar el momento de crisis económica, por supuesto, pero también quiero recordar que cuando se aprobó la Ley también atravesábamos una gran crisis, y sin embargo los socialistas asumimos y conseguimos el derecho de todos los ciudadanos a tener una sanidad pública de calidad.
Es en estos momentos cuando más tenemos que valorar nuestro sistema sanitario público, que es uno de los más avanzados y eficientes de cuantos existen en Europa, tanto por su solidez como por sus excelentes profesionales, que son su principal activo.
Han pasado 25 años desde que, a pesar del voto en contra de la entonces Alianza Popular, logramos aprobar la Ley General de Sanidad. Desde entonces trabajamos para que nuestro sistema siga siendo solidario, equitativo, de calidad y eficiente.
En este sentido, estamos impulsando medidas que mejoran la financiación y los cambios organizativos que precisa el sistema sanitario con el fin de asegurar su sostenibilidad sin que recaiga doblemente en el bolsillo de los ciudadanos. Y lo estamos haciendo así, ya no sólo porque consideramos que es lo más justo, sino porque tenemos el firme convencimiento de que nuestro Sistema Nacional de Salud es un patrimonio de todos los ciudadanos.
El acuerdo alcanzado por unanimidad el pasado 18 de marzo de 2010 en el Consejo Interterritorial del SNS, bajo el liderazgo del Ministerio con todas las CCAA, es el camino a seguir: una hoja de ruta con medidas a corto, medio y largo plazo, para asegurar la calidad, equidad y cohesión del sistema en beneficio de todos los ciudadanos.
En la actualidad el Parlamento trabaja en la tramitación del Proyecto de Ley de Salud Pública y en unas semanas está previsto que el Gobierno presente un texto de Ley de Universalización de la Sanidad, que ampliará la cobertura sanitaria pública a una minoría de ciudadanos que por distintas circunstancias estaban excluidos del sistema. Con estas leyes se completará el requerimiento contenido en la Constitución Española y en la Ley General de Sanidad.
De de nuevo, 25 años después un Gobierno socialista continúa trabajando por mejorar nuestro Estado de Bienestar y la salud de los ciudadanos y ciudadanas. ¡Feliz Aniversario!
Marisol Pérez
secretaria de Bienestar Social del PSOE