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Tribuna del Dr. Jesús Sánchez Martos: “Venturas y desventuras de un soñador”

El catedrático Jesús Sánchez Martos nos transporta a través de este artículo a un modelo de sistema sanitario con el que todos “soñamos” poder disfrutar, un SNS igualitario y equitativo para todos en todo el territorio nacional y con unos gestores que sean capaces de olvidar los intereses partidistas en cada caso. Sin embargo, como comprueba “al despertar” la realidad es bien distinta,…

Madrid, 11 de abril 2012 (medicosypacientes.com)   

Tribuna del Dr. Jesús Sánchez Martos: “Venturas y desventuras de un soñador”         

Hace unos días, mientras tomaba mi saludable desayuno como acostumbro, sin prisa y con buenos alimentos, daba mi cotidiano paseo por la actualidad leyendo, escuchando y viendo las noticias en los diferentes medios de comunicación y llegué a pensar que las cosas empezaban a ir mucho mejor, al menos en lo que a la Sanidad se refiere.

¡Y no era para menos!. Escuchaba en Radio Nacional que por fin la Ministra de Sanidad había tomado la decisión de que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se iba a convertir en un organismo de consenso y que sus decisiones tendrían que ser siempre vinculantes, aunque el resultado de las votaciones no consiguiera la unanimidad.

La Cadena Cope ampliaba esta noticia asegurando que por fin se había llegado al acuerdo de implantar un calendario único de vacunación en todo el territorio nacional y que podríamos disfrutar todos de la tarjeta única sanitaria. Una tarjeta, pude escuchar en Onda Cero, que incluiría en su banda magnética toda nuestra información como ciudadanos y como contribuyentes del Sistema Sanitario: los datos del DNI y del permiso de conducir, pero sobre todo, nuestra historia clínica, con lo que ya podríamos disfrutar del Sistema en todo el territorio nacional, sin diferencia alguna, y además ahorraríamos mucho dinero al no tener que repetir determinadas pruebas diagnósticas.

La Cadena Ser aseguraba que el Ministerio de Sanidad había decidido tomar las riendas del gasto farmacéutico y que a partir de ahora se iba a potenciar el uso de medicamentos genéricos en todos los sentidos con verdaderas campañas de Educación para la Salud en todos los medios de comunicación públicos y privados, como la que acababan de poner en marcha según Radio Intereconomía y Punto Radio: con motivo de la celebración del Día Mundial del Riñón recordaban a los más de 45.000 pacientes que están en hemodiálisis, que si pasaban al modelo de diálisis peritoneal en su domicilio, algo que solo hacen en estos momentos 2.000 de ellos, iban a mejorar su calidad de vida y contribuirían a reducir costos al Sistema Nacional de Salud, y que para poner en marcha este programa contaban con profesionales de enfermería debidamente capacitados para enseñarles a manejar todos los aparatos necesarios en casa, algo que según la propia Agencia Efe acababa de acreditar el Consejo General de Enfermería.

Por su parte la prensa escrita abundaba en otras cuestiones que no eran menores: El País nos anunciaba el desarrollo de un nuevo Sistema de Atención Primaria, porque a partir de ahora se iban a responsabilizar del control de los pacientes crónicos con el fin de ahorrar dinero y aumentar el grado de satisfacción, tanto de los pacientes como de los propios profesionales que se ven perfectamente preparados para ello.

En El Mundo desarrollaban más esta noticia recordando que los médicos de Atención Primaria, son tan especialistas como los que desarrollan su labor en los hospitales porque poseen la especialidad de Medicina de Familia y que los profesionales de enfermería están debidamente capacitados para gestionar el seguimiento de los pacientes crónicos. Incluso iban más allá al confirmar que a partir de ahora se hablaría de Atención Primaria y Atención Hospitalaria y no de Atención Primaria y Atención Especializada porque, decía el articulista, ambas son “especializadas”.

En El Economista y en Cinco Días insistían en la importancia de la decisión del Presidente del Gobierno de poner en marcha una verdadera Central de Compras, tanto de medicamentos como de otros productos sanitarios y de la tecnología necesaria, que dependería únicamente del Ministerio de Sanidad, eso sí a través del consenso con los diferentes Consejeros de Sanidad. Como podía leer en ABC y en la edición digital de Público, ya no tendríamos 17 Ministerios de Sanidad, porque por una parte las decisiones se iban a tomar en conjunto a través del Consejo Interterritorial de Sanidad y por otra al disponer de una Central de Compras…

Y La Razón y La Vanguardia insistían en que al final el sentido común de los políticos, de unos y otros partidos sin distinción, había despertado ante la crisis económica tan importante que todos estamos viviendo.

El periódico digital Médicos y Pacientes no se quedaba atrás, porque además de hacerse eco de todas estas noticias, daban en primicia la de que en todos los Servicios de Urgencia de los hospitales, se había puesto en marcha un Sistema de Información a los familiares de los pacientes ingresados, que era responsabilidad de los profesionales de enfermería debidamente capacitados en comunicación eficaz, porque se acababa de demostrar en una Tesis Doctoral, que con este sistema disminuye la ansiedad, la angustia y la tensión emocional en la sala de espera, además de las reclamaciones y que por otra parte aumenta el grado de satisfacción tanto de los familiares como de los propios profesionales sanitarios que desarrollan su labor en un Servicio de Urgencias.

En los informativos de televisión, tanto en Antena 3 como en Tele 5 y Televisión Española, corroboraban todas estas noticias y se podía ver al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, firmando con todos los líderes políticos del resto de los partidos, incluido como era de esperar al propio Alfredo Pérez Rubalcaba, el tan esperado Pacto de Estado por la Sanidad, que era el origen de todas estas magníficas noticias, tan deseadas por todos como necesarias para poder afrontar la crisis económica con éxito y olvidando los intereses partidistas en cada caso. Incluso llegué a escuchar, aunque no recuerdo en que canal, que a partir de ahora se podrían hacer los análisis de sangre, las radiografías y demás pruebas diagnósticas por imagen, tanto por la mañana como por la tarde, incluso los sábados creo que dijeron, para conseguir optimizar los recursos del Sistema y aumentar la productividad de las empresas, porque cada cual podría realizarse las pruebas en un horario distinto al de su compromiso laboral.

Y fue entonces cuando escuche la voz de mi esposa que me decía que iba a llegar tarde a mi trabajo porque me había quedado tan dormido que ni siquiera pude escuchar el despertador.

Sí, me desperté y lamenté profundamente, no que me hubiera quedado dormido, sino que todo hubiera sido solo un sueño y que la verdad era muy diferente: todos tendríamos que empezar a pagar 1 euro por receta, mientras los políticos insistían en que cuando ellos hablan de “copago” no se refieren a este tipo de gravamen que nos afecta a todos, sino a los impuestos por acudir a la consulta del Centro de Salud, a un Servicio de Urgencias, a pagar una parte de cualquier intervención quirúrgica, o el menú cuando estemos ingresados en el hospital, o a la realización de determinadas pruebas diagnósticas. Y en estos casos, incluso el Presidente del Gobierno nos dice que estas medidas no están en la mesa de su Consejo de Ministros y que él no está de acuerdo en absoluto con el “copago”.

Una de cal, lo del euro por receta, y otra de arena: no nos cobrarán más de lo que pagamos por acudir al médico, al menos por ahora. Pero…¿no se dice que los sueños pueden convertirse en realidad? Me queda la esperanza de que soñar no cuesta dinero y que al menos me ha hecho feliz mientras dormía. ¿Serán capaces de soñar nuestros políticos alguna vez en este mismo sentido? Pues como soñar no cuesta un solo euro, yo desde esta tribuna de opinión, les regalo a todos ellos mi sueño, aunque de lo que no estoy muy seguro es de que vayan a ser capaces de soñar, porque con sus decisiones lo que hasta ahora están consiguiendo es destruir nuestros sueños, los de poder disfrutar de un Sistema Sanitario igualitario y equitativo para todos en todo el territorio nacional y los de poder contar con unos gestores que sean capaces de olvidar los intereses partidistas en cada caso. Yo mientras tanto, seguiré soñando, porque con eso no creo que haga daño a nadie.

 

Dr. Jesús Sánchez Martos

Catedrático de Educación para la Salud

Universidad Complutense de Madrid

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