En momentos de crisis económica como la que estamos pasando en estos momentos, es cuando se hace más necesario echar mano de la creatividad, las nuevas ideas y sobre todo del trabajo en equipo, “algo de lo que adolece desde hace muchos años nuestro Sistema Sanitario”. Así lo expone en este artículo el catedrático de Educación para la Salud, el doctor Jesús Sánchez Martos quien recomienda esta propuesta, frente a la idea de que solo con el “repago” se pueden solucionar los problemas económicos del SNS, “cuando continuamos soportando los gastos de embajadas de varias comunidades autónomas, traducciones innecesarias en los parlamentos en España y sobre todo, 17 Sistemas Sanitarios distintos”
Madrid, 18 de enero 2012 (medicosypacientes.com)
Tribuna del Dr. Jesús Sánchez Martos: “Ante la crisis económica, creatividad, nuevas ideas y trabajo en equipo”
Siempre que nos enfrentamos a problemas económicos, parece que los políticos de turno tratan de resolverlos haciendo que los usuarios, clientes, es decir, los contribuyentes, los solucionen pagando más por lo que ya pagamos, y no poco por cierto. Como si del Guadiana se tratara, aparece y desparece la palabra “copago”, cuando en realidad se trata de “repago”, porque como digo, ya estamos pagando nuestro Sistema de Salud, que desde luego “no es gratuito” como siempre se recuerda haciendo gala de una demagogia un tanto obsoleta, aunque sí que es y debe seguir siendo “universal”. Y claro que la sostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud está en grave riesgo; pero existen muchas más soluciones que se deben intentar antes de mermar las posibilidades económicas de los ciudadanos. Se nos dijo que la solución debería partir del pago de 1-2 Euros por visita al médico de cabecera en el Centro de Salud y de 3-5 Euros por cada vez que acudiéramos a un Servicio de Urgencias Hospitalaria, olvidando que hay otros muchos Servicios de Urgencias, que además de estar más cerca de nuestros domicilios, seguro que pueden llegar a ser mucho más eficaces, eficientes y efectivos. Ahora en Cataluña, al menos de momento, a los políticos se les ha ocurrido la idea de cobrar 1 Euro por receta, es decir 1 Euro por medicamento, medida que además de ser injusta e innecesaria, una vez más obligará pagar a quienes menos dinero tienen y a quienes más medicamentos necesitan. Sin embargo, parece que las cosas pueden no quedarse solo en Cataluña, al menos a tenor de las declaraciones de Alfonso Alonso, portavoz del Partido Popular en el Congreso de los diputados: “De momento, con nuestro apoyo no parece que cuente”. Una declaración que nos llena de incertidumbre hacia un futuro demasiado cercano: “de momento”, “no parece”… Si de verdad nuestro nuevo gobierno, el de todos, estuviera decidido a no implantar el “repago”, ¿no hubiera sido mejor ser más tajante en estas declaraciones”. ¿O es que en base a respetar el cumplimiento de la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud tratarán de que todos seamos iguales, pero partiendo del rasero que ha marcado Convergència i Unió?
En momentos de crisis económica como la que estamos pasando en estos momentos, es cuando se hace más necesario echar mano de la creatividad, las nuevas ideas y sobre todo del trabajo en equipo, algo de lo que adolece desde hace muchos años nuestro Sistema Sanitario. Quizá sea el momento de echar la mirada atrás y analizar con espíritu crítico y constructivo, todo aquello que hemos hecho y estamos haciendo mal, y luchar entre todos por un verdadero “pacto de estado por la sanidad”, que nos asegure a todos la igualdad que ya está legislada, aunque no se cumple. Sin necesidad de gastar el dinero que no tenemos, son muchas las cosas que se pueden hacer, aunque para ello se necesita ese espíritu creativo del que hablo, que puede visitarnos ahora con el nuevo año y el nuevo Gobierno.
Una reforma de la Atención Primaria, en la que los médicos de cabecera, que son especialistas en Medicina de Familia, puedan hacer el seguimiento real de todos los enfermos crónicos, con la ayuda de los profesionales de Enfermería, que hoy estudian 4 años en la Universidad, con el Grado de Enfermería, y que también pueden ser especialistas en Enfermería Comunitaria. Trabajando en equipo, los profesionales de enfermería están debidamente capacitados para garantizar el correcto seguimiento de los enfermos crónicos, con lo que ya estaríamos ahorrando el dinero que gastamos en las frecuentes revisiones por los especialistas de los Hospitales. De este modo, también disminuiría la presión asistencial en los Hospitales y la lista de espera para visitar a los diferentes especialistas. Pero evitando seguir hablando de Atención Especializada cuando nos queremos referir a la Atención Hospitalaria, sencillamente porque la Atención Primaria también es “Especializada”. Son muchos ciudadanos y especialmente profesionales de los medios de comunicación, los que siguen pensando que los Médicos de Familia no son especialistas, cuando lo son del mismo modo que un cardiólogo, un oncólogo o un alergólogo, por poner algún ejemplo. Una Atención Primaria que desarrolle mucho más la Atención Domiciliaria con visitas de los profesionales de Enfermería debidamente capacitados para ello y con verdaderos programas de Educación para la Salud en todos los sentidos. Y si además pudiéramos contar con Fisioterapeutas y Podólogos, seguro que estaríamos invirtiendo un dinero que en breve, nos aportaría un ahorro muy significativo. ¿Cómo se puede entender que estemos invirtiendo dinero público en la formación de los Fisioterapeutas para que únicamente puedan desempeñar su labor clínica en los hospitales, o en la formación de Podólogos con los que no cuenta el Sistema Sanitario Público?
Unos Hospitales que podamos rentabilizar optimizando los recursos con los que contamos. ¿Por qué se tienen que hacer todos los análisis de sangre en ayunas y solo por la mañana? ¿Existe rigor científico para asegurar que todos los análisis de sangre se deben hacer en ayunas? ¿No sería mejor poder hacer las pruebas complementarías más frecuentes como los análisis o las radiografías, ecografías y alguna otra técnica diagnóstica de imagen, tanto por la mañana como por la tarde, e incluso los sábados por la mañana? Seguro que sí, y de este modo no solo estaríamos ganando en confianza, credibilidad y grado de satisfacción, sino que estaríamos ahorrando mucho más que esos 102 millones de los que nos habla CIU con su “euro por receta”, y no solo porque estaríamos rentabilizando nuestras instalaciones, sino porque estaríamos contribuyendo a aumentar la productividad de las empresas. De este modo, un trabajador no tendría que perder una jornada de trabajo para poder acudir a realizarse las pruebas complementarias. ¿Y no se puede hacer lo mismo con la visita al especialista en el Hospital o a su especialista en Medicina de Familia en su Centro de Salud? Cuestión de organización y de ofimática, porque con un sencillo programa informático podríamos adjudicar a cada ciudadano los horarios que mejor le convengan, tanto a él como a su empresa, de acuerdo a la necesaria conciliación laboral con el Sistema de Salud.
Unos servicios de Urgencias un tanto más modernos, con profesionales de enfermería especialmente entrenados en “comunicación difícil”, para poder atender las necesidades de los familiares y acompañantes de los pacientes, algo que ya hemos hecho en el Hospital Clínico de San Carlos de Madrid con unos resultados óptimos en todos los sentidos, y que en breve serán hechos púbicos con motivo de una Tesis Doctoral realizada en la Universidad Complutense de Madrid. ¿Conocen realmente los ciudadanos que cuentan con la posibilidad de acudir a un Servicio de Urgencias mucho más cercano a su domicilio y menos masificado que el del Hospital? ¿Saben que cuentan con un Servicio de Urgencias de Atención Primaria donde trabajan profesionales sanitarios debidamente capacitados que pueden solucionar más del 70 % de los problemas por los que acudimos a las urgencias de un Hospital? ¿Es suficiente la atención telefónica que hasta ahora nos ofrecen cuando necesitamos una consulta médica a domicilio?
La España de las Autonomías nos ha traído muchos beneficios a todos, pero nos está haciendo olvidar la importancia de una “Central de Compras”, tanto de medicamentos como de cualquier otro recurso sanitario. ¿No estaríamos ahorrando mucho más dinero si pudiéramos adquirir esos recursos de forma centralizada? ¿A quién se hace daño con esta medida tan antigua como olvidada? ¿No será al protagonismo de las Autonomías? Pues sinceramente creo que en estos momentos deberíamos olvidarnos de protagonismos innecesarios, sacrificarlos y trabajar “todos en equipo”.
¿Y los medios de comunicación social? ¿realmente nos pueden ayudar? Sinceramente creo que sí y mucho más de lo que los propios políticos se pueden imaginar. Y especialmente los públicos, los que pagamos entre todos con nuestros impuestos, y de un modo especial las cadenas públicas de televisión. Con anuncios y publirreportajes que nos recuerden que hacer ante un accidente doméstico, en un caso de fiebre, que con los antibióticos no se juega, la importancia de la vacunación para evitar enfermedades, o como podemos contribuir al ahorro de todos, utilizando adecuadamente el Sistema Nacional de Salud, no acudiendo a los urgencias de un hospital para un esguince o una gripe, porque nos pueden solucionar el problema, mejor y de forma más rápida, en el Centro de Urgencias de Atención Primaria más cercano a nuestro domicilio. ¿Cómo se puede entender que en momentos de crisis económica tan importantes como cl que estamos viviendo, las cadenas públicas de televisión no cuenten con algún programa específico de salud, aunque solo sea de 30 minutos semanales, pero dedicados a conseguir todos los objetivos a los que me he referido anteriormente.
Y un verdadero “Pacto de Estado por la Sanidad” que nos asegure la igualdad para todos, sin fronteras geográficas o políticas, porque todos tenemos el mismo derecho a nuestro Sistema Nacional de Salud, que debe seguir siendo universal, aunque no sea gratuito. Y si para ello debemos reflexionar sobre la necesidad de que la Sanidad Pública debe ser única y centralizada en el nuevo Ministerio de Sanidad e Igualdad, pues reflexionemos, porque puede ser una de las soluciones para conseguir la sostenibilidad de nuestro Sistema. ¿Cómo se puede entender que en el año 2011, todavía no podamos tener un “único calendario de vacunación infantil”? ¿No es esto poner puertas al campo y fronteras a la Salud Pública?
En momentos de crisis económica, es cuando se hace más necesaria la creatividad, las nuevas ideas y sobre todo el “trabajo en equipo de todos”, ciudadanos, políticos, gestores, profesionales sanitarios y medios de comunicación social. ¿Será una quimera? ¿Será solo un sueño? El tiempo nos lo dirá, pero de momento soñar y reflexionar no agravará la situación económica de España. Y creo que merece la pena al menos reflexionar sobre ello, antes de continuar creyendo que solo con el “repago” se pueden solucionar los problemas económicos de nuestro Sistema Nacional de Salud, cuando continuamos soportando los gastos de embajadas de varias comunidades autónomas, traducciones innecesarias en los parlamentos en España y sobre todo, 17 Sistemas Sanitarios distintos.
Dr. Jesús Sánchez Martos.
Catedrático de Educación para la Salud. Universidad Complutense de Madrid