miércoles, septiembre 11, 2024

Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España

InicioHistoricoSe ha dicho: "Os seguís equivocando"

Se ha dicho: “Os seguís equivocando”

El presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell, hace un llamamiento a lo largo de este artículo, publicado en Diario Médico el pasado 18 de julio, ante la falta de estima de la sociedad hacia los profesionales de la Medicina, insta a la despolitización de la Sanidad y a recuperar el discurso sanitario en el que prime los resultados clínicos por encima de los costes que representan

Madrid, 22 de julio 2011 (medicosypacientes.com)Por su interés, “MedicosyPacientes” reproduce el artículo “Os seguís equivocando” firmado por el presidente del Foro Español de Pacientes y publicado en Diario Médico el pasado 18-7-2011

El paciente Josef K entra en el hospital para someterse a pruebas preoperatorias. El escenario que contempla le resulta desconocido: paredes llenas de pancartas denunciando situaciones críticas, profesionales recogiendo firmas y una gran tensión latente. Josef K se impacienta, sobre todo porque cree que cuando no se estima a los profesionales y se valora su esfuerzo, difícilmente éstos estarán en situación de estimarlo a él como paciente. Él mismo se reconoce como negligente en sus tareas cotidianas cuando en su cabeza hierven otras preocupaciones.

Está claro que a él no le piden la precisión y la seguridad que se les pide a los profesionales de la salud. Él puede rectificar la mayor parte de los errores que comete. Vista la situación, se sienta a la espera de la primera prueba. Abre el diario y empieza a leer noticias escandalosas sobre el estado de salud de la economía global y de la sanidad. Se hace dos preguntas: ¿cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Qué podemos hacer para no estar peor?

Josef K cree que hemos llegado a esta situación porque nos han engañado. Un mundo dominado por la codicia y la vanidad se organizó desde principios de los 90 de forma que unos pocos se enriquecían y otros muchos se empobrecían. Se equivocaron los políticos que toleraron esa situación, los economistas que la lideraron y los abogados que escribieron una regulación que ofrecía esas posibilidades. A partir de aquí la historia es conocida por todos: extensión de la crisis a sectores y personas que habían actuado con honestidad y competencia, y cuestionamiento de los logros sociales conseguidos con al desarrollo del Estado social.

Responsabilidades

Ahora, los mismos que toleraron la crisis, al igual que los que se siguen beneficiando impunemente de ella, se sienten legitimados para reñir a la ciudadanía y pedir al sector sanitario que adopte políticas de austeridad.Los mismos que hacen discursos elocuentes de cambio, y aquéllos que los aplauden, se olvidan de que durante siete años han gobernado ignorando este cúmulo de despropósitos que se generó con el gobierno anterior del PP, cuando los mercados decidieron que era más seguro buscar rentabilidad en la multiplicación del dinero inexistente y en la construcción de más pisos que ciudadanos.

Nadie pensó en aprovechar las ventajas competitivas del sector salud para favorecer estrategias de progreso económico y social, como se está intentando hacer con las energías renovables o la investigación aeroespacial. Algunos se preguntan dónde estaban los funcionarios de los departamentos de economía de la universidad española durante la génesis de esta crisis.

¿Por qué hemos de prestarles atención ahora cuando sitúan parte del problema en el coste de la sanidad? Alguien tendrá que explicar que la sanidad es una inversión que genera importantes externalidades positivas y activos intangibles.

En relación con la segunda pregunta, Josef K opina que podemos no ir a peor si recuperamos el control de la situación y los profesionales y los pacientes toman el control de la sanidad. Ante un Gobierno que ha respetado poco al ministerio [de Sanidad, Política Social e Igualdad], situando a su mando a personas incapaces de articular un discurso sanitario para el cual la consideración de ministro es más que una competencia suficiente, y ante una oposición apocalíptica, los que quieren y van a permanecer en el sector deberían escribir un plan que corrija el error que supone pensar que la política en democracia es propiedad de los partidos y no de los afectados.

Perjuicios hacia lo público

Por otra parte, Josef K viene detectando ciertos perjuicios hacia la sanidad pública por parte de consejeros de Economía, presidentes autonómicos y muchachos trajeados de las finanzas y el mundo empresarial. ¿Es que nadie les ha explicado que tenemos el mejor sistema sanitario del mundo en equidad de acceso y que deberíamos aspirar a obtener la misma posición en equidad de trato y resultados? ¿Cómo se puede hablar de recortar la sanidad mencionando sólo sus costes e ignorando los resultados conseguidos? ¿Quién secuestró el discurso sanitario?

Josef K no entiende cómo se puede prescindir de profesionales y de servicios médicos que están colapsados por un aumento de las necesidades. Tampoco comprende esa estrategia política tan perversa que va a suponer que durante dos años las autonomías enseñen sólo hojas de cálculo para mostrar los extraordinarios costes de la sanidad, con carga de culpabilidad añadida a los que gobernaban antes; y los siguientes dos años nos enseñen extraordinarias presentaciones PowerPoint y programas piloto destinados a ganar las siguientes elecciones. ¿No sería mejor hacer un plan estratégico a 4 años vista de contención de costes, reducción de déficits, mejora de la eficiencia y garantía de la calidad asistencial y de equidad en el trato?

El dinero para seguir avanzando puede salir de los impuestos a las rentas muy altas; de los márgenes de beneficios de las denominadas utilities, de los impuestos a los bienes y servicios que no se consideran de primera necesidad, como el lujo, el tabaco o el tránsito en fin de semana en autopistas, y de los impuestos a los alimentos diabetógenos. Todo ayudado por la taxación de los beneficios originados en el capitalismo financiero y la incentivación del capitalismo productivo. Este último es el que genera puestos de trabajo. De donde no puede salir el dinero es de imponer un copago adicional en una situación en que las clases medias se han empobrecido, tal y como proponen fundaciones y personas cuya actividad profesional está financiada por instituciones que prevén obtener beneficios de ese copago.

¿Es que no han visto que la evidencia científica indica claramente que no sólo no se recauda más en el largo plazo sino que el copago afecta seriamente a las clases vulnerables? ¿Es que regateando tiras y agujas a los diabéticos no nos damos cuenta de que el ahorro de hoy se multiplica mañana en costes de diálisis y trasplantes de riñón?Josef K opina que evitar ir a peor únicamente es factible si se despolitiza la sanidad, si se recupera un discurso sanitario donde los costes se presentan detrás de los resultados clínicos conseguidos, donde el mando lo tienen los mejores y el sector es capaz de cohesionarse con estrategias win-to-win en lugar de la confrontación.

Por una vez yo opino igual que él.

Dr. Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes.
Artículo publicado en Diario Médico
el pasado 18-7-2011

Relacionados

TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más populares