La Dra. Mª Isabel Moya, vicepresidenta primera de la Organización Médica Colegial (OMC) participó en la mesa “Ética, Deontología e Inteligencia Artificial en medicina” dentro del marco del IX Congreso de Ética y Deontología Médica celebrado en Palma de Mallorca, donde abordó cuestiones de gran relevancia para el futuro de la sanidad como la salud digital y el Espacio Europeo de Datos Sanitarios.
La doctora Moya comenzó poniendo de relieve la necesidad de abordar los retos sanitarios a través de la salud digita que definió como “el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar la salud, el bienestar y la atención sanitaria.”
La Dra. Moya ha explicado algunos de los grandes objetivos del Espacio Europeo de Datos Sanitarios, una iniciativa creada para compartir entre los países de la Unión los datos sanitarios con el objetivo de favorecer la prestación sanitaria directa, independientemente de dónde se encuentre el paciente, incluso de forma inmediata.
Con el EEDS, comentó la radióloga, “las personas físicas de la UE tendrán un mayor control en la práctica sobre sus datos sanitarios electrónicos bajo un marco jurídico común”. De esta manera, añadió, “los investigadores, innovadores, responsables políticos y los reguladores de los Estados miembros podrían acceder a los datos sanitarios electrónicos para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y el bienestar de las personas físicas, y dar lugar a políticas mejores y bien informadas.
En este sentido remarcó que esta iniciativa europea va a promover la creación de un mercado único de productos y servicios sanitarios digitales, y armonizar las normas (HCE), pero aclaró que no se trata de un repositorio central, “los datos estarán donde se genere la asistencia sanitaria del ciudadano”.
Respecto al papel del médico, la Dra. Moya subrayó que “todo empieza con la relación médico-paciente, nuestro papel, el de los profesionales, es fundamental, tenemos que ser agentes activos para trasladar información veraz y generar confianza en la sociedad y en el resto de los compañeros, y para ello es necesaria la formación y que los datos se encuentren en entornos seguros.
Uso de la inteligencia artificial en la investigación médica
La Dra. Pilar León, vocal de la Comisión de Ética y Deontología de la OMC, realizó una ponencia sobre ‘La evaluación ética y deontológica de los proyectos de IA’ dentro de esta mesa. “La IA plantea simultáneamente temores y grandes esperanzas”, afirmó León. Los primeros, por el miedo a ser reemplazados; las segundas, para resolver numerosos problemas existentes. “El riesgo viene en pensar que solo necesitamos usar las leyes que tenemos y hacerlas cumplir”, pues es necesaria una legislación adaptada a las nuevas realidades, explicó.
Al plantear un proyecto de IA, explicó la doctora, es importante tener en cuenta que, si es necesario acceder a datos de los pacientes, se debe exponer quién va a tener acceso, si existe consentimiento expreso de los pacientes, si estos datos estarán codificados y seudonimizados, cómo se van a extraer, … Además, la base de datos del proyecto se debe destruir en un plazo de tiempo, hay que especificar si se incorporará la información con o sin datos personales, qué medidas de seguridad se van adoptar, qué usos secundarios de los datos se van a hacer y si los datos se van a transferir a otros centros de España o de otros países, explicó la experta.
Así, el uso de la IA en la investigación médica plantea algunas cuestiones éticas que es necesario abordar: “hay que evitar sesgos, investigaciones defectuosas y fabricadas. Por ello, es importante indicar qué contenido se genera con inteligencia artificial, así como evitar que esta genere contenidos no éticos o ilegales, que se produzca una brecha en la producción científica, y recordar que la IA comete errores”. Por estas razones, es importante que las personas que trabajan en el proyecto asuman que este es su responsabilidad y que deben supervisar todo lo que se genera para hacer frente a todos estos riesgos.
Juan Fernando Muñoz, secretario general de Salud Digital, Información e Innovación en el Ministerio de Sanidad”, cerró la mesa con una intervención acerca de la “Arquitectura de la Información de Salud en el SNS”.
Muñoz centró su ponencia en el uso primario y secundario de los datos, y explicó la labor que se realiza tanto desde el Ministerio de Sanidad como desde las comunidades autónomas. El uso primario de los datos sanitarios permite a los pacientes tener un mayor control sobre quién accede a ellos (no qué profesional, pero sí qué servicio); así, no todos los especialistas tienen acceso a toda la historia clínica, ni los profesionales de Enfermería pueden ver lo mismo que los de Medicina, explicó. Además, en referencia a este uso primario de los datos, expuso que “gran parte de la discusión está en los data home, las categorías y en los intermediarios de datos”.
Los doctores José M.ª Domínguez y M.ª Teresa Vidal, presidente y vocal de la Comisión de Ética y Deontología de la OMC, respectivamente, fueron los encargados de moderar esta mesa redonda.