No olvidemos que el dolor es bastante frecuente en los pacientes con esta patología porque empeora todavía más la vida de estos enfermos, además, no se dispone de valoraciones precisas sobre el tipo de dolor ni de los fármacos usados para controlarlo
Ya conocemos que en la actualidad no existe tratamiento para la esclerosis múltiple, algo preocupante por el aumento de casos diagnosticados.
Algo que parece confirmado es que la severidad aumenta con el progreso de la enfermedad, entonces algunos pacientes lo describen como uno de los peores síntomas que surgen de la esclerosis múltiple.
Un reciente estudio distingue varios tipos de dolor como el que aparece por lesión del sistema nervioso central, sobre todo en las extremidades, usualmente bilateral y crónico, con sensación de calor que afecta a las piernas y a los pies, empeorando por la noche y con la actividad física. Otro sería el catalogado como temporal en el que aparece neuralgia del trigémino o una sensación molesta de corta duración que se propaga desde el cuello hasta otras partes del cuerpo y que aparece con los movimientos de esta parte del organismo. Los espasmos musculares que pueden aparecer varias veces al día y que suelen acontecer con el movimiento, el tacto, la hiperventilación o las emociones, más el dolor de espalda, en ocasiones provocado por malas posiciones ocasionadas por todo lo anterior, serían otra posibilidad de presencia de dolor.
Finalmente dolores como la cefalea, sobre todo tensional, que dependerán en la frecuencia y la intensidad de la localización y número de las lesiones producidas por la esclerosis.
En la resonancia magnética es característica la presencia de un número elevado de lesiones de pequeño tamaño, menos de un centímetro, y distribuidas preferentemente en la sustancia gris.
Desgraciadamente en lo referente a la mejor opción analgésica para cada caso existen pocos estudios específicos en la actualidad.
En definitiva, el dolor es frecuente en pacientes con esclerosis múltiple ya que puede afectar al 75% de los enfermos y podría depender de la distribución de las placas que se forman y los axones sensitivos dañados, que generarían un impulso anormal más un incremento de la percepción cerebral.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com