Es un examen que utiliza las ondas sonoras para observar el interior de las coronarias, nuestros vasos sanguíneos que aportan sangre al corazón
La precisión de las medidas obtenidas mediante ecografía intravascular por su capacidad para obtener imágenes a través de la sangre y penetrar profundamente en la pared vascular son fundamentales para establecer la severidad de la enfermedad.
Sin embargo, el diámetro, el área y el volumen de la luz, así como el porcentaje de obstrucción, se basan en la evaluación de la interfase entre la luz y la pared del vaso. Una distinción clara entre la pared vascular y la luz permite obtener su contorno automatizado de una forma más precisa lo que constituye una característica importante para conseguir un análisis rápido de la imagen durante el proceso, aquí aparece la tomografía de coherencia óptica, que usa ondas luminosas, en vez de sonoras.
Sin embargo, la mayor limitación de la citada tomografía reside en la necesidad de desplazar la sangre existente en la luz coronaria para poder visualizar de forma precisa la pared vascular.
Con la ecografía intravascular se inició una nueva etapa en las mediciones intraluminales precisas, que anteriormente se realizaban por medio de angiografía coronaria. Aunque, aún está limitada a trabajos de investigación clínica y a algunas indicaciones precisas, sobre todo en pacientes con lesiones complejas.
Y tampoco está claro si la tomografía de coherencia óptica reemplazará a ecografía intravascular para el uso clínico habitual, pues, para que esta técnica sea aceptada por la comunidad médica se requerirá que sea fácil de usar e interpretar, incluso por operadores con menos experiencia.
En esta carrera la luz ( más rápida que el sonido ) tiene el potencial de estar situada por delante en la parrilla de salida.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com
