La edad de inicio de la diabetes de tipo 1 en niños ha descendido en los últimos años, tendencia comprobada en varios países de la Unión Europea
La diabetes es una enfermedad que afecta al modo en que el organismo utiliza la glucosa que constituye la principal fuente de combustible para el cuerpo, por lo que hay que conocer la etiopatogenia para poder desarrollar una estrategia preventiva adecuada.
La glucosa y la insulina
Al comer la glucosa contenida en los alimentos pasa al torrente sanguíneo mientras el páncreas produce la insulina necesaria para que sea absorbida por las células para que obtengan la energía necesaria. Sin embargo, cuando alguien padece diabetes, porque el páncreas no aporta los niveles adecuados de insulina o ésta no funciona, la glucosa no ingresa en las células por lo que los niveles de azúcar en sangre aumentan, provocando con el paso del tiempo daños en distintos órganos.
En la diabetes tipo 1, el páncreas no produce insulina por lo que la glucosa no entra en las células permaneciendo en la sangre, en el tipo 2 el páncreas crea insulina más no funciona correctamente.
En la diabetes que necesita de la inyección de insulina suele aparecer una alta frecuencia en orinar ya que el organismo intenta eliminar el azúcar de la sangre, por lo que se bebe mucho líquido para compensar y se come en abundancia para aportar la energía del azúcar no absorbido aunque se perderá peso porque el cuerpo recurre a sus grasas como fuente de combustible, además, aparecerá cansancio.
Tampoco tenemos que olvidar que un mal control de la glucemia en la diabetes tipo 2 aumentará el riesgo de enfermedad cardiaca, de problemas vasculares, de la aparición de problemas oculares y alteraciones renales o forzará la necesidad de diálisis. El envío electrónico de datos de la glucemia desde casa puede mejorar la situación.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com