El presidente de la OMC, el Dr. Rodríguez Sendín, en una reciente entrevista concedida a “Correo Farmacéutico” se muestra favorable a redefinir las competencias de los profesionales sanitarios sin invadir las de ninguno, aunque apunta que el farmacéutico debe velar por el medicamento
Madrid, 11 de septiembre 2015 (medicosypacientes.com)
Mucho se ha debatido estos meses acerca del informe de la Organización Médica Colegial (OMC) sobre el sector farmacéutico -hecho público en octubre del año pasado, solicitado por el Consejo Asesor de Sanidad y donde se planteaba un cambio en el modelo farmacéutico, la salida de los OTC de la botica, el suministro directo a sociosanitarios o limitar el seguimiento farmacoterapéutico-. Su presidente, Juan José Rodríguez Sendín, analiza con detalle en entrevista con CF cuál es la posición de la organización médica sobre la Farmacia y el papel de sus profesionales.
La visión de la OMC dista mucho de lo que la profesión farmacéutica propone para mejorar la prestación en el SNS. Eso sí, coinciden en lo básico -se necesitan más recursos y menos recortes presupuesta- rios-, pero, mientras la farmacia comunitaria ha hecho su apuesta clara por expandir los servicios sanitarios que presta, Rodríguez Sendín considera que, antes de dar más competencias al farmacéutico, debe apuntalar algunas básicas. “Introducir servicios añadidos cuando no están controlados los medicamentos no tiene sentido”, afirma. “La farmacia puede hacer bastante más en torno al medicamento, sobre todo en cómo se lo toma cada paciente”. Y, además, insiste en hacer posible un control estricto “de todos los medicamentos, uno por uno”.
Lamenta que no se haya conseguido una trazabilidad total del fármaco y recuerda las “tremendas cifras” de su mala utilización. A su vez, tilda de “medidas ilusorias” las propuestas de dar más papel al farmacéutico para paliar la presión en el sistema o dar respuesta a nuevas necesidades sociosanitarias: “Eso no significará más aprovechamiento de recursos; lo que se necesita es más financiación”, insiste (ver información inferior). No obstante, estaría dispuesto a sentarse con Administración y el resto de profesiones sanitarias para “redefinir las competencias”, eso sí, “marcando perfectamente la linde de cada uno”.
No le gusta a Rodríguez Sendín la idea de que los farmacéuticos vacunen, precisamente “por ser competencia de los enfermeros”. Y tampoco los cribados que se están haciendo desde las boticas: “¡Pero si no nos gustan ni los que están haciendo los propios médicos!”.
En cuanto al modelo, criticado en el mencionado informe, el presidente de la OMC considera, como con la industria, que lo que no se puede es jugar a mercado y a pago por servicio. Le parece más adecuado el pago por acto de dispensación que el porcentaje sobre el medicamento, porque el mismo control hay que tener sobre el fármaco barato que sobre el caro, asevera. Del mismo modo, sugiere buscar mecanismos que protejan a las farmacias rurales, “que prestan un servicio necesario”.
Sobre la colaboración médico-farmacéutico, a pesar de que quiere mejorarla, sostiene que el Consejo General de COF ha dejado morir el compromiso que adquirieron la entonces presidenta Carmen Peña y él mismo de crear un registro integral de medicamentos dispensados (ver CF del 18-I-2010). “No quisieron por el control que suponía para las farmacias”, apostilla. Como en breve se verá con el nuevo presidente de los farmacéuticos, Jesús Aguilar, su idea es recuperar este proyecto y le hará otras propuestas, como utilizar la receta médica privada y anularla después (para evitar que el fármaco se retire en otro sitio) o alcanzar la trazabilidad total.
Más financiación, finalismo
y gestión clínica para el SNS
“Estructuralmente yo no haría nada si no hay una financiación suficiente; nos han engañado hablando de sostenibilidad cuando lo que tenemos es un déficit de financiación”, afirma a CF el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín. “El SNS está en un nivel de financiación muy por debajo de los servicios que presta y además de haber poca financiación, está mal repartida”. Resolver el problema de la financiación es el punto del que hay que partir, sostiene, para abordar una reforma del SNS.
Tres puntos más plantea el presidente de la OMC como ejes para una reforma del SNS. Una vez resuelto el problema de financiación en función de los servicios que se decida prestar, debe establecerse que esta financiación sea finalista y sin poder ser dirigida a lo que no sea asistencia sanitaria y sus necesidades. Otro cambio debería ser, añade, una descentralización de responsabilidades o lo que también se llama gestión clínica. “Es verdad que con gestión clínica cada uno entiende una cosa distinta, pero hay que convenir que no es un método de ahorro sino de mejora de la asistencia y que debe contar con la opinión profesional”.
Y habría un cuarto punto, dice, que es la política del personal. Rodríguez Sendín propone una revisón de ésta. “Claro que hay que mejorar las condiciones de la actuación de los profesionales pero, de momento, al menos que no sigan empeorando”.
“No debería haber copago
para medicamentos vitales”
Rodríquez Sendín se muestra contrario a cualquier clase de copago en el terreno asistencial y en la atención de los profesionales sanitarios. No debería pagarse por ser atendido por un médico en ningún caso, sea cual sea la situación, precisa.
Pero igualmente se muestra contrario a los copagos en medicamentos, salvo casos excepcionales. “No debería haber copago para medicamentos que sean vitales, que atiendan a necesidades básicas”. No es lo mismo, explica, un medicamento que dé respuesta a un paciente en una situación de necesidad vital que un fármaco que tienda a corregir patologías que nacen de malos hábitos, por ejemplo, o de falta de cuidados. Pone como ejemplo la atención a un paciente de diabetes frente a las estatinas necesarias para bajar el colesterol de alguien que no mantiene hábitos saludables. “Yo creo que no debería haber ningún copago en fármacos, pero en todo caso habría que distinguir entre unos fármacos y otros”. “Está claro que el sistema de copago actual, por renta, es más justo que el que había antes, y también que se han cometido excesos en las recetas de medicamentos, pero lo esencial es que los medicamentos no cuesten nada a los pacientes que los necesiten”.
Rodríguez Sendín insiste en que no hay un problema de sostenibilidad sino de infrafinanciación del SNS y que así hay que explicarlo y tomar decisiones adecuadas.
“La industria debe establecer
un justiprecio sobre la innovación”
“La industria farmacéutica clásica ya no existe, aquella industria casi familiar que desarrollaba una idea y necesitaba proteger su inversión durante un tiempo bajo la patente”. Hoy, explica el presidente de la OMC, “lo más importante es comprar moléculas y patentes”. Y como esta actividad, dice, se desarrolla en un marco de precios intervenidos sobre productos “que afectan a la salud y a la vida”, hay que establecer un “justiprecio” sobre esos productos. “Lo que la industria no puede pretender es fijar precios como en un mercado libre y exigir la protección de sus patentes; o es mercado libre para todo, o no lo es”.
La OMC apoya la subatas de Andalucía.”Hay muchos intereses en la crítica a las subastas andauzas, sostiene. “Lo que ocurre con la subasta es que unos beneficios que antes obtenía el farmacéutico con la prescripción por principio activo y su elección de genérico ahora los obtiene la Administración”. “Yo creo que es mejor una subasta nacional, pero en el fondo lo que hay es una lucha, legítima, por intereses particulares”. En Andalucía, explica, el pagador selecciona lo que cree necesario y abre un concurso para conseguirlos a mejor precio. Rodríguez Sendín niega que haya restricciones a la libertad de prescripción. “Nosotros tenemos la libertad de prescribir el principo activo que estimemos adecuado y es la Administración, como antes el farmaécutico, quien decide”.