Los países de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han acordado elaborar un marco común de colaboración para eliminar barreras y facilitar la asistencia sanitaria a los refugiados. Este marco, que se basará en la solidaridad y la ayuda mutua, forma parte del objetivo de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030, el cual persigue la premisa de que "nadie debe ser dejado de lado”
Tanto el marco común como su ámbito de aplicación pretenderán intensificar los esfuerzos por mejorar el acceso de atención a la salud de los refugiados y las personas migrantes según se recoge en el documento que acordaron los ministros de salud, delegaciones de países y socios en la reunión de alto nivel sobre los Refugiados y la salud de los migrantes que tuvo lugar en Roma, el pasado año 2015.
“Es imprescindible para evitar las inaceptables muertes de los refugiados, originadas a través de peligrosas rutas marítimas, poner en práctica una respuesta nacional e internacional coherente y consolidada a las necesidades de salud de los refugiados en los países de tránsito y destino», se pone de manifiesto en el documento.
Asimismo, los países europeos destacan la necesidad de que “los sistemas sanitarios sean sensibles y aborden las barreras para acceder a la atención sanitaria a las que muchos refugiados se enfrentan” como, por ejemplo, el lenguaje, los obstáculos administrativos y la falta de información sobre sus derechos a la salud.
En el documento, los estados de la Región Europea de la OMS insisten en que los refugiados «no representan» una amenaza adicional a la seguridad sanitaria de los países de acogida; que hay que prestar «especial atención» a los grupos más vulnerables, como niños, embarazadas, personas con discapacidad y víctimas de tortura; y que deben hacerse más asequibles los registros y tarjetas sanitarias.
El documento se va a presentar en la 66ª reunión del Comité Regional de la OMS para Europa, que se celebrará en el mes de septiembre.
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