Según ha explicado en la jornada ?Enfermedad celíaca. Claves para el diagnóstico”, celebrada en Zaragoza, el principal problema de la enfermedad celíaca es que sus síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades
Zaragoza, 21 de diciembre 2009 (Europa Press)
Aunque el número de celíacos registrados en la Asociación Celíaca Aragonesa es de 1.300, el secretario de la Asociación Española de Gastroenterología y especialista de la Unidad de Gastroenterología y Hepatología del Hospital San Jorge, Miguel Ángel Montoro, ha señalado que “nueve de cada 10 todavía se encuentran sin diagnosticar, por lo que se calcula que hay cerca de 9.000 personas celíacas no diagnosticadas en la comunidad aragonesa”. Según ha explicado, “el principal problema de la enfermedad celíaca es que sus síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades?.
Entre los principales síntomas destacó la pérdida de peso, diarrea, síndrome de intestino irritable, sensación de digestiones lentas, anemia, vómitos u osteoporosis precoz. “Todo esto debe despertar sospecha”, apuntó. En este sentido, Montoro indicó que “un buen diagnóstico puede prevenir otras enfermedades más graves”.
Durante el fin de semana se ha celebrado en la capital Aragonesa unas jornadas tituladas ‘Enfermedad celíaca. Claves para el diagnóstico’, en las que alrededor de 80 profesionales sanitarios podrán conocer de cerca los últimos avances relacionados con diferentes aspectos de la enfermedad.
En las jornadas se han presentado las claves para su detección, destacando Montoro la importancia del hecho de que un familiar de primer grado sea celíaco, ya que esto puede incrementar la posibilidad de tener la enfermedad entre un 25 y un 30 por ciento. Además, explicó que otras de las claves son que el paciente presente enfermedades autoinmunes y que haya acudido previamente a otras consultas -psiquiatría, reumatología o ginecología, entre otras-.
Según ha relatado este especialista, el patrón de diagnóstico de la enfermedad celíaca se basa “en una biopsia intestinal que certifica si este órgano muestra una lesión característica”. En primer lugar, hay que determinar si existen anticuerpos en la sangre. Si el análisis es positivo, es necesario realizar la biopsia. Sin embargo, aunque sea negativo “tampoco se debe excluir la posibilidad de tener la enfermedad”. En este caso, hay que realizar un estudio genético y, si el paciente tiene predisposición genética, se lleva a cabo la biopsia.
La enfermedad celíaca aparece en personas genéticamente predispuestas cuando entran en contacto con el gluten, una proteína contenida en algunos cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Según Montoro, el contacto de este elemento con la mucosa intestinal promueve una respuesta del sistema defensivo que conduce a una lesión inflamatoria de esta mucosa, lo que puede llevar, en casos más graves, a una atrofia de las vellosidades intestinales que ocasiona estados carenciales.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Celíaca Aragonesa, Carmen Tricas, explicó que, mientras los pediatras diagnostican correctamente a los niños, a los médicos de atención primaria les resulta más complicado el diagnóstico en adultos, de ahí la importancia de esta jornada dedicada especialmente a estos facultativos, junto con los especialistas en gastroenterología.