Desde el Comité Nacional Para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) se argumenta que existen multitud de razones de salud, operativas y económicas para rechazar esta propuesta irresponsable de las organizaciones de hostelería, que en realidad sólo beneficia a la industria tabacalera
Madrid, 6 de octubre 2010 (medicosypacientes.com)
El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 40 Sociedades Científicas y Asociaciones del ámbito profesional sanitario (médicos, enfermería, odontólogos, farmacéuticos y psicólogos) se manifiesta totalmente en contra de la propuesta de crear zonas para fumar en el sector de la hostelería incluso sin servicio de camareros en su interior.
Es más, lo considera «una chapuza», además de un paso atrás en el objetivo de que España entre a formar parte del grupo, ya numeroso, de países con una normativa eficaz para proteger a los fumadores pasivos.
En el CNPT se arguye que existen multitud de razones de salud, operativas y económicas para rechazar esta propuesta irresponsable de las organizaciones de hostelería, que en realidad sólo beneficia a la industria tabacalera.
Desde el lado de la salud, hay dos principales razones para oponerse a tal medida. La primera es que por norma general las puertas de estos habitáculos (como los definen sus promotores) están abiertas, lo que implica que la contaminación se difunde por todo el local, sometiendo a trabajadores y clientes del local a la exposición al humo de tabaco incluso si no frecuentan este espacio.
El otro segundo gran argumento para no aceptarlo es que genera un pésimo modelo educativo para los menores de edad, pues contribuiría mantener la normalidad social del consumo de tabaco.
Pero además de las concernientes a la salud, también hay razones operativas y prácticas para que los diputados españoles que trabajan en la elaboración de la nueva normativa se opongan a esta sugerencia de los hosteleros. Entre ellas, el CNPT cita tres: merma la eficacia de la ley como herramienta de salud pública; mantiene un elemento de confusión y de incumplimiento (incluso si son pocos los locales que lo ponen en práctica); y ofrece una excusa perfecta para solicitar moratorias que den tiempo a la adaptación e incentivan la picaresca a fin de burlar la ley.
La experiencia de países vecinos como Francia e Italia, donde estas áreas han fracasado al no llegar al 1 por ciento el porcentaje de locales que las han puesto en marcha, y el respaldo general de la población del Reino Unido e Irlanda a no permitir excepciones ni componendas a la hora de regular el consumo de tabaco en lugares públicos cerrados, no dejan lugar a dudas sobre el camino por el que deben optar los legisladores españoles.
En consecuencia, el CNPT pide a los grupos de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados que no apoyen esa enmienda, ni tampoco la ampliación de puntos de venta de tabaco (comercios de conveniencia) al entender que la mayor accesibilidad favorece el consumo entre los jóvenes.
Por otra parte, el CNPT quiere dejar testimonio de que apoya ciertas enmiendas de los grupos políticos, como las dirigidas a que los servicios de inspección del Ministerio de Trabajo se impliquen por ley en el cumplimiento de la ley, las que promueven la prohibición de fumar en todo el recinto de hospitales, centros educativos y espacios al aire libre destinados a menores, o las que defienden la conveniencia de que el Sistema Nacional de Salud financie los tratamientos que facilitan la deshabituación.