Además del registro y acreditación de la condición de profesional, el control deontológico y la formación continuada son también focos principales de atención de un colegio profesional
Madrid, 6 de octubre 2010 (medicosypacientes.com)
Además del registro y acreditación de la condición de profesional, el control deontológico y la formación continuada son también focos principales de atención de un colegio profesional.
A través de ambos, el Colegio es capaz de mantener unos estándares de calidad en la prestación de servicios por parte del profesional. Si esos servicios, además, están vinculados a los derechos fundamentales ?como así sucede en este caso- la vinculación con el interés general es incuestionable.
Si no fuera por los Colegios sería casi imposible que el profesional mantuviese actualizados e internacionalizados sus conocimientos. En algunas profesiones ?como es el caso de la profesión médica- se está avanzando en la fórmula de la recertificación periódica a cargo de los propios Colegios.
De la importancia de la deontología profesional da cuenta la directiva de Servicios en el Mercado Interior, que trae consigo la necesidad de europeizar los códigos de conducta, armonizando la ética europea. Las profesiones españolas están liderando este proceso.
Deontología y formación son las dos claves para la obtención de la excelencia profesional y en la lucha contra los abusos y el intrusismo. Esta labor preventiva forma parte de la esencia de todo colegio profesional.
Las normas de los colegios profesionales han respondido siempre al interés general. La propia Ley de Colegios Profesionales recoge como objetivo de los colegios el interés profesional y tanto las normas de creación de los colegios como sus Estatutos generales y normas internas, recogen y valoran el interés general y están enfocados a estos fines.
