La jornada sobre ?La formación del médicos y su reflejo en la calidad asistencial? que se celebrará el próximo 5 de junio en Valladolid analizará las consecuencias que el Plan Bolonia, que se pretende poner en vigor a partir del próximo curso, tendrá en los estudios de Medicina
Madrid, 25 de mayo 2009 (medicosypacientes.com)
El próximo 5 de junio se va a celebrar en Valladolid una jornada sobre ?La formación del médicos y su reflejo en la calidad asistencial?, organizada por Medical Economics y la Junta de Castilla y León. En ella, de la mano de un amplio plantel de expertos, se analizará la repercusión que las exigencias de Bolonia tendrán en la formación MIR, de cara a alcanzar la excelencia en la práctica médica.
La formación del médico, desde la facultad hasta la práctica clínica, se encuentra en proceso de una profunda revisión, desde la formación en conocimientos hacia la formación en habilidades, aptitudes y valores, sin olvidar la investigación clínica, los aspectos ético-legales, las tareas de gestión y el uso de las nuevas tecnologías.
Eso es lo que pretende el Plan de Bolonia, de probable aplicación el próximo curso. Los nuevos planes de estudios, de acuerdo a la Ley Orgánica de Universidades, se adaptarán a las exigencias de la Unión Europea y a los criterios de calidad establecidos por la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación (ANECA). Los estudios de Medicina en España serán equivalentes a los que se impartan en el resto de las Facultades de Medicina de los países europeos.
Esas exigencias que marca Bolonia tendrán su repercusión directa en la formación MIR, de cara a alcanzar la excelencia en la práctica médica. Y para conseguir la excelencia es necesaria la formación médica continuada, la puesta al día de los conocimientos para su aplicación clínica; y aún más, apostar por el desarrollo profesional continuo, es decir, el correcto desempeño de la profesión. Y con todo ello, la asistencia sanitaria se ejercerá con la calidad exigida, tanto desde el punto de vista de los pacientes, como de los profesionales, los gestores y la comunidad científica. Una calidad que, partiendo del concepto ético de ?lo mejor para el paciente?, desemboque en una mejora continua del ejercicio profesional.