Once países de la Unión Europea han participado en el estudio ?Polmark?, entre ellos España a través de la Universidad de Alicante. El contenido del estudio se trasladará al Libro Blanco de la Comisión Europea ‘Estrategia sobre el sobrepeso y la obesidad’ con el que la UE expondrá el próximo año su estrategia en este campo
Alicante, 1 septiembre 2009 (Europa press)
La Universidad de Alicante (UA) ha participado en un estudio científico de once países de la Unión Europea (UE) que revela la influencia de la comercialización de los alimentos y bebidas en la dieta infantil como “un factor clave” en el aumento de la obesidad en niños de hasta 12 años.
Las conclusiones definitivas de este estudio, denominado ‘Polmark’, se presentarán el próximo mes de diciembre con el fin de contrarrestar el “creciente problema” de la obesidad en niños de hasta 12 años. El contenido del estudio se trasladará al Libro Blanco de la Comisión Europea ‘Estrategia sobre el sobrepeso y la obesidad’, puesto que Bruselas pretende reformular su estrategia en 2010, explicó la universidad.
En esta iniciativa han participado, además de la UA, universidades y centros de investigación de Reino Unido, Bélgica, Chipre, República Checa, Dinamarca, Francia, Irlanda, Polonia, Suecia y Eslovenia.
El investigador principal del proyecto europeo, el director de la Organización Internacional del Estudio de la Obesidad -IASO en las siglas en inglés-, el británico Tim Lobstein, aseguró que la investigación, por un lado, “pone de manifiesto la existencia de divisiones entre los intereses económicos de industrias de alimentación y agencias de publicidad” y, por otro, “los intereses de la salud defendidos por grupos de consumidores, organizaciones de familia y salud pública”.
Tras varias entrevistas realizadas a entre 110 y 150 expertos miembros de instituciones y sociedades científicas de los once países participantes -considerados informadores clave- se “encuentran resultados similares”, destacó la universidad alicantina.
Además, comentó que según detallaron las investigadoras del proyecto de la UA, Rocío Ortiz-Moncada y María del Carmen Davó-Blanes, “la regulación de la comercialización de alimentos y bebidas para la población infantil corresponde a la regulación estatutaria y a una autorregulación de la industria que debería de aplicarse a las distintas acciones de mercadotecnia”.
Por su parte, algunos expertos consultados en el estudio coincidieron en que “la acción voluntaria es un método ineficaz que precisa de un marco legislativo o de una vigilancia externa”. En relación a los controles estatutarios o legislativos, consideraron que se “deben aplicar en determinadas acciones de mercadotecnia y bajo ciertas condiciones”.
Además, los informadores opinaron que los medios de comunicación y el Ministerio de Sanidad “son los que con más fuerza pueden influir en las políticas gubernamentales de comercialización de alimentos y bebidas para la población infantil española”.