La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha avisado de que las nuevas olas de calor que se espera que ocurran entre los meses de diciembre y marzo de 2020 en América del Sur pueden tener consecuencias mortales para la población
Y es que, tal y como ha destacado, durante el verano austral se esperan olas de calor que pueden aumentar el malestar, reducir la disponibilidad de agua, y contribuir al incremento del riesgo de incendios forestales y la pérdida de cultivos. Además, pueden causar cortes de energía eléctrica, reduciendo el acceso a ventilación, refrigeración y aire acondicionado.
Por ello, la organización ha recomendado al sector salud y a las agencias de meteorología de los países en desarrollo que, en sus planes de contingencia por olas de calor, determinen la probabilidad e intensidad del impacto en la población, emitan alertas e implementen acciones de respuesta de acuerdo con la amenaza.
También aconsejado a los países que fortalezcan la vigilancia epidemiológica de la morbilidad y mortalidad asociada al calor y mejoren la capacidad de los servicios de salud a través de capacitación de personal, mejoras en el diseño de hospitales y equipamiento de centros de salud en zonas de mayor riesgo. Asimismo, ha pedido a las autoridades que informen a través de medios de comunicación sobre las posibles olas de calor y medidas de adaptación, prevención y autocuidado.
Las personas que tienen un mayor riesgo de complicaciones y muerte durante una ola de calor son los niños, los adultos mayores, y los que tienen enfermedades crónicas y requieren medicación diaria. La mayoría de los fallecimientos se deben al agravamiento de enfermedades infecciosas o crónicas (cardiopulmonares, renales, endocrinas y psiquiátricas).
El calor puede causar síntomas graves, como el golpe de calor, causado por la incapacidad del cuerpo para regular la temperatura, en el que la persona presenta piel seca, roja y caliente, pulso rápido y fuerte, náuseas, calambres y pérdida del conocimiento. De hecho, un golpe de calor puede llevar al coma y la muerte. Otros síntomas incluyen: edemas en miembros inferiores, erupción en el cuello por calor, calambres, dolor de cabeza, irritabilidad, letargo y debilidad.
En 2019, las olas de calor han afectado a Australia, Canadá, Estados Unidos, varios países de Europa, India, Pakistán y Japón; así como a Argentina, Bahamas, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Honduras, Guatemala, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela, y Uruguay.