Los organismos de Naciones Unidas (ONU) mantendrán en marcha sus operaciones de ayuda en todas las zonas de Sira donde sea posible el acceso, después de que se suspendieran sus caravanas de reparto de ayuda tras el ataque ocurrido, la semana pasada, contra un convoy que trasportaba materiales médicos y que causó al menos 20 muertos
El portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, Jens Laerke informó que pese a la violencia, 23 camiones entregaron suministros humanitarios para 35.000 personas este jueves en Moadamiyet Al Sham, un suburbio de Damasco.
«La situación es lúgubre. Hay mucha gente que necesita ayuda y que no la puede obtener, ese es el problema. Estamos tratando de llevar toda la asistencia que podamos mediante todas las modalidades a nuestro alcance: entregas en la frontera, entregas en las líneas divisorias, puentes aéreos, lanzamientos desde el aire y otros tipos de programas en todas las áreas donde tenemos acceso», explicó.
Laerke indicó que ese suburbio capitalino no había recibido ayuda desde el 24 de julio.
Asimismo, dijo que muchas otras zonas de Siria continúan aisladas o sitiadas, incluido el este de Alepo, donde se calcula que 275.000 personas precisan asistencia urgente.
Según la ONU, unos 5,5 millones de sirios requieren alimentos y medicinas en las áreas remotas o sitiadas del país.
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