La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho una recomendación a los profesionales de la obstetricia y la ginecología para que las cesáreas se realicen únicamente cuando sea “médicamente necesario”, y poner en riesgo así la salud a corto y largo plazo de la madre y al recién nacido
Ginebra, 13 de abril de 2015 (medicosypacientes.com)
La cesárea es una de las cirugías más comunes en el mundo, cuyas tasas siguen aumentando, sobre todo en los países desarrollados. A pesar de que puede salvar vidas, “la cesárea se realiza a menudo sin necesidad médica, poniendo a las mujeres y sus hijos en riesgo de problemas de salud a corto y largo plazo” según la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien subraya la importancia de centrarse en las necesidades del paciente, sobre una base de caso por caso.
La cesárea puede ser necesaria cuando el parto vaginal podría suponer un riesgo para la madre o el bebé – por ejemplo debido a un parto prolongado, sufrimiento fetal, o porque el bebé está presentando en una posición anormal. Sin embargo, las cesáreas pueden causar complicaciones significativas, la discapacidad o la muerte, sobre todo en entornos que carecen de las instalaciones para llevar a cabo cirugías seguras o tratar las complicaciones potenciales.
Desde 1985, la OMS considera la “tasa ideal” de cesáreas entre el 10% y el 15%. Nuevos estudios han revelado que cuando la tasa de cesáreas se acerca al 10% de la población, el número de muertes de madres y recién nacidos decrece. Pero cuando la tasa aumenta del 10%, no hay pruebas de que los niveles de mortalidad mejoren.
“Estas conclusiones ponen de relieve el valor de la cesárea para salvar las vidas de las madres y los recién nacidos,” dice el Dr. Marleen Temmerman, Director del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS. “También ilustran lo importante que es asegurar una cesárea se proporciona a las mujeres que necesitan – y no sólo se centran en el logro de cualquier tipo específico.”
Los efectos de las tasas de cesárea en los resultados maternos y neonatales como mortinatos o morbilidades como la asfixia al nacer son todavía desconocidos. Todavía se necesita más investigación sobre el impacto de la cesárea en el bienestar psicológico y social de las mujeres.
La OMS puso de manifiesto que, debido a su alto coste, las altas tasas de cesáreas innecesarias pueden restar recursos a otros servicios en aquellos sistemas de salud débiles y sobrecargados.
“La falta de un sistema de clasificación aceptada internacionalmente estandarizado para evaluar y comparar las tasas de cesáreas en forma coherente y orientado a la acción es uno de los factores que ha dificultado una mejor comprensión de esta tendencia” ha asegurado este organismo quien propone la adopción de la clasificación Robson como un sistema de clasificación de la sección cesárea aplicable internacionalmente.
El sistema Robson clasifica todas las mujeres ingresadas para la entrega en uno de los 10 grupos de base de las características que son fácilmente identificables, como el número de embarazos anteriores, si el bebé viene de cabeza, la edad gestacional, cicatrices uterinas previas, número de bebés y cómo comenzó el trabajo. El uso de este sistema facilitaría la comparación y el análisis de las tasas de cesáreas dentro y entre las diferentes instalaciones y en los distintos países y regiones.