La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ah advertido de que España presenta uno de los consumos de ansiolíticos y somníferos más elevados de Europa, ya que se ha incrementado un 57 por ciento entre los años 2000 y 2012 y actualmente "sigue creciendo sin freno", según datos del Ministerio de Sanidad
En un artículo en la revista ‘Ocusalud’, esta entidad recuerda además que este elevado consumo conlleva un gasto de unos 750 millones de euros, que puede incluso incrementarse “si se tienen en cuenta los derivados de bajas laborales o incapacidades permanentes por depresión o ansiedad”, o los costes sanitarios por caídas, accidentes de tráfico y similares derivados de sus efectos.
En cuanto a los ansiolíticos han alertado de que estos medicamentos “no deben tomarse a la ligera” y después de unas cuatro semanas de tratamiento conviene empezar a dejarlas, ya que “en seguida crean dependencia” y tolerancia, lo que implica que a la misma dosis el efecto terapéutico va disminuyendo.
Por ello, a pesar de estos efectos adversos la OCU ha lamentado que su consumo no pare de crecer, como demuestran los datos analizados del Ministerio de Sanidad.
Además, han alertado de que otros riesgos como el deterioro cognitivo o efectos psicomotores que pueden influir a la capacidad para conducir favorecer comportamientos desinhibidos o impulsivos pueden verse incrementados con el consumo de alcohol.
Ha señalado a la “especial vulnerabilidad de los ancianos”, a quienes desaconseja su uso ya que “los beneficios asociados al uso de hipnóticos son marginales y no compensan el aumento de riesgo de caídas y fracturas, en especial durante las dos primeras semanas de tratamiento”.
Como alternativa, la OCU aboga por la psicoterapia en el caso de la ansiedad y considera que “los esfuerzos deberían centrarse en terapias cognitivo conductas aplicadas desde la Atención Primaria”.
En este enlace puede acceder al informe de la OCU http://www.ocu.org/salud/medicamentos/noticias/demasiados-ansioliticos