La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, mantuvo, el pasado viernes 27 de enero, sendas reuniones en el Ministerio con las consejeras de Salud y de Bienestar Social e Igualdad de Andalucía, María Jesús Montero y Micaela Navarro, y con las consejeras de Sanidad y de Trabajo y Bienestar de Galicia, Rocío Mosquera y Beatriz Mato, en las que se manifestó la voluntad de mantener un diálogo fluido para alcanzar acuerdos
Madrid, 30 de enero 2012 (medicosypacientes.com)
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, mantuvo, el pasado viernes 27 de enero, sendas reuniones en el Ministerio con las consejeras de Salud y de Bienestar Social e Igualdad de Andalucía, María Jesús Montero y Micaela Navarro, y con las consejeras de Sanidad y de Trabajo y Bienestar de Galicia, Rocío Mosquera y Beatriz Mato.
En las reuniones, a las que también asistieron el secretario de Estado de Servicios Sociales, Juan Manuel Moreno, y la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, se puso de manifiesto una gran coincidencia con las responsables autonómicas en la búsqueda de fórmulas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Para preservarla, la ministra se comprometió, al igual que con otros consejeros, a avanzar en un acuerdo con las Comunidades Autónomas que también garantice la equidad en las prestaciones en todo el territorio, la accesibilidad, la calidad y la gratuidad de la sanidad.
Asimismo, se manifestó la voluntad, tanto por parte del Ministerio como de las Administraciones Autonómicas, de mantener un diálogo fluido para alcanzar acuerdos desde la mutua lealtad institucional.
Estas reuniones se enmarcan en la ronda de entrevista que la ministra ha abierto con los consejeros de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, previa a la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, de la Conferencia Sectorial de Servicios Sociales y del Consejo Territorial del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia. Con esta primera toma de contacto, Ana Mato pretende que el Ministerio se convierta en un lugar de encuentro con las Comunidades Autónomas y no de confrontación, y se compromete a impulsar una etapa de “buenas prácticas”.