El reciente anuncio por parte del Colegio de Médicos de Toledo respecto a la impugnación del nuevo Código de Deontología Médica no ha dejado indiferente a los representantes de colectivos como el de Atención Primaria. En este caso, el vocal nacional de médicos de Atención Primaria Rural, el doctor Josep Fumadó se ha pronunciado, al respecto, considerando un error la postura adoptada por la entidad colegial toledana al manifestarse en contra de los artículos 55.1 y 55.2, puesto que como sostiene “al paciente no se le puede negar ningún tipo de información, ni siquiera sobre el aborto, porque informar es un deber innato del profesional médico”
Madrid, 28 de julio 2011 (medicosypacientes.com)
Doctor Fumadó, vocal
nacional de A.P. rural.
El Colegio de Médicos de Toledo anunciaba, recientemente, la impugnación contra del nuevo Código de Deontología Médica, y en concreto respecto a los artículos 55.1 y 55.2:
55.1.? El médico está al servicio de preservar la vida a él confiada, en cualquiera de sus estadios. El que una mujer decida interrumpir voluntariamente su embarazo, no exime al médico del deber de informarle sobre las prestaciones sociales a las que tendría derecho, caso de proseguir el embarazo, y sobre los riesgos somáticos y psíquicos que razonablemente se puedan derivar de su decisión.
55.2.? El médico, que legítimamente opte por la objeción de conciencia, a la que tiene derecho, no queda eximido de informar a la mujer sobre los derechos que el Estado le otorga en esta materia ni de resolver, por sí mismo o mediante la ayuda de otro médico, los problemas médicos que el aborto o sus consecuencias pudiesen plantear. Una vez analizado este posicionamiento por la vocalía nacional de Atención Primaria rural de la OMC, puesto que en los médicos de Primaria recae el deber legal de informar a la solicitante de la prestación.
Una vez analizado este posicionamiento por la vocalía nacional de Atención Primaria rural de la OMC, puesto que, entre otras cosas, en los médicos de Primaria recae el deber legal de informar a la solicitante de esta prestación, su responsable, el doctor Josep Fumadó, se ha mostrado crítico con la actitud adoptada por el Colegio de Médicos toledano. Así lo ha expresado a “MedicosyPacientes”, exponiendo su punto de vista, según el cual, “el Colegio de Médicos de Toledo ha incurrido en un error al impugnar los artículos 55.1 y 55.2 del nuevo Código de Deontología Médica. Representa un retroceso considerable para la Deontología Médica. Los miembros de la Asamblea General consideramos que el nuevo Código, en cambio, es avanzado, de nuestro tiempo, del siglo XXI, adaptado a los nuevos cambios sociales procedentes de un mundo globalizado, multicultural. A consecuencia de todos estos cambios sociales, los médicos de Primaria asistimos a todo tipo de pacientes de distintas etnias, religiones e ideologías, lo cual obliga a recordar que nunca se ha de anteponer la ideología ni las cuestiones religiosas a la hora de proporcionar información al paciente”.
Como argumenta, en este sentido, el doctor Fumadó, “en estos momentos, hay una ley en vigor que regula las principales cuestiones sobre el aborto y nuestro deber, además innato, es el de informar, de lo contrario podríamos incurrir en coartar la libertad de decisión del paciente. Hay que acogerse a la ley y cumplirla”. Es por ello que, “un médico no puede negar ningún tipo de información, ni siquiera sobre el aborto, pues no sólo es un deber sino que también afectaría a la relación médico-paciente”.
El representante de Atención Primaria Rural considera fundamental que los médicos y especialmente los de Atención Primaria “mantengamos y velemos por la confianza que el paciente deposita en nosotros en cada uno de los actos médicos que desempeñamos, incluido este tipo de consultas, a lo que contribuye indiscutiblemente la información. Y si el paciente acude a la consulta con la sensación de que va a obtener una información sesgada, esa relación médico-paciente acabará por devaluarse”.
En este sentido, “todo ciudadano debe saber -prosigue el doctor Fumadó- que ante la necesidad de precisar información sobre una interrupción voluntaria del embarazo por parte de su médico ha de solicitarla con la más absoluta tranquilidad, confianza y seguridad de que se le va a proporcionar sin ningún tipo de sesgo, sino objetiva al cien por cien.”
Este profesional del primer nivel asistencial también cree conveniente tener muy en cuenta que “a la hora de velar por la salud del paciente, se cuida sólo la física sino también la psíquica, puesto que a éste se le trata de una manera integral en su entorno que puede variar mucho, además, si pertenece al medio rural o al urbano, y, en en caso de un embarazo no deseado puede acarrear un perjuicio de salud psíquica para la mujer”.
“Como colectivo médico -concluye insistiendo el doctor Fumadó- tenemos siempre el deber de informar, entendiendo que ello no es equivalente a participar directamente o indirectamente en una interrupción voluntaria del embarazo, independientemente de que se esté de acuerdo o no con la cuestión del aborto. Con todo esto se podría hacer una ‘ingeniería dialéctica’, pero no cabe duda de que informar al paciente no causa ningún conflicto moral al médico”.
