Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, la Asociación Española Contra el Cáncer, miembro del Consejo Social de la OMC, organizó un foro con el título “Acompañando a las personas con cáncer. El valor del voluntariado para una atención de calidad” en el que se puso en valor la necesidad de promover el voluntariado con el objetivo de lograr una atención de calidad al paciente con cáncer
Este foro tenía 3 objetivos: Mostrar evidencia del valor del voluntariado en el apoyo y acompañamiento a personas enfermas de cáncer y sus familias; Reflexionar sobre cómo se puede avanzar para integrar el servicio de voluntariado como un elemento más de calidad de la atención integral socio sanitaria en el ámbito oncológico, y difundir iniciativas de buenas prácticas en servicios de voluntariado integrados en servicios socio sanitarios orientados al apoyo a pacientes de cáncer y sus familias.
A lo largo de la jornada quedó patente la evidencia disponible sobre el valor de este servicio (cuando se hace de forma rigurosa dentro de un programa organizado), incluso para personas que necesitan atención el final de la vida, y los elementos que permiten que sea de calidad y eficaz para el sistema sanitario y para los pacientes y sus familias. Asimismo, a lo largo del Foro se mostraron ejemplos de programas de voluntariado (en Reino Unido, Extremadura y de la AECC) que reflejan cómo se puede trabajar para una integración efectiva de este servicio en el sistema sanitario.
El cáncer afecta a todos los aspectos del paciente y tiene un evidente impacto social que va en aumento en diversos ámbitos (laboral, económico, social…).Estamos ante un nuevo contexto social, en el que cada vez vivimos más; la incidencia del cáncer aumenta, aunque afortunadamente cada vez hay un mayor número de personas que sobreviven al cáncer. Además, el modelo familiar está cambiando.
Por otro lado, los condicionantes económicos, laborales y sociales hacen que exista una creciente franja social en riesgo de aislamiento y soledad. En España se estima que hay casi 30.000 enfermos de cáncer, mayores de 65 años, que viven solos, y la previsión es que este número siga ascendiendo considerablemente en los próximos años.
Esta situación provoca que tanto enfermos como familiares, que son atendidos a nivel hospitalario o domiciliario y que se encuentran solos, tengan que recurrir a algún tipo de ayuda. El voluntariado se convierte, por tanto, en una de las fuentes de ayuda que la sociedad puede aportar.
Según se extrajo en este foro, el voluntariado aporta valor evidente para una Una atención de calidad al paciente de cáncer y su familia porque:
Las actuaciones del voluntariado son complementarias a las de los profesionales, se enmarcan en un contexto organizacional sin ánimo de lucro y se vinculan a programas con objetivos concretos (Ley 45/2015, de Voluntariado).
Las tareas que realizan los voluntarios son variadas y valoradas por pacientes y familiares. Cubren necesidades de apoyo social y benefician a quienes las emiten, a quienes las reciben y a quienes las presencian.
La acción del voluntariado genera un bienestar mutuo tanto en los voluntarios como en los pacientes y familiares y en el entorno, mediante el encuentro y el compartir experiencias.
El personal sanitario también obtiene beneficios de la labor del voluntariado principalmente en lo referente a la descarga de trabajo, sobre todo de soporte emocional, y en su contribución a la tranquilidad de los pacientes.
Para que estos beneficios sean realidad, hace falta la Integración del Voluntariado en el Sistema Sanitario a través de una serie de condiciones:
Apoyo por parte de las personas de las que depende la decisión de incorporar el servicio de voluntariado dentro de los servicios que ofrece el sistema (Consejeros de Sanidad, gerentes de hospitales, jefes de servicio, etc.).
Conocimiento y difusión de la labor que puede realizar el voluntariado tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios que los atienden.
Extensión el voluntariado de apoyo y acompañamiento a las personas afectadas por cáncer y sus familias de modo que este servicio esté presente en cualquier momento de la enfermedad, y allá donde se encuentre el paciente (hospital, domicilio, residencia, centros de salud, etc.), incluido el acompañamiento en el final de la vida y a la familia tras el fallecimiento del paciente.
Compromisos
Para avanzar en la integración del voluntariado en el sistema sanitario y social la Asociación Española Contra el Cáncer pide a los responsables de la atención oncológica su compromiso para:
Incorporar el voluntariado como un indicador de la calidad de la atención al paciente de cáncer y su familia.
Establecer planes o programas de voluntariado de apoyo y acompañamiento a la persona afectada por cáncer y su familia (en especial al cuidador) en colaboración con las entidades sin ánimo de lucro de voluntariado.
Realizar una evaluación sistemática de la actividad del voluntariado y del impacto en los pacientes y sus familias.
A su vez, la Asociación Española Contra el Cáncer se compromete a:
Incrementar el número de personas voluntarias que se dedican al apoyo y acompañamiento de pacientes de cáncer y sus familias en los contextos donde este servicio sea necesario.
Establecer estándares de calidad para este servicio.
En este Foro se hablóde calidad en la atención y de la necesaria humanización en entornos de mayor vulnerabilidad, como puede ser la enfermedad. “Que no haya un paciente de cáncer que involuntariamente pueda sentirse solo, desinformado, desorientado o desatendido”, el voluntariado, como implicación de cada uno con el otro, contribuye a ello, y es un claro indicador de una sociedad comprometida que genera esperanza en un futuro mejor. Por ello, hay que valorarlo y promoverlo.