El próximo 20 de marzo se celebra el Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario. El doctor Gaspar Garrote, como miembro del Observatorio de las Agresiones, subraya, entre otros aspectos, en esta entrevista la importancia de la intervención de las autoridades para poderse logran un mayor número de denuncias
Madrid, 13 de marzo 2013 (medicosypacientes.com)
-Han pasado tres años desde la puesta en marcha del Observatorio de Agresiones. ¿Cuál es el balance de lo conseguido en este tiempo?
-A mi juicio muy positivo: no sólo se han concienciado los sanitarios en que deben denunciar cualquier agresión- del tipo que sea- sino que los Colegios de Médicos han articulado mecanismos que facilitan al colegiado la atención que precise (jurídica, laboral…), y a las autoridades autonómicas, nacionales así como a las judiciales a que hay que perseguir y castigar estas conductas violentas allá dónde se produzcan. Quedan aún cosas por hacer y mejorar: se está en el camino…
-El asesinato de la Dra. Moreno en Murcia, en 2009, fue el detonante de las acciones que han llevado a cabo los colegios y la OMC, bajo el claro convencimiento de «tolerancia cero» ante cualquier agresión ¿Se mantiene este planteamiento?
-No sólo se mantiene, sino que se insiste en que este objetivo ha de convertirse en realidad. No podemos tolerar que el ejercicio de una profesión que busca el bien común polarizado en la persona enferma, sea la víctima de un sistema sanitario «economicista», donde la punta del iceberg es el profesional en su consulta: víctima de este sistema y del disconfort del paciente o sus familiares.
-El trabajo del Observatorio de Agresiones ¿ha repercutido en una mayor concienciación por parte de la población ante este problema?
-Yo creo que sí. Los impactos mediáticos desde el Observatorio ayudan enormemente a concienciar a la sociedad y que ésta conozca lo que está ocurriendo. Todo lo que se avance en este sentido, redundará muy positivamente en la prevención de las agresiones: «carácter ejemplarizante» de las penas que se imponen, por ejemplo.
-¿Cuál ha sido el compromiso de los poderes públicos ante esta lacra?
-Todavía muy insuficientes: los fiscales, los jueces, el defensor del pueblo…han de conocer esta lacra que está generando serios problemas a la hora del ejercicio profesional; son miles los compañeros que sufren agresiones y sicológicamente quedan afectados, con miedo al realizar su trabajo…es una incoherencia gravísima que quienes trabajamos para ayudar en el dolor y el sufrimiento, tengamos temor del ser humano objetivo de nuestra «ayuda»…es demencial…
-Algunos Colegios han puesto en marcha convenios con la Fiscalía ¿En las provincias donde se han realizado estos convenios, se tiene constancia de una disminución del número de agresiones? ¿Se harán extensibles a todos los colegios?
-En Cádiz y en Andalucía, en general, existe esta buena relación con el poder judicial (incluido el fiscal) siendo considerado como delito por atentado a la autoridad cualquier agresión; en este sentido el anterior presidente del Consejo Andaluz, el doctor Javier de Teresa, firmó un documento con el presidente del tribunal Superior de Justicia Andaluz, dónde se adquiría el compromiso de realizar «juicios rápidos» y condenas de «alejamiento»; aún la Junta de Andalucía ?poco colaboradora, solo lo es «de palabras»- no facilita el traslado del médico si él lo solicita y el traslado del paciente a otro cupo asistencial…en ello estamos.
-Los datos aportados por el Observatorio ponen en evidencia los casos denunciados ¿tienen constancia de que todavía hay casos que no se denuncian? ¿Tiene el médico miedo a denunciarlo?
-Rotundamente sí; a veces la denuncia conlleva la «persecución» del agresor o de su familia, represalias, amenazas…y deciden no actuar…en este sentido, si las autoridades sanitarias, por un lado, y las judiciales, por otro, no actúan…será muy difícil que se denuncien las agresiones en un porcentaje superior al mediocre actual.
–Cuándo un profesional sufre una agresión ¿Cuál es el protocolo a seguir? ¿hay diferencia entre el protocolo a seguir dependiendo de si se produce la agresión en el ámbito de la sanidad pública o en la privada?
-No debería existir diferencia. En Andalucía, mientras no sea ejecutiva la colegiación obligatoria, el SAS «dice» que pone a disposición del personal que sea agredido sus servicios jurídicos…pero tenemos experiencia de que esto no es así en muchos casos; no nos facilitan «sus» datos de agresiones y muchas veces el médico se ve abocado a la soledad…nosotros animamos a todos los médicos a denunciar y ponemos a su disposición la Asesoría Jurídica, estén colegiados o no.
-En 2011, los casos de agresiones aumentaron casi un 10% respecto al año anterior. Aunque aún no están cerrados los datos de 2012, ¿hay indicios de que los recortes hayan repercutido en el aumento de casos?
-Es posible, pero la realidad es que no se denuncian más que un pequeño porcentaje de casos. Es un dato de difícil valoración.
-Después de tres años de recogida de datos ¿de ellos se desprende la etiología de este tipo de conductas?
-La mayoría de ellas sí; en la base está el disconfort del paciente que quiere un sistema que resuelva «ya» su problema…sin tiempos de espera, casi a la carta…y un único punto de mira donde descargar sus frustraciones con sus insatisfacciones: el médico, única persona física, con cara, del sistema sanitario.
-La mejor manera de luchar contra las agresiones, además de denunciarlas, es la prevención. ¿Tiene el Observatorio de Agresiones algún proyecto en este sentido?
-Todo lo que hacemos y hagamos en el futuro tiene ese objetivo: prevenirlas.
-El Observatorio eligió en su día el lazo dorado para simbolizar la lucha contra las agresiones. ¿Debería tener más presencia al margen del Día Nacional contra las Agresiones en el ámbito sanitario?
-Cuanta más presencia mejor, pero buscando siempre mejorar las condiciones de trabajo y la calidad asistencial.
-El año pasado se entregó un Manifiesto a responsables políticos con competencias en sanidad. ¿se mantiene ese manifiesto? Y si es así, ¿se hará extensivo a otros ámbitos?
-No sólo se mantiene, sino que se ha de hacer llegar a otros ámbitos.
-Hay muchas formas de agresión. Como médico, ¿alguna vez se ha sentido agredido?
-No afortunadamente, pero he presenciado secuestro de un compañero en el extinto Hospital Gral. Penitenciario, o he conocido a compañeros que han sido insultados, arañados sus coches o pinchadas las ruedas…o amenazo a su familia…por conseguir recetas de psicofármacos.