En el marco de la reunión de la UEMS celebrada el pasado fin de semana en el Colegio de Médicos de Granada, se presentó un documento sobre responsabilidad profesional médica y negligencia, defendido por el catedrático de Medicina Legal Enrique Villanueva, acompañado por la también catedrática en esta rama, Dra. María Castellano. El documento contiene, entre otros muchos aspectos, pasos necesarios para evitar la judicialización de las reclamaciones médicas
Granada, 21 de octubre 2014 (medicosypacientes.com/S.P.)
En el marco de la reunión de la UEMS celebrada el pasado fin de semana en el Colegio de Médicos de Granada, se presentó un documento sobre responsabilidad profesional médica y negligencia, basado en la “Guía de las Buenas Prácticas para la pericia médico-legal en la malpraxis médica”, primera de estas características, elaborada en 2013 por la Academia Internacional de Medicina Legal. Dicho documento, que contiene, entre otros muchos aspectos, los pasos necesarios para evitar la judicialización de las reclamaciones médicas, fue defendido por el Dr. Enrique Villanueva, catedrático de Medicina Legal y Toxicología, quien estuvo acompañado de otra de las autoras Dra. María Castellano, catedrática de Medicina Legal y miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC.
El objetivo de la guía, que cuenta con el consenso de todos los peritos de Europa, es el de convertirse en una herramienta para poder hacer adecuadamente una pericia médico-legal que demuestre si la actuación médica ha sido o no la adecuada y en caso contrario, en cuánto se valora dicho resultado negativo. “La finalidad es lograr que las reclamaciones médicas se resuelvan en la medida de lo posible fuera de los juzgados con equidad, justicia tanto para el paciente como para el médico, como ha explicado a “MedicosyPacientes”, la Dra. María Castellano.
En la Asamblea de la UEMS lo que se defendió en es el documento-síntesis de la Guía, muy básico para que el perito correspondiente no se salte ninguno de los pasos que son de obligado cumplimiento, pudiendose observar diferentes puntos de vista, como es el caso de los ingleses ya que utilizan unos criterios sobre responsabilidad profesional y negligencia muy diferentes a los que se emplean en países más mediterráneos, donde se disponen de Códigos Deontológicos como en el caso de España, de obligado cumplimiento.
Este documento junto con la Guía referida “resultan especialmente importante para los Colegios de Médicos -según indicó la Dra. Castellano- como árbitros en este tipo de casos, al objeto de que las reclamaciones médicas se resuelvan en la medida de lo posible fuera de los juzgados con equidad, justicia tanto para el paciente como para el médico. No hay que olvidar la utilidad que encuentra el médico cuando precisa asesoramiento jurídico por parte del Colegio de Médicos”.
Recomendaciones básicas
Esta experta en Medicina Legal repasa algunas de las recomendaciones que ofrece la guía: Respetar los derechos de los pacientes, ofrecer información, cumplimentar el consentimiento informado, dar explicaciones cuando algo no ha ido bien, mantener el contacto con el paciente y/o la familia cuando la asistencia médica pertinente pueda conllevar algún problema que pudiera favorecer la denuncia.
También contiene recomendaciones para los que hayan de llevar a cabo la pericia en caso de que la demanda no haya podido ser evitada. Lo que se indica en estos casos es que hay que tener en cuenta la historia clínica que es lo que fundamenta si la actuación del demandado se hizo bien o no, de ahí la importancia de cumplimentar este documento adecuadamente. La entrevista con el paciente que ha sufrido malpraxis es otro de los pasos, así como una valoración del mismo. Si el paciente ha fallecido la autopsia debe ser muy exhaustiva, tomando todas las muestras que sean necesarias, con el fin de averiguar las causas exactas del fallecimiento de esa persona y si guarda relación con la actuación médica.
Por último, para elaborar el informe final hay que tener en cuenta el estado en el que se encontraba esa persona, es precisa esa valoración del estado anterior, valoración del resultado, todo ello se expresa, a continuación, en un valor que se traduce bien en reparación civil que es lo más frecuente.
La “Guía de las Buenas Prácticas para la pericia médico-legal en la malpraxis médica” cuenta con el consenso de todos los perítos de Europa. “Hasta ahora -concluye la Dra. Castellano- nos dejábamos guiar por la experiencia pericial que tenemos, acomodándola al tipo de asistencia que hay, a los procedimientos jurídicos de cada país. Al ser un documento de tipo médico es aplicable aunque las correspondientes leyes nacionales puedan diferir”.